Hesperian Health Guides

Cómo defenderse de la violencia

En este capítulo:

La defensa propia

Aunque tenga una discapacidad, no tiene que aceptar que es débil y que siempre tendrá que depender de los demás. Puede aprender a defenderse contra el maltrato, la violencia o la agresión sexual.

Puede empezar por pedirle a la gente que no le ayude cuando no lo necesita o no lo desea. Ésa es una forma de demostrarle a la gente que usted tiene fuerza, puede tomar decisiones por su cuenta y no necesita que nadie más hable en su nombre. No dude en rechazar la ayuda de alguien, aunque esa persona tiene buenas intenciones, y aunque se moleste que usted no acepta su ayuda. Si hay otras personas cerca de ustedes, hable bastante fuerte para que también la oigan. Ensaye a ser firme con las personas que realmente quieran ayudarle cuando usted no lo desea de manera cortés, sin ofenderlas.

un hombre toca el brazo de una mujer con muletas.

Si los hombres piensan que la pueden tocar cuando quieren, es posible que también piensen que se pueden aprovechar de usted aun más. Si alguien la toca sin pedirle permiso, dígale estas 3 cosas:

  1. “Me está tocando.”
  2. “No me gusta que me toque.”
  3. “Quíteme las manos de encima.”


Si la persona la toma del brazo o si empieza a empujar su silla de ruedas, dígale en voz alta y firme:

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“Está empujando mi silla.”
“No empuje mi silla.”
“No quiero que me empuje.”
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“Usted me tomó del brazo.”
“Suélteme.”

Si alguien se le acerca y usted piensa que la
va a lastimar, haga esto:

una mujer en silla de ruedas habla con los brazos levantados como barrera.
¡ALTO! ¡Quédese allí!


una mujer en silla de ruedas está sentada derecha mientras agarra las ruedas firmemente.
Esta mujer parece alerta y segura de sí misma.

Muchas veces eso basta para ahuyentar al atacante. Él pensará que le va a costar mucho trabajo aprovecharse de usted. Pero si se le sigue acercando, grite para pedir ayuda.

Los atacantes generalmente escogen a personas que les parecen fáciles de agredir. Y una mujer con una discapacidad de cualquier tipo puede aparecer muy vulnerable, sobre todo si se ve perdida o desorientada. Por eso, no sólo es necesario saber cómo resistir a un atacante con el cuerpo. Es igual de importante mostrar una actitud de mucha confianza en sí misma. De hecho, ese tipo de actitud es generalmente la mejor manera de protegerse como mujer: hay que moverse, hablar y actuar como si tuviera derecho a estar donde quiera que esté. Debe actuar de una forma confiada, fuerte y orgullosa. Lea mayor información sobre la autoestima.

Qué hacer si alguien la ataca

Si una mujer se defiende contra alguien que trata de hacerle daño, muchas veces logra evitar que la violen. Algunas personas piensan que si la mujer trata de impedir que la violen, el atacante sólo se enojará más. Pero el atacante de por sí es peligroso y, si la mujer trata de defenderse, tal vez logre escaparse, demostrándole al atacante que le costará mucho trabajo violarla.


Si alguien la ataca o trata de violarla, haga todo lo que pueda para escaparse:

  • Haga algo que le dé asco al atacante; por ejemplo, babee o escupa.
  • Rasgúñele, golpéele o patéele las partes blandas del cuerpo, como por ejemplo, los ojos, la nariz o los testículos (huevos).
  • Ruede su silla hacia el atacante tan rápido y tan fuerte como pueda.


Haga ruido o grite: ¡NO! Grite: ¡AYÚDENME! tan fuerte como pueda. Échele chile en polvo, pimienta o tierra en los ojos. Le dolerán mucho y quedará ciego un rato. Tal vez usted logre escaparse.
una mujer grita cuando un hombre la ataca.
¡NO!
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Si es fácil que usted pierda el equilibrio, será mejor que se siente antes de empezar a defenderse. Cuando el atacante se agache, péguele en la nariz o en los ojos. Si no puede usar las manos, déle un cabezazo en la nariz.
una mujer hincada agarra su bastón para defenderse.
una mujer sin brazos golpea la cara de un hombre con su cabeza.
Si usa muletas, tiene débiles las piernas o no tiene buen equilibrio, podrá defenderse mejor hincada o sentada. Una vez que se siente, píquele el cuerpo con su muleta o su bastón.


Si usa un bastón, no deje que el atacante lo tire de sus manos. Sin el bastón, es posible que usted quede desorientada. Si piensa que alguien está a punto de atacarla, voltee la parte más gruesa y corta del bastón hacia el atacante. Píquele el cuerpo con el bastón lo más fuerte que pueda. No menee el bastón como si fuera un bate de béisbol porque será más fácil que el atacante lo agarre o lo tire de sus manos.

Es mejor picar a alguien con la parte más corta del bastón que menear la parte más larga como un bate.

una mujer ciega pica a un hombre con la punta de su bastón blanco.

una mujer golpea las piernas de un hombre con la punta de su muleta.
Si anda en muletas, úselas como un arma para pegarle.
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Levante la rodilla y úsela para golpear al atacante en los testículos (huevos) lo más rápido y fuerte que pueda.

Si usted es ciega

Si es ciega, es posible que se desoriente si alguien la ataca, pero podrá usar el cuerpo del atacante a su favor. Trate de localizar el lugar donde el cuello se une con el hombro. Es uno de los lugares más fáciles de encontrar rápidamente y será una buena indicación de la posición del resto del cuerpo. Entonces usted podrá pegarle al atacante en las partes blandas del cuerpo.

Pídale a una amiga que le ayude a ensayar a encontrar el hombro rápidamente y luego las partes blandas del cuerpo. Su amiga también podrá ayudarle a ensayar a encontrar un bastón que esté tirado a un lado.

una mujer pequeña hablando.
Recuerde que aunque usted no logre defenderse, no será su culpa si alguien la ataca o la viola.

Ensaye a defenderse

Si ensaya a defenderse, probablemente se sentirá más confiada y a salvo, aunque nunca la ataquen. Ensaye tener una actitud firme y confiada. Piense en diferentes formas de defenderse y pruébelas con otras mujeres. Si gusta, forme un grupo para que todas ustedes aprendan juntas. En algunas clases de defensa propia, las mujeres ensayan a golpear algo lo más fuerte que puedan. Generalmente, golpean a un maniquí o a otra mujer que se protege el cuerpo con almohadas o mucha ropa. Eso les sirve mucho a las mujeres que no están acostumbradas a luchar.

Las familias y los asistentes pueden prevenir el abuso sexual

Las niñas y las mujeres que crecen con una discapacidad se acostumbran a que sus parientes, asistentes y trabajadores de salud las toquen, las examinen y las muevan, porque lo hacen con regularidad. Muchas veces, nadie les pide permiso. Pero todas las mujeres—con y sin discapacidad—tienen derecho a decidir quién puede tocarlas.

una mujer hablando.
Siempre hay que tratar con respeto el cuerpo de la mujer.

Si usted es pariente o asistente de una niña con discapacidad, podrá ayudar a prevenir que sufra abuso sexual enseñándole la diferencia entre las ‘buenas’ y las ‘malas’ formas de tocarla. Siempre pídale permiso antes de tocarla. Si ella necesita ayuda con su aseo personal y sus actividades diarias, deje que ella le diga lo que quiere que haga. Deje que le diga cómo tocarle o moverle el cuerpo, porque ella sabe lo que le parece más cómodo. Enséñele a decir que ‘NO’ si alguien la toca de maneras que no le gustan.

Hable con las niñas con discapacidad sobre la violación y el abuso sexual y asegúrese de que aprendan a defenderse.

Si cría a una niña con discapacidad con amor y respeto, ella se convertirá en una mujer confiada y desenvuelta, y así prevendrá que otra gente la trate mal.

Las comunidades pueden prevenir la violencia contra la mujer

Cuando una comunidad piensa que el abuso sexual es una cosa terrible, es raro que alguien se aproveche de una mujer. Cuando las mujeres con discapacidad son parte importante de la comunidad, muy pocas de ellas son agredidas o violadas. Pero en los lugares donde la gente no aprecia a las mujeres con discapacidad, muchas de ellas sufren abusos de todo tipo.

Ayude a las mujeres que sufrieron abuso sexual, sobre todo a aquéllas que además tienen una discapacidad. A veces, los servicios que atienden a mujeres que han sufrido violencia familiar o violación también tienen programas especiales para ayudar a las mujeres con discapacidad. Asegúrese de que sean accesibles los locales donde funcionan esos servicios y que haya información adecuada para las mujeres ciegas o sordas y para aquéllas que tienen problemas de aprendizaje.

Las clínicas, las escuelas, los centros de asistencia psicológica, las iglesias y los líderes tradicionales de la comunidad pueden ayudar a atender la salud mental de las personas que han sufrido abuso sexual. La asistencia psicológica muchas veces les ayuda a esas personas a recuperar la autoestima, la confianza en sí mismas y el bienestar.

una mujer hablando.
Reclute a mujeres para que sean policías y déles capacitación especial para ayudar a las mujeres que sufren abuso.

Explíqueles a los hombres por qué hace tanto daño el abuso sexual y anímelos a participar en discusiones al respecto. Asegúrese de que la policía y otros funcionarios de la comunidad sepan que nunca está bien aprovecharse
de las mujeres con discapacidad. Todos los servicios comunitarios, como la policía, las clínicas y los hospitales, deben contratar a personas que sepan el lenguaje de
señas que se usa en su zona.

Estudie las leyes de su país que sancionan el abuso sexual y la violencia contra la mujer, y explíqueselas a otras personas. Organice reuniones públicas de mujeres con y sin discapacidad para discutir la violencia contra las mujeres y para protestar en su contra. Habrá menos violencia contra la mujer en general cuando las mujeres con discapacidad, los trabajadores de salud y otros miembros de la comunidad hablen abiertamente del problema y actúen para acabar con ello.

un grupo grande de mujeres y hombres en una reunión comunal.
El abuso no es sólo un problema familiar. Es un problema social y de salud comunitaria.
una mujer empleando lenguaje de señas.
Si una mujer dice que alguien se aprovechó de ella, hay que creerle. Hay que apoyarla, sin importar quién sea.