Hesperian Health Guides

Protección y rehabilitación de las cuencas

En este capítulo:

Dado que la tierra en las cuencas generalmente es propiedad de diferentes personas, puede ser difícil obtener la cooperación de todos para rehabilitar y mejorar la cuenca. Sin embargo, dado que la cuenca incluye a todo el mundo, es importante que en las tareas de protección de ésta participen tantas personas como sea posible.

El desarrollo sostenible protege las cuencas hidrográficas

Algunos cambios en las cuencas, tales como la construcción de caminos, la construcción de represas en los ríos para riego o generación de energía eléctrica o el drenaje de las cuencas para reducir la producción de insectos, se realizan con la esperanza de mejorar la vida de las personas. Sin embargo, si estos cambios se hacen sin tomar en cuenta el movimiento natural de las aguas a través de las cuencas, pueden causar más daños que beneficios.

Ilustración de lo siguiente: Un rio corre por un paisaje con casas, bosque, tierras de cultivo, humedales, y una fábrica.
Las casas y los negocios se construyen lejos de las orillas de los ríos.
Los bosques hacen que el agua escurra lentamente y se extienda en los terrenos inundables.
Las vueltas naturales del río reducen las inundaciones.
Los humedales filtran la contaminación y absorben las aguas de las inundaciones.

Son muchas las medidas que se pueden tomar para mejorar las condiciones de vida sin deteriorar las cuencas, manteniéndolas saludables para la gente, ahora y en el futuro.

  • Construya casas, caminos y asentamientos sin cambiar el curso natural de las aguas que fluyen por las cuencas y sin causar erosión; de este modo se evitarán las inundaciones periódicas.

Los beneficios de proteger las cuencas hidrográficas

Con frecuencia la protección de cuencas implica resolver conflictos sobre propiedad de tierras, delimitar las propiedades, planificar el flujo de aguas, establecer convenios entre vecinos sobre la utilización de tierras y agua, y recaudar y compartir los recursos necesarios para realizar las tareas necesarias.

En muchas comunidades no es fácil llevar a cabo estos proyectos. Es posible que los gobiernos locales y regionales se involucren en la resolución de los conflictos, a veces para bien y otras para mal.

No obstante, si las personas logran cooperar para proteger la cuenca, podrán disponer de más agua. Como la escasez de agua origina o empeora los conflictos, tener más agua podría mejorar las relaciones entre los vecinos y al mismo tiempo proteger la salud de la comunidad.

[[Image:EHB_Ch9_Page_162-1.png|275px|center|alt=un granjero en un campo de cultivos se da la mano con un hombre parado con una vaca.]
Si las comunidades trabajan para proteger las
cuencas, habrá más agua para todos.

Algunos de los beneficios que se obtienen al proteger las cuencas son:

  • Aumento de la cantidad y calidad del agua en los pozos y manantiales.
  • Mejor rendimiento de las cosechas, incluso en la época seca.
  • Ganado más sano.

Con más agua, se producen más cultivos. Esto aumenta los ingresos de las personas y hace que permanezcan en el lugar en vez de irse a otra parte en busca de trabajo.

La historia "Deterioro de la cuenca del valle del río Aguán" continúa aquí.


Mejoramiento de la salud en el valle del río Aguán

El huracán que devastó a Honduras afectó a todos en la cuenca del río Aguán, así que todos estaban dispuestos a trabajar juntos para recuperarse. La gente de los pueblos y aldeas de todo el valle comenzó a reunirse. Se habían producido derrumbes por todos lados y muchas personas perdieron sus viviendas. Con la ayuda de la Iglesia Católica, comenzaron a debatir cómo resolver sus problemas de manera permanente.


A medida que reconstruían sus comunidades, se dieron cuenta que la protección de la tierra dependía de la forma en que sembraban. Los agricultores podrían mejorar el suelo y evitar la erosión sembrando en hileras alrededor de los cerros (en curvas de nivel), en vez de hacerlo de arriba hacia abajo. Las zanjas de drenaje, los muros de piedra y otras barreras que hicieron podrían proteger sus laderas. Los agricultores se alegraron de poder aprender nuevas medidas para proteger sus tierras, aunque sabían que los principales causantes de los daños eran los hacendados que criaban ganado y los propietarios de las plantaciones.


Los pobladores y los agricultores comenzaron a visitar a las familias propietarias de extensas plantaciones bananeras o haciendas con mucho ganado y hablaron con los grandes terratenientes acerca de la importancia de proteger el agua para todos. “No solamente los pobres sufren los efectos del daño de la tierra y de la contaminación del agua” les dijeron. “Se trata de todos nosotros”.


Con el tiempo, incluso los terratenientes más ricos del valle comenzaron a colaborar con las tareas de recuperación. Algunos estuvieron de acuerdo con poner un cercado en los arroyos y manantiales para mantener fuera al ganado. Otros, propietarios de tierras en los cerros, permitieron que los propietarios de tierras en la parte baja sembraran árboles en las laderas de los cerros. Los agricultores de los valles se pusieron en contacto con los propietarios de las tierras altas y les ofrecieron cambiar parte de su tierra por el permiso de cercar y proteger las tierras altas.
Una mujer parada en la puerta de su casa habla con otra mujer.
Para los hacendados resultaba mejor tener tierras en los valles para su ganado y para la comunidad era mejor mantener el ganado fuera de la cima de los cerros, de modo que el plan fue útil para todos.


Después del huracán los pobladores del valle del río Aguán comenzaron a establecer buenas relaciones entre ellos; antes ni siquiera se hablaban. Entendieron que si protegían la cuenca hidrográfica mejoraría la calidad del agua y sus hogares serían más seguras para ellos y para sus hijos. Se trataba de un plan benéfico para la cuenca y para la comunidad.

Planificación de un proyecto comunitario para mejorar la cuenca hidrográfica

El equipo de protección de la cuenca del valle del río Aguán dio los siguientes pasos para comenzar su trabajo:

Ilustración de lo siguiente: un grupo de aldeanos hablan mientras están reunidos en la orilla de un rio.
¿Por qué cree que el río está tan contaminado?
El agua de la parte baja del río, junto a la fábrica, está más caliente que antes. Las rocas, donde mi marido se ponía a pescar, están cubiertas de limo.
  1. Investigar en qué condición se encuentra la cuenca
    En un grupo, conformado por líderes de la comunidad, profesores y otras personas, visite y vea los lugares importantes para la salud de la cuenca. Dependiendo del tamaño de la cuenca, estas tareas pueden durar un día o varias semanas.

    Visite las principales corrientes de agua y ríos y determine si están conectadas entre sí. Tome nota de quiénes viven allí, en qué lugar de la cuenca y cómo se utilizan la tierra y los recursos en las diversas zonas. Visite los lugares donde la gente recoge el agua, así como aquellos donde el agua puede haberse contaminado (por ejemplo cerca de las fábricas, pastizales y lugares donde se acumulan los desechos) y otras áreas que considere importantes.

    Hable con la gente acerca de los cambios que ellos han notado a través del tiempo. Los cazadores y los pescadores son los que saben dónde están los animales, y dónde acostumbraban a estar en diferentes épocas del año. Encontrará en su propia comunidad a gente que conoce muy bien la cuenca hidrográfica.
  2. Ilustración de lo siguiente: Dibujo etiquetado "Nuestra cuenca."

    casas
    fuente
    de agua
    sanitario
    ganado
    cerros
    fábrica
  3. Haga un mapa o un dibujo de la
        cuenca hidrográfica

    Después de estas visitas, hable sobre lo aprendido y determine la mejor manera de divulgar la información a toda la comunidad. Analice las cosas que pueden causar daño a la tierra y al agua. Podría ser muy útil elaborar un mapa de la cuenca hidrográfica y marcar los lugares que causan preocupación. Las personas mayores pueden ayudar haciendo mapas de cómo eran las cosas antes y de cómo cambiaron.
  4. Organice una reunión comunitaria
    Organice una reunión con la gente de todas las comunidades de la cuenca. Es importante invitar a los promotores de salud, los responsables del agua y el saneamiento, los dueños de terrenos, los comerciantes y los que recogen agua.

    Utilice el mapa o los dibujos que hizo para explicar los problemas encontrados. Estimule a las personas a hablar sobre los problemas de salud que les preocupan y conversar sobre cómo dichos problemas hayan sido causados por la contaminación del agua, la deforestación, la erosión de los suelos y otros problemas de la cuenca. Recuerde de hablar no sólo del agua superficial, sino también del agua subterránea.

    El propósito es comenzar a movilizarse a partir de la identificación de los problemas para lanzar un proceso de resolverlos. A medida que se trate cada asunto, pregunte: ¿Cómo comenzamos a resolver este problema inmediatamente? ¿Necesitamos apoyo técnico, dinero u otros recursos? ¿Quiénes quieren participar?
  5. Un grupo de personas en una reunión conversan sobre un mapa llamado "Nuestra Cuenca."
  6. Creación de asociaciones
    Las reuniones y las caminatas por la cuenca hidrográfica sirven para estimular las relaciones entre los diferentes habitantes. Organice reuniones con los habitantes de la parte baja de la cuenca, y separadamente con los habitantes de la parte alta. A continuación organice reuniones con los representantes de los diferentes grupos. Identifique las metas comunes y determine cómo pueden trabajar para lograr estas metas, de manera que todos salgan beneficiados.

    A veces resulta difícil crear asociaciones, especialmente si la cuenca es grande. Puede ser que haya que coordinar entre diversos grupos locales y también comités municipales o regionales. Con frecuencia los diversos grupos tienen sus propias ideas sobre lo que debe suceder y podría ser difícil comprender o aceptar las necesidades e ideas de los demás. Las diferencias en el poder, los recursos y la influencia pueden causar serios conflictos. Pero si respetan las necesidades y el aporte de todos, no sólo de los ricos o los de alta posición social, se pueden crear asociaciones muy sólidas. La franqueza y la honestidad desarrollan la confianza mutua. Si todos los socios contribuyan a la asociación, todos puedan beneficiarse de ella.

    Piense en los acuerdos que hicieron en el valle del Aguán: un grupo sembró árboles en tierras de otros; los rancheros cercaron los arroyos y manantiales; y algunos incluso intercambiaron sus tierras. La determinación, la paciencia y las ventajas de tener agua abundante y limpia permitieron el éxito de las asociaciones.
  7. Haga un plan de acción
    Establezca unas metas claras y haga un plan de acción. Una meta puede ser tener árboles que crezcan cerca de todas las fuentes de agua en 5 años. Otra podría ser proteger un río de modo que pueden beber de sus aguas dentro de 50 años.

    En el plan de acción puede incluirse la protección de algunas tierras, no utilizándolas en absoluto, especialmente aquellas que estén cerca de los arroyos o en la cima de las montañas. Ponga unos letreros que digan “Reserva de la cuenca hidrográfica. Se prohíbe utilizar estos terrenos”, o marque los árboles con pintura.

    Los primeros en beneficiarse de la protección de la cuenca son generalmente los habitantes de la parte baja de ésta ya que empiezan a tener más agua disponible y mejores suelos. Incluya en su plan de acción las necesidades de los habitantes de la parte superior de la cuenca, que sólo se beneficiarán más adelante. Si todos en la comunidad trabajan juntos será más probable que el plan tenga éxito.
Plan de acción para la cuenca hidrográfica del valle del río Aguán
Un grupo de personas en una reunión discuten lineas en un cartel.
  1. No corte la vegetación cerca de las fuentes de agua.
  2. Cuide los árboles jóvenes y reforeste las zonas con pocos árboles, en particular cerca de las fuentes de agua.
  3. Instale viveros comunitarios para la reforestación.
  4. Organice grupos encargados del control de incendios forestales. Enseñe a los agricultores del lugar a no quemar sus campos, o a controlar los fuegos.
  5. Cerque las fuentes de agua y ponga letreros que digan “Área protegida”.
  6. Pida a los agricultores a usar abonos ecológicos, sembrar en curvas de nivel, reciclar los residuos y construir muros de contención para conservar el suelo.
  7. Desestimule el uso de plaguicidas y fertilizantes químicos.
  8. Trabaje con el gobierno local y las comisiones del agua para trasladar los sanitarios, los sistemas de tratamiento de aguas negras y las áreas de lavandería a lugares alejados de las fuentes de agua.
  9. Organice la recolección de basura, y evite que se vacíe en los arroyos o ríos.
  10. Traslade el ganado lejos de las fuentes de agua, y marque las áreas donde el ganado no debe pastar.
  11. Asegúrese de que las personas recién integradas a la comunidad y los negocios nuevos estén informados sobre la cuenca y cómo pueden colaborar en cuidarla.

Estas medidas pueden servir de modelo para cualquier proyecto comunitario de protección de cuencas. Lo más importante es involucrar a la mayor cantidad posible de personas en convenios que beneficiarán a todos a largo plazo.