Hesperian Health Guides

Adaptaciones de bajo costo que facilitan el acceso a los edificios

En este capítulo:

Los edificios pueden ser diseñados para acoger a toda la gente o para impedir la entrada de algunos. No se necesitan grandes adaptaciones para que un edificio sea más accesible y fácil de usar. Es asombroso lo que se puede lograr con unos cuantos senderos allanados, rampas, barandales, escaleras con escalones menos altos, elevadores o ascensores, baños más grandes y pisos que no son resbalosos.

Barandales (o cuerdas)

Es útil tener barandales o cuerdas a lo largo de los caminos que van a dar a un edificio y de las paredes del interior del edificio. Así, las personas que son ciegas, que tienen problemas de equilibrio o que tienen dificultad para caminar pueden llegar, entrar y encontrar el lugar a donde van.

varias mujeres con discapacidad entran en un centro de salud, usando una rampa y un camino con barandales de cuerda.
Los caminos alrededor de un edificio son más fáciles de usar cuando tienen una superficie lisa, con bordes de otra textura y cuerdas en la orilla para sujetarse. El cambio de textura en los bordes ayuda a las mujeres que son ciegas o que no pueden ver bien que se guíen.

Puertas

una mujer aprieta la manija de una puerta usando su brazo sin mano.

Es más fácil abrir una puerta que tiene manijas en vez de perillas. Las personas que no pueden mover las manos fácilmente muchas veces sí pueden empujar una manija para abajo. Las manijas también son más fáciles de usar para la mayoría de las personas en sillas de ruedas. Además, para cualquiera que está cargando algo, es más fácil abrir una puerta con una manija.

Se puede convertir una perilla en una manija soldando una placa de metal sobre la perilla. Ponga la manija a una altura que una persona de baja estatura o sentada en una silla de ruedas pueda alcanzar fácilmente.

Si la puerta se atora, se pueden lubricar las bisagras con aceite, grasa o cera de abeja.

Hay puertas que impiden el paso de una silla de ruedas. Si hay poco espacio, como por ejemplo en un baño, asegúrese de que la puerta se abra hacia el espacio o el cuarto más grande. Si la puerta se abre hacia el espacio más pequeño, puede ser difícil entrar o salir. Si hay poco espacio, quizás una puerta corrediza sería la mejor solución.

La entrada en sí debe ser suficientemente ancha para que pueda atravesarla una persona en silla de ruedas. Debe haber suficiente espacio para la silla y las manos de la persona sobre las ruedas.

una mujer en silla de ruedas no puede entrar en una letrina porque la puerta abre hacia dentro.
una mujer en silla de ruedas entra en una letrina con puerta que abre hacia afuera.
Muchas veces se puede cambiar las bisagras de una
puerta para que se abra hacia el lado opuesto.

Rampas

Las rampas facilitan la entrada y salida de los edificios públicos (por ejemplo, clínicas, hospitales, escuelas y bibliotecas). Las rampas no sólo sirven a las personas que usan sillas de ruedas sino a cualquier persona que tiene dificultad para caminar.

un muchacho empuja a una mujer en silla de ruedas hacia arriba en una rampa demasiada empinada.
demasiado inclinada
una mujer en silla de ruedas sube por sí sola una rampa no muy empinada.
de buena inclinación
Esta rampa es 4 veces más larga que alta, por eso está demasiado empinada. La mayoría de la gente no podrá usarla, a menos que la distancia sea corta. Las rampas deberían ser de 8 a 12 veces más largas que altas. Esta rampa es 12 veces más larga que alta. Esta inclinación es mejor para las personas que usan sillas de ruedas.

Excusados

un asiento cuadrado con agarraderas y un hoyo en el centro puesto sobre una taza en el piso.

Si usted usa una silla de ruedas, debe haber suficiente espacio para que usted pueda acomodar la silla y moverse de la silla al asiento de la taza. Será más fácil hacer eso si el asiento de la taza está al mismo nivel que el asiento de la silla o un poco más abajo. Si no hay un asiento o si el asiento es demasiado bajo, se puede construir un asiento sencillo con agarraderas y un hoyo. También se puede colocar una barra o una agarradera en la pared donde la persona se puede afirmar para no caerse.

Camas de hospital

una mujer con una muleta intenta subir a una cama alta mientras las ruedas rodan.

Muchas personas se quejan de que es difícil subirse a las camas de hospital. Por lo general, esas camas son más altas que las camas que la gente usa en casa porque es más fácil que los trabajadores de salud cuiden a los enfermos sin tener que agacharse.

Pero para una persona enferma o discapacitada, puede ser muy difícil subirse a una cama alta. Y como las camas de hospital generalmente están sobre ruedas, puede ser peligrosa, porque la cama puede empezar a rodar cuando la persona está tratando de subirse.

una mujer con una muleta sube a una cama baja que no tiene ruedas.

Si algunas de las camas de hospital fueran más bajas y no tuvieran ruedas, cada persona podría optar por usar el tipo de cama más adecuada para ella y para su situación mientras esté en el hospital.