Hesperian Health Guides
La lucha por el cambio
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Lo que las familias y los asistentes pueden hacer
Los cuidados que nos dan nuestros parientes y asistentes nos facilitan la vida de diferentes formas. Ellos también nos pueden ayudar a ser más independientes animándonos a que nos encarguemos de todos los cuidados que podamos hacer nosotras mismas. Aun así, como mujeres con discapacidad, es posible que necesitemos ayuda adicional para:
- conseguir suficientes alimentos nutritivos y agua potable.
- hacer ejercicio y estirar el cuerpo para mantenernos fuertes y flexibles.
- bañarnos y cepillarnos los dientes.
- evacuar la vejiga y el intestino, y cambiar los paños o las toallas sanitarias que usamos para la regla.
- revisar, limpiar y tratar las úlceras por presión.
- guardar algunas medicinas y otros materiales en casa o en un lugar cercano, sobre todos si los servicios médicos quedan muy lejos. Entre otras cosas, hay que tratar de tener a la mano medicinas para el dolor, un antibiótico para las infecciones urinarias y las infecciones de la piel, gasa limpia y todas las medicinas que se usen regularmente para tratar la discapacidad.
La mayoría de nosotras que somos ciegas o sordas nos podemos encargar de nuestras necesidades físicas. Aun así es posible que necesitemos ayuda para conseguir la información necesaria para mantenernos sanas. Por ejemplo, una mujer ciega podría necesitar que alguien le lea información sobre la salud en voz alta, inclusive temas o palabras que no se acostumbran decir. Y una mujer sorda podría necesitar que alguien le comunique los mensajes importantes sobre la salud que se escuche en la radio o que le dé un trabajador de salud.
Lo que se puede hacer en la comunidad
La gente de la comunidad puede hacer muchas cosas para mejorar las condiciones que nos permiten cuidarnos para estar sanas. Muchas mujeres con discapacidad somos pobres y vivimos aisladas. Como cualquier otra persona, necesitamos alimentos nutritivos, agua potable y saneamiento, acceso a la atención de salud y un lugar seguro para vivir. También necesitamos el compañerismo y el respeto de nuestros vecinos. Hable con nosotras y con nuestras familias sobre las cosas que se podrían hacer en la comunidad para ayudarnos a cuidar nuestra salud.
- Algunas de nosotras necesitamos que un pariente o un asistente nos atiendan todos los días. Con la voluntad de los dirigentes y las organizaciones comunitarias, se puede crear una red de apoyo que incluya a otras personas. Así, no dejaremos de recibir los cuidados que necesitamos mientras nuestros parientes y asistentes descansan.
- Muchas mujeres con discapacidad y de mayor edad somos muy pobres, vivimos solas o tenemos mucha dificultad para encontrar a alguien que nos ayude. Vivimos mejor cuando la gente de la comunidad se preocupa de que alguien nos ayude o nos acompañe, o de que recibamos otros tipos de apoyo práctico.
- La gente puede ayudarnos a cultivar nuestras tierras o ir al mercado para obtener suficientes alimentos nutritivos.
- Toda la comunidad puede hacer un esfuerzo para asegurarse de que las mujeres con discapacidad tengan acceso al agua potable.
- Se pueden construir baños y letrinas que las personas con discapacidad puedan usar fácilmente, o se pueden adaptar los baños y letrinas que ya existen.
Para mayor información sobre formas de mantener la salud de la familia y de toda la comunidad, vea el Capítulo 10 de Donde no hay doctor para mujeres, y los folletos Saneamiento y limpieza para un ambiente sano y Agua para la vida.