Hesperian Health Guides

Crear una comunidad donde viven mejor los niños sordos

En este capítulo:

Concientizar a la gente acerca de la sordera

La manera en que los adultos y los jóvenes tratan a los niños sordos puede tener un gran efecto sobre los demás. Por ejemplo, si las personas incluyen a los niños sordos en sus actividades o si se oponen a que se trate mal a esos niños, será más probable que otras personas sigan su ejemplo. A continuación aparece la historia del director de una escuela en Mongolia quien usó su puesto para acabar con los malos tratos que recibían los niños sordos en su escuela.

Una escuela aprende a acoger a los niños sordos

En un pueblo de Mongolia, algunas familias hicieron un gran esfuerzo para organizar clases para niños sordos en la escuela de su zona. Cuando el director de la escuela se enteró de que algunos alumnos se burlaban de los niños sordos, él reunió a todos los alumnos y les explicó que él no iba aceptar ese comportamiento. Les dijo que todos los niños deberían sentirse bienvenidos en la escuela.

Un niño sordo con audífonos habla con su compañero oyente.
Ven a jugar a la pelota con nosotros.
Bien


El comportamiento de todos cambió cuando el director de la escuela insistió en que se tratara mejor a los niños sordos. Con el tiempo, los maestros, los padres y los alumnos empezaron a sentirse orgullosos de las clases para sordos y a sentirse responsables de esos alumnos. Ahora, cuando los niños oyentes se encuentran con sus compañeros sordos fuera de la escuela, son amigables con ellos. Los niños de las otras clases muchas veces visitan la clase de los niños sordos. Además, algunas de las niñas mayores les han enseñado a los niños sordos los pasos complicados de varios bailes tradicionales de Mongolia.

Ayude a la gente a comunicarse con su hija

Los adultos y los niños de la comunidad pueden ayudar a los niños sordos al tomarlos en cuenta y tratarlos con el mismo respeto y la misma amabilidad con que tratan a cualquier persona. Cuando los miembros de la comunidad se comuniquen con los niños sordos, se darán cuenta de que son como todos los demás niños.

Anime a la gente a comunicarse con su hija cada vez que la vean. Presénteles la niña y muéstreles cómo saludarla. Enséñeles la seña o el nombre hablado de la niña. A ella enséñele cómo saludar a la gente. También enséñele la seña o el nombre hablado de cada persona, de la misma manera de que le enseñaría a un niño oyente el nombre o el tratamiento de respeto que debería usar con cada uno de sus conocidos.

Un hombre se arrodilla frente a una niña que no oye bien para hablar con ella.
Buenos días, Alicia.

La gente quizás se sentiría más a gusto en compañía de la niña si usted les explica cómo tratarla y les enseña algunas señas. Explíqueles que podrán comunicarse mejor con la niña si se agachan para estar cara a cara con ella cuando le hablan o le hacen señas. Además, podrán usar ademanes y gestos como si se estuvieran comunicando con un niño oyente.

Las familias de los niños sordos pueden organizar programas con el fin de ayudar a la gente del vecindario a comprender mejor la sordera y la importancia de tratar a todos con respeto. Pueden ayudar a sus amigos y a los grupos de la comunidad a estar más concientes de las ‘diferencias’, y a acoger a los niños que son sordos o que son ‘diferentes’ por alguna otra razón.

Las personas oyentes podrán entender mejor a un niño que no oye bien si pueden tener una idea de cómo se sentiría no oír bien. Los siguientes juegos son una forma divertida de aprender. Esos juegos se pueden usar en juntas de padres o reuniones informativas, o en sitios públicos como iglesias o templos, clínicas, escuelas y otros lugares donde se reúne la gente.

Cómo ayudar a las personas oyentes a entender cómo se siente ser sordo o no oír bien

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Juego: ¿Qué dijiste?
Una persona se tapa los oídos mientras que otra persona le cuenta al grupo una historia graciosa. O una persona se siente lejos del grupo donde no puede oír la historia. Después, otra persona hace preguntas sobre la historia a todo el grupo, incluso a la persona que se tapó los oídos o que se sentó lejos.

Pregúntele a esa persona cómo se sintió al no poder oír bien la historia.

Al final, todos pueden hablar sobre lo que podrían hacer para comunicarse mejor con los niños que realmente tienen dificultades para oír.

Un grupo grande de padres sentados juntos se dan consejos.
¿Qué podría hacer yo para ayudar a Manu a entender la historia?
Haz dibujos que te ayuden a contarle la historia.
Asegúrate de que te pueda ver la cara cuando le hables.
Habla claramente.
Pídele que se siente cerca de ti.
Cuenta la historia con mímicas.

Cómo ayudar a los niños a comunicarse sin hablar

A los niños que les cuesta trabajo oír, generalmente también les cuesta trabajo hablar. Los sonidos del habla que ellos hacen les parecen raros a las personas oyentes. Eso se debe a que las personas sordas no tienen forma de saber cómo suena el habla. Es muy difícil que ellas hablen de la misma manera que las personas oyentes. Por lo tanto, muchas personas sordas deciden no hablar y se comunican únicamente con gestos y ademanes, señas o lengua de señas. Algunas personas que no oyen bien se sienten tímidas y hablan sólo con las personas que conocen bien.

Pregúntele a un grupo de niños si conocen a otros niños de la comunidad que son sordos o que no oyen bien. Hablen entre todos sobre diferentes formas de comunicarse con los niños que tienen dificultades para oír.

Un grupo de niños se fijan en los gestos que hace un niño y se turnan para adivinar el significado.
Dice que está triste.
No, está cansado.
No, ¡se lastimó el brazo!

Juego: Hablar sin palabras
Este juego les ayudará a los niños a entender lo difícil que es la comunicación para los niños que no pueden hablar o que no pueden hablar bien. Para jugar, todos los niños se turnan para tratar de decirle algo al grupo sin usar palabras. Deben comenzar con ideas sencillas, como: ‘Tengo sueño’ o ‘Dame la pelota’. Luego pueden probar cosas más difíciles, como: ‘Estoy perdido y no encuentro mi casa’, o ‘Tuve una pesadilla’.

Después del juego, ustedes pueden hablar sobre lo siguiente:

  • ¿Fue difícil explicar algo sin hablar?
  • ¿Cómo se sintieron cuando los demás no les entendían?
  • ¿Qué hicieron los otros niños que les ayudó a comunicarse? ¿Qué otras cosas podrían haber hecho?
  • ¿Cómo podrían comunicarse con los niños que no pueden hablar?


Luego, ustedes podrían inventar señas que expresen algunas de las cosas que estaban tratando de comunicar. Fíjense cómo es mucho más fácil comunicarse con señas.

Aproveche este momento para hablar con los niños sobre el lenguaje de señas que se usa en su zona y sobre la forma en que las familias pueden inventar señas para comunicarse (vea el Capítulo 4). Lea más sobre cómo ayudar a los niños a aprender algunas señas.

Servicios para los niños sordos y sus familias

Toda la gente necesita servicios básicos, como agua, luz, transporte, educación y atención de salud. Para poder proporcionar servicios como ésos, generalmente es necesario usar los recursos de toda la comunidad. Sucede lo mismo con los servicios que necesitan los niños sordos y sus familias. Los miembros de la comunidad tienen conocimientos, recursos y habilidades que pueden compartir con los demás. Una comunidad entera o un grupo de familias que trabajan unidas pueden lograr muchas cosas, por ejemplo:

  • aprender a probar la audición de los niños pequeños.
Un adolescente maneja una motocicleta cerca de un letrero que dice, “Niño sordo: Maneje despacio”.
Con un letrero como éste, ¡la calle será más segura para todos!
  • ayudar a los trabajadores de salud de la zona a aprender a reconocer y tratar las infecciones de los oídos. Eso podría ayudar a evitar la sordera.
  • encontrar un lugar donde se puedan reunir las familias que tienen niños sordos.
  • organizar clases de habla o de lenguaje de señas.
  • ayudar a las personas oyentes a hablar de tal forma que les puedan entender los niños que oyen sólo un poco.
  • traducir del idioma hablado al lenguaje de señas y al revés, en las escuelas y guarderías.

Un grupo de padres en la India logró que se ofrecieran servicios de audífonos en su pueblo. Así los niños tendrían más cerca a trabajadores de salud capacitados para colocar, mantener y reparar sus audífonos.

Un grupo de padres o una asociación de salud comunitaria pueden invitar a personas u organizaciones a visitar el pueblo y a ofrecer nuevos servicios o a dar capacitación o charlas. Otra posibilidad es que el pueblo junte dinero y mande a alguien a recibir capacitación. Cuando esa persona regrese, podrá capacitar a otras.