Hesperian Health Guides

Las represas grandes perjudican a la salud

En este capítulo:

Una represa es un muro que se construye transversalmente (de un lado a otro) de un río. Las represas se construyen para detener el flujo de agua del río y formar una especie de lago artificial que recibe el nombre de embalse. El agua que se almacena en los embalses puede utilizarse para controlar las inundaciones, suministrar agua para riego y uso doméstico, generar electricidad y para la recreación.

Las represas han contribuido al desarrollo de las ciudades modernas y al mejoramiento de muchas vidas. Sin embargo, las represas grandes, de más de 15 metros de altura y a veces hasta de 250 metros, pueden por diversos motivos ser perjudiciales para las personas y la tierra.

Una gran represa causa enfermedades a los yaqui
Un hombre parado al lado de una presa.

Hace muchos años el pueblo yaqui vivía de la agricultura en el clima caluroso y seco del norte de México. El río Yaqui, su río, les suministraba agua suficiente para la agricultura, para beber y para satisfacer sus necesidades todo el año.

Todo esto cambió cuando se construyó una represa en su río. El gobierno mexicano aceptó que la mitad del agua de la represa pertenecía a los yaqui. Pero los yaqui pronto se dieron cuenta de que el agua no llegaba a sus poblados. Todo el río había sido canalizado en un canal gigante para regar enormes terrenos agroindustriales de trigo y algodón. En poco tiempo estos grandes complejos agroindustriales habían rodeado al pueblo yaqui y la gente se quedó sin agua para sus cosechas.

Para cultivar trigo y algodón en el desierto seco la tierra necesita mucha agua, fertilizantes químicos y plaguicidas. Se rociaba con plaguicida hasta 45 veces durante los meses que transcurrían entre la siembra y la cosecha. Todo este veneno terminó en los canales de riego. Como el río se había desviado y los yaqui no tenían ninguna otra fuente para abastecerse de agua, se vieron obligados a consumir el agua contaminada de los canales y con el paso del tiempo se enfermaron.

Después de beber agua contaminada por muchos años, los niños yaqui comenzaron a tener dificultades para aprender, razonar, crecer y jugar. Muchos niños presentaban también graves problemas de salud como cáncer de la sangre (leucemia) y defectos de nacimiento, tales como las extremidades atrofiadas y los huesos blandos. Estos problemas de salud probablemente eran el resultado de beber agua contaminada y respirar aire envenenado con plaguicidas.

Los problemas de salud de los yaqui comenzaron cuando se construyó la represa en su río.

Las represas causan problemas río arriba y río abajo

Primero que todo, las represas crean problemas para las personas que viven río arriba del lugar donde se construirán.

Desplazamiento y pobreza

La construcción de represas desplaza a las personas y éstas se ven obligadas a migrar, muchas veces a tierras pobres o a barrios marginales urbanos. Si bien es posible que a los desplazados les ofrezcan dinero u otras tierras, con frecuencia las autoridades locales nunca les entregan el dinero. Es frecuente que sólo aquellos con títulos legales de propiedad de las tierras que serán inundadas por la represa reciban compensación. A veces la tierra que les dan no sirve para la agricultura.

Los pueblos inundados por una represa no reciben fondos del gobierno para rehabilitación y desarrollo, y el consecuente descuido hace que las escuelas, los caminos y los servicios de salud se deterioren. Algunos pueblos se quedan así por mucho tiempo antes de que los inunden.

Las represas destruyen el flujo natural de los ríos. Dependiendo del tipo de represa, éstas ocasionan un aumento o una disminución del flujo de agua. El ciclo natural de inundación y sequía puede trastornarse, afectando a todo el río y dañando grandes extensiones de tierra.

Nuevos sitios de proliferación de los zancudos

Los zancudos se crían en las aguas poca profundas y soleadas, en los canales de riego y en las orillas de las represas. La subida y bajada regular del nivel del embalse puede matar a los zancudos jóvenes, aunque los encargados del manejo de la represa generalmente no hacen caso de esta posibilidad.

Las moscas negras que propagan la ceguera del río (oncocercosis) ponen sus huevos en las aguas de corriente rápida, como las que salen de la represa. Las aguas estancadas en la represa y los proyectos de riego son sitios de cría de caracoles portadoras de las larvas causantes de los parásitos trematodos.

Erosión de las riberas de los ríos y de los terrenos inundables

Cuando una represa detiene el curso de un río, los fragmentos de tierra y roca arrastrados por el agua (el aluvión) se acumulan en el fondo del río y del embalse, en vez de en las riberas del río. Cuando se suelta el agua del embalse ésta viene sin aluvión, y como éste es parte del material que enriquece las tierras de cultivo río abajo, éstas se deterioran. Además, el agua que sale de la represa arrastra el aluvión y sigue erosionando la tierra a medida que va cavando más profundamente en el lecho de río.

Los obreros trabajan en las represas bajo condiciones agobiantes e inseguras. Generalmente residen en alojamientos poco dignos, comen mal y tienen poco acceso a los servicios de salud. Estas condiciones son propicias para propagar enfermedades como la tuberculosis y VIH. Después de construir la represa, deben buscar otro lugar para vivir y trabajar.
Las represas destruyen a las comunidades. Las familias que viven en el área de la represa pierden sus hogares, sus tierras y su sustento. Generalmente los desplazados no se vuelven a reagrupar en un mismo sitio y se vuelven más pobres después del desplazamiento.
Con frecuencia las represas están contaminadas. Los plaguicidas, fertilizantes y residuos industriales pueden acumularse en el agua y volverla tóxica.
Las represas crean otros problemas de salud. Enfermedades como el paludismo y los trematodos de la sangre aumentan ya que las represas sirven para criar zancudos y otros insectos portadores de enfermedades.
Las represas matan los peces y destruyen las pescaderías porque cambian el flujo y calidad de los ríos. La gente que depende de los peces para sus alimentos e ingresos sufre.
Un presa crea un reservorio con un pueblo a su lado y un pueblo inundo dentro él.


Cables eléctricos y una tubería van de un pueblo a una ciudad.
Las represas captan el agua de las comunidades rurales. El agua que antes utilizaban agricultores y pescadores se utiliza ahora para generar electricidad para las ciudades y la industria.
El rendimiento de los cultivos disminuye. Las represas inundan las tierras agrícolas productivas y detienen el aluvión haciendo que éste ya no fluya río abajo para fertilizar los cultivos. El agua que se suelta de las represas puede arrasar las plantas y árboles de las riberas del río.
Las represas sueltan aguas contaminadas que causan enfermedades a las personas y animales que viven río abajo.



Un hombre propenso alcanza para un vaso de agua; sobre su espalda están cargadas tres grandes sacos que dicen "Control de inundaciones," "Electricidad," y "Riego." Detrás de él, las palabras "para otros."
¿Y qué se hizo el agua?

Alternativas a las represas grandes

Si existen planes para construir una represa, lo primero que hay que preguntarse es: ¿Es necesario? Las represas se construyen para controlar las inundaciones y producir electricidad, para el riego y para la provisión de agua para las ciudades. Son servicios que podrían obtenerse de otra manera menos perjudicial.

La segunda pregunta sería ¿Quién se va a beneficiar? En todo el mundo ha habido casos de comunidades que al ver que corrían el peligro de sufrir daños por la construcción de una represa se opusieron a aceptar su construcción. En muchos casos han propuesto alternativas, y han tenido éxito.

Control de inundaciones. Si es posible, se debe evitar construir en los terrenos inundables naturales y en los humedales. Mejore los sistemas de alerta para ayudar a la gente a prepararse para las inundaciones. Si se conserva el flujo natural de los ríos se pueden evitar las inundaciones de manera más eficaz que construir represas.

Electricidad. Anime a los gobiernos y a los planificadores a promover la energía eólica (del viento), solar, o proyectos pequeños de generación de energía hidráulica (del agua) ubicados en el lugar en que ésta se utilizará. La energía administrada y controlada localmente es más sostenible para los habitantes de las ciudades y pueblos, así como en áreas rurales (ver Capítulo 23).

Riego. Los proyectos locales de desarrollo permiten dar más seguridad de contar con agua que una represa grande. En el estado de Gujarat en la India se han construido miles de pequeñas represas de control para recolectar el agua de lluvia y utilizarla en la estación seca, y reabastecer el agua subterránea. El gobierno y los pobladores compartieron los costos de construcción de las represas de control. Muchos pobladores que antes tenían agua para regar sólo medio año pueden ahora hacerlo durante todo el año.

Si se ha propuesto construir o ya se ha construido una represa en su cuenca hidrográfica

Un desfile largo de personas marchando a través de un rio sosteniendo carteles que dicen "El agua es nuestra, no de las compañías," "No nos moveremos," "Es nuestra tierra," "No represas," y enseñando esqueletos de pescado.

Las comunidades de todo el mundo han estado resistiéndose a la construcción de nuevas represas y proponiendo que se destruyan las antiguas. Han exigido compensación tanto monetaria como en tierras por los daños sufridos como consecuencia de las represas. Algunas comunidades también exigieron cambios en los métodos de control de las represas a fin de hacer que los ríos fluyan de forma más natural y reduzcan el daño que las represas causaron (encontrará más información en la sección de otros recursos sobre la salud ambiental).

Una asociación entre tribus logra proteger el río Yukon

En Alaska y en el Territorio del Yukon, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, el magnífico río Yukon fluye a lo largo de 3.700 kilómetros y atraviesa muchas poblaciones y aldeas. La amenaza de la contaminación ha llevado a 60 comunidades indígenas a firmar un tratado poniéndose de acuerdo para trabajar juntos como socios en las tareas para mantener el río limpio para las generaciones futuras. Las tribus formaron una alianza conocida como Comité Intertribal de la Cuenca del Río Yukon.

El comité no comenzó tratando de limpiar el río entero sino más bien con proyectos pequeños y objetivos claros. Uno de sus primeros programas fue prohibir el uso de las bolsas de plástico en los pueblos que se extienden a lo largo del río. Al prohibir las bolsas de plástico, la gente se dio cuenta de que asumir una responsabilidad personal marcaba una gran diferencia en las tareas para proteger la cuenca.

Un grupo de poblanos están sonriendo mientras ven a un señor mayor firmar un trato.

Una vez que la prohibición de las bolsas de plástico tuvo éxito, las comunidades comenzaron a recoger pilas usadas, aceites y autos viejos. Cada una de las comunidades de la cuenca construyó un depósito y colocó un basurero para las pilas, manteniendo así las sustancias tóxicas lejos del agua y de la tierra. Luego se dedicaron a convencer a todas las aerolíneas pequeñas, a las compañías navieras y a las bases militares del lugar para que se deshicieran de manera segura de las pilas usadas, los automóviles y el aceite.

En la actualidad los gobiernos tribales de Yukon están mejorando los sistemas de tratamiento de aguas negras y los basureros y creando programas para reciclar y reutilizar la basura. Enseñan a los jóvenes a verificar la calidad del agua y reconocer los signos de contaminación.

El Comité Intertribal de la Cuenca del Río Yukon estableció relaciones con los gobiernos tribales, estatales, locales y nacionales en Canadá y los Estados Unidos, con grupos ambientalistas y de varias cuencas hidrográficas, con agencias de cooperación (donantes) y asesores externos. Por reunir a todos estos grupos, el comité pudo elaborar un plan que incluyera a todos implicados en la cuenca hidrográfica y recaudar suficientes recursos para realizar las tareas necesarias.

Empezando con pequeñas medidas y dando luego pasos más grandes, el comité estimula los cambios lentos pero efectivos. Uno de los miembros del comité dijo: “cuando era niño, bebía agua directamente del río, en 50 años, podremos volver a hacerlo”.