Hesperian Health Guides

Ayudar a la madre a tener un parto sin problemas

En este capítulo:

Revisar los signos físicos de la madre y del bebé


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Los signos físicos de la madre

Tómele la presión y el pulso a la madre más o menos cada 30 minutos durante la segunda etapa para ver si tiene signos de preeclampsia, infección o sangrado. Apunte las cifras cada vez.

Si la presión de la madre es de 140/90 o más alta, es posible que tenga preeclampsia. Si el número más bajo de repente baja más de 15 puntos, la madre podría estar sangrando. Si su pulso es de más de 100 latidos por minuto entre las contracciones, es posible que esté deshidratada, que tenga una infección o que esté sangrando.

Los signos físicos del bebé

Es más difícil oír el corazón del bebé en la segunda etapa porque generalmente se encuentra más abajo en el vientre de la madre.

Quizás una partera con experiencia y buen equipo pueda oír el corazón del bebé entre una contracción y otra. Se puede oír mejor muy abajo en el vientre de la madre, cerca del pubis. Está bien que el ritmo del corazón baje hasta 70 latidos por minuto cuando la madre puja durante una contracción. Pero debe volver a subir rápidamente en cuanto haya terminado la contracción.

Si el ritmo del corazón no se vuelve a acelerar en 1 minuto o menos, o si permanece a menos de 100 latidos por minuto durante varios minutos, el bebé podría estar en peligro.

Pídale a la madre que cambie de posición y vuelva a revisar el ritmo del corazón del bebé. Si sigue lento, pídale a la madre que deje de pujar durante unas cuantas contracciones. Asegúrese de que ella respire profundamente para que el bebé reciba aire. Para saber por qué el ritmo del corazón puede estar lento, vea aquí.

Si el corazón está latiendo demasiado rápido, vea aquí.

Apoyar a la madre a la hora de pujar

Cuando el cuello de la matriz esté abierto, el cuerpo de la madre empujará al bebé hacia afuera. Algunos doctores y algunas parteras se alteran mucho a la hora de pujar. Les gritan a las madres una y otra vez que pujen, pero ellas generalmente no necesitan mucha ayuda para pujar. El cuerpo puja de una manera natural. Cuando las mujeres reciben ánimo y apoyo, generalmente encuentran una manera cómoda de pujar y dar a luz.

Deje que la madre escoja la posición que le parezca más cómoda


Medio sentada Acostada de lado A gatas
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Esta posición puede ser la más cómoda y permite que la partera guíe la salida de la cabeza del bebé más fácilmente. Esta posición es relajante y ayuda a evitar que la vagina se desgarre. Ésta es una buena posición cuando la mujer siente los dolores del parto en la espalda. También puede ayudar cuando se atoran los hombros del bebé.



Parada Acuclillada o sentada sobre una almohada Sentada sobre alguien o sobre un taburete de parto
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Estas 3 posiciones pueden ayudar a bajar al bebé cuando el parto va despacio.
Nota: Generalmente no es bueno que la madre se acueste boca arriba durante un parto normal. Esa posición puede aplastar los vasos sanguíneos que les llevan sangre a la madre y al bebé y puede hacer que el parto se tarde más. Pero si el bebé está naciendo muy rápido, está bien que la madre se acueste boca arriba.

Si la madre necesita ayuda para pujar

Generalmente, el bebé baja mejor cuando la madre sigue sus propias ganas de pujar. Pero, a veces, las madres necesitan consejos para encontrar posiciones cómodas o buenos métodos para pujar. Tal vez una madre necesite ayuda si no le dan ganas de pujar aun después de que el cuello de la matriz haya estado completamente abierto varias horas—o si parece que la forma en que está pujando no ayuda al bebé a bajar por la vagina. Si la madre tiene miedo o está tensa, tal vez le cueste trabajo abrirse y dejar que el bebé salga. O quizás necesite ayuda para pujar si el bebé está en peligro (tiene muy lento el ritmo del corazón) y necesita nacer muy rápido.

Éstas son 3 formas de pujar que muchas veces dan buen resultado:

Pujar con jadeo: La madre jadea y da varios pujos cortos y fuertes durante cada contracción.
Una mujer jadea.
¡unnn!
¡unnn!
Pujar con gemidos: La madre respira hondo. Luego da un gemido o un gruñido largo y bajo, y puja con fuerza durante la contracción.
Una mujer da un gruñido.
¡grrrrr!
Pujar deteniendo el aliento: La madre respira hondo 2 veces, y la segunda vez detiene el aliento y, luego, durante la contracción, puja con fuerza tanto como puede. Ella debe mantener el mentón agachado. Este método puede ser el mejor si el bebé está saliendo lentamente.
Una mujer hace un sonido mientras detiene el aliento.
nnnn..............


Cada vez que la madre puja, debe mantener la boca y las piernas relajadas y abiertas, el mentón agachado y las nalgas para abajo.

A veces, al pujar, las madres empujan para abajo y jalan para arriba al mismo tiempo. Cuando jalan para arriba, detienen al bebé en vez de moverlo más hacia afuera. Eso retrasa el parto y lo hace más doloroso. Anime a la madre a que baje las nalgas y a que mantenga los muslos relajados y abiertos. También puede tratar de pujar deteniendo el aliento.

Una mujer está sentada con las nalgas en el piso mientras empuja.
¡SÍ!
Esta madre está empujando las nalgas para abajo.
Una mujer levanta las nalgas mientras empuja.
¡No!
Esta madre está levantando las nalgas.

Si la madre está tensa o si le está costando trabajo pujar bien, quizás le ayuden estas cosas:

Pídale a la madre que cambie de posición. Pídale a la madre que abra la boca y que relaje la quijada. Póngale paños limpios, húmedos y calientitos en los genitales.
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Una mujer hace un sonido mientras relaja la quijada.
¡uunnn!
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Póngase un guante limpio y métale un dedo como 2 cm en la vagina y empuje derecho para abajo, hacia las nalgas. (No le sobe la vagina).
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Pídale a la madre que jale las rodillas hacia el cuerpo.
Para ayudar a la madre a pujar bien
Una partera habla a una mujer durante el parto.
Sigue pujando. ¡Excelente! ¡Ya veo la cabecita!

Si una madre tiene dificultades para pujar, no la regañe ni la amenace. Y no insulte ni le pegue nunca a una mujer para hacerla pujar. Si le asusta o le molesta, el parto podría tardarse más. Mejor, explíquele cómo pujar bien. Cada contracción es una nueva oportunidad. Felicítela por hacer el intento.

Avísele a la madre cuando vea que se le hinchan los genitales de afuera. Explíquele que eso indica que el bebé está bajando. Cuando vea la cabeza, deje que la madre la toque. Tal vez eso también le ayude a pujar mejor.