Hesperian Health Guides

Cómo mejorar la salud sexual

En este capítulo:

Mejorar la salud sexual quiere decir…

  • aprender acerca de nuestros cuerpos y qué nos da placer. Lea a continuación para más información sobre el placer sexual.
  • reducir el riesgo de tener embarazos no deseados y de contraer infecciones de transmisión sexual. Para lograr eso, las mujeres necesitan tener acceso a la información acerca de los métodos de planificación familiar y cómo prevenir las infecciones, incluyendo el VIH. Las mujeres también necesitan poder controlar cuándo usar esos métodos. Hay varios métodos de la planificación familiar y usted puede seleccionar el método que sea más apropiado para usted. También puede leer más sobre cuáles son las prácticas sexuales menos riesgosas.
  • cambiar los papeles sexuales que son perjudiciales, incluyendo las creencias dañinas acerca de la sexualidad de la mujer. Este tipo de cambio toma tiempo, porque requiere que los hombres y las mujeres desarrollen nuevas formas de tratarse.
El respeto mutuo se muestra en muchas áreas de la vida.
muestra una familia en una cocina donde el hombre lava platos y los hijos e hijas barren y secan y guardan platos.

Tanto las mujeres como los hombres pueden sentir—y controlar—sus deseos.

Lo que da placer a una persona no debe causar daño a otra.

Cómo disfrutar más el sexo

Es normal que cada hombre y cada mujer quiera compartir el placer sexual con su pareja. Cuando cada miembro de la pareja sabe lo que le agrada al otro, ambas personas pueden disfrutar más el sexo.

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Si una mujer no disfruta el sexo, eso puede deberse a muchas razones. Puede que su compañero no se dé cuenta de que el cuerpo de ella reacciona de una manera diferente a las caricias sexuales que el cuerpo del hombre. O puede que a ella se le haya enseñado que las mujeres deben disfrutar el sexo menos que los hombres, o que ella no debe decirle a su compañero lo que le agrada. Quizás a ella le llegue a gustar más el sexo si entiende que las mujeres pueden disfrutar el sexo tanto como los hombres y que eso no es nada malo.

Cómo responde el cuerpo de la mujer al placer sexual

Las relaciones sexuales muchas veces comienzan con besos, palabras o miradas que excitan a una persona. Puede haber diferencias en las formas en que las mujeres reaccionan a los pensamientos y las caricias sexuales. Puede que una mujer empiece a respirar con más fuerza, y que su corazón lata con más rapidez. Los pezones y la piel se le pueden poner muy sensibles.

El clítoris se pone duro y se puede hinchar. Los labios y las paredes de la vagina se humedecen y se vuelven más sensibles. Si los pensamientos y las caricias sexuales continúan, la tensión sexual va aumentando hasta que la mujer alcanza la cumbre del placer y tiene un orgasmo.

Cuando el hombre alcanza la cumbre del placer, su pene suelta una mezcla de espermas y líquido que se llama semen. Si eso pasa dentro de o cerca de la vagina de la mujer, los espermas pueden nadar hasta el interior de la matriz o de las trompas. Si hay un óvulo allí, es posible que uno de los espermas lo fecunde y que así la mujer quede embarazada.

Con frecuencia, la mujer se tarda más en alcanzar el orgasmo que el hombre. Pero cuando ella llega al orgasmo, su cuerpo suelta toda la tensión y la energía, y ella se siente relajada y llena de placer.

Casi todas las mujeres pueden tener orgasmos, pero muchas mujeres sólo los tienen de vez en cuando, o no los tienen nunca. Si una mujer lo desea, ella puede aprender a tener orgasmos, ya sea tocándose a sí misma (vea la página siguiente) o explicándole a su compañero lo que a ella le causa placer.

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Una mujer puede tener sexo con un hombre, con otra mujer o consigo misma.

El tocarse para causarse placer
(masturbación)

Para una mujer, el tocarse a sí misma puede ser una buena forma de aprender qué tipos de caricias sexuales son las que más le gustan.

Una mujer se puede tocar a sí misma de maneras que producen placer sexual. Esto no desgasta el deseo sexual. Para la mujer, el tocarse puede ser una buena forma de aprender más acerca de su cuerpo y de descubrir qué tipos de caricias sexuales le causan el mayor placer. En muchas comunidades, la gente cree que es malo que una persona se toque a sí misma, así que a muchas personas les da vergüenza hacerlo. Pero no es dañino que una mujer se toque a sí misma, siempre y cuando ella no tenga inquietudes al respecto. Siempre y cuando se meta un objeto en la vagina, ésto debe estar tan limpio como posible.

Escoja un lugar privado cuando sepa que nadie la interrumpirá. Tal vez le ayude pensar en un amante o una situación que le haya hecho sentirse muy sensual. Acaríciese los pechos o los genitales de diferentes formas para ver qué es lo que la excita. No hay maneras correctas o incorrectas de acariciarse—cualquier cosa que le dé placer está bien.

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Falta de deseo

Si una mujer ha sido violada o forzada a tener relaciones sexuales, puede que ella necesite dejar que pase un tiempo antes de que pueda volver a sentir deseo sexual. O tal vez necesite hablar con alguien en quien ella confíe o con una trabajadora de salud mental.

Muchas cosas pueden influir en la cantidad de deseo sexual que un hombre o una mujer sienten. Por ejemplo, cuando están sucediendo cosas emocionantes en la vida—como al comenzar una nueva relación o un nuevo trabajo—el hombre o la mujer pueden sentir más deseo sexual. El deseo que una mujer siente puede variar con su ciclo mensual, o con la época de su vida. Es común que una mujer sienta menos deseo cuando ella...

  • está muy tensa por tener mucho trabajo o un nuevo bebé, por estar enferma o por no tener suficiente de comer.
  • está muy preocupada por algo.
  • tiene a un compañero que no le agrada.
  • teme que otras personas la oigan o la vean teniendo relaciones sexuales con su pareja.
  • tiene miedo de quedar embarazada o de contraer una infección sexual.


Cuando una mujer no siente mucho deseo, su cuerpo produce menos humedad. Por lo tanto, puede ser necesario que ella use un lubricante, como saliva, para que el sexo no le cause dolor. Cuando un hombre no siente deseo, es más difícil que se le endurezca el pene. Quizás eso le cause vergüenza, lo cual a su vez le causará aún más dificultades para endurecer el pene la próxima vez.

Si usted o su pareja están sintiendo menos deseo que antes, traten de perdonarse y de hablar al respecto. Aparten tiempo para tener relaciones sexuales cuando ambos lo deseen y traten de hacer cosas que les produzcan emociones y pensamientos excitantes a los dos.

Si el sexo es doloroso
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El sexo no debe ser doloroso. El dolor durante el sexo generalmente es seña de que algo anda mal. Una mujer puede sentir dolor durante las relaciones sexuales cuando...

  • su compañero la penetra demasiado pronto, antes de que ella esté relajada y tenga la vagina suficientemente húmeda.
  • ella se siente culpable o avergonzada, o no quiere tener relaciones sexuales.
¡IMPORTANTE! El dolor durante las relaciones sexuales puede ser seña de una infección grave si la mujer no se lo sentía antes; si se lo siente después de un parto, una pérdida o un aborto reciente; o si la mujer también tiene un desecho de la vagina. Consulte a un trabajador de salud de inmediato.

Cómo disminuir los riesgos del sexo

¿Por qué practicar el ‘sexo más seguro’?

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Protéjase contra el VIH y otras infecciones sexuales: póngase un condón de látex antes de que los genitales de su pareja toquen los suyos.

El sexo siempre presenta ciertos riesgos, pero hay maneras de hacer que sea ‘más seguro’. Usamos el término ‘sexo más seguro’ para hacerle recordar a la gente que algo ‘menos riesgoso’ no es lo mismo que algo ‘sin riesgo’.

Como cualquier otra infección, las infecciones de transmisión sexual son causados por microbios. Algunas infecciones son transmitidas por microbios que se encuentran en el aire, en los alimentos o en el agua. Las infecciones sexuales se transmiten mediante el contacto sexual. Algunas infecciones sexuales producen llagas genitales o un flujo que sale por el pene o por la vagina. Sin embargo, generalmente no es posible saber si una persona está infectada con tal sólo mirarla, y muchos hombres y mujeres tienen infecciones sexuales sin saberlo.

Los microbios que causan algunas de las infecciones sexuales, (tales como las verrugas genitales o el herpes) se hallan en la piel de los genitales. Se transmiten mediante el contacto de la piel de una persona con la piel de otra. Los microbios que causan otras infecciones (tales como la gonorrea, la clamidia, la hepatitis, la sífilis y VIH, el virus que causa el SIDA) viven en los líquidos del cuerpo de una persona infectada. El contagio ocurre cuando la sangre, el semen, o el flujo vaginal de una persona infectada entra en contacto con la piel de la vagina, del ano, de la punta del pene o de la boca de otra persona. Todas estas infecciones pueden causar problems de salud graves y el SIDA es una enfermedad mortal.

Por todo lo dicho, para tener ‘sexo más seguro’ hay que tener el menor contacto posible con la piel de los genitales de la otra persona y con los líquidos de su cuerpo, a menos que uno esté absolutamente seguro de que esa persona no está infectada.

Diferentes tipos de relaciones sexuales conllevan diferentes riesgos.
WWHND10 Ch12 Page 190-1.pngBesar es seguro.
WWHND10 Ch12 Page 190-2.pngUsar las manos es seguro.
WWHND10 Ch12 Page 190-3.pngEl sexo oral es menos seguro—pero más seguro si usa un condón.
WWHND10 Ch12 Page 190-4.pngEl sexo vaginal es riesgoso—pero menos riesgoso si usa un condón.
WWHND10 Ch12 Page 190-5.pngEl sexo anal es muy riesgoso—pero menos riesgoso si usa un condón.

Prácticas sexuales menos riesgosas

Cada mujer necesita decidir cuánto riesgo está dispuesta a aceptar, y qué cosas puede hacer para protegerse mejor. Las siguientes son algunas maneras en que las mujeres pueden disminuir los riesgos del sexo.

Las prácticas más seguras:
  • Evitar el sexo. Si usted no tiene relaciones sexuales, no se infectará con infecciones sexuales. Algunas mujeres prefieren esta opción, sobre todo durante la juventud. Pero, para la mayoría de las mujeres, esta opción no es posible ni deseable.
  • Tener relaciones con un solo compañero que sea fiel. Usted necesita saber con certeza que la otra persona sólo tiene sexo con usted y nadie más, y que ninguno de ustedes tiene una infección antigua. Solamente se puede saber a través de un examen de infecciones sexuales.
  • Usar condones para el sexo oral. Una barrera de látex o plástico ayuda a no contraer una infección de herpes o de gonorrea en la garganta. También ayuda a no infectarse con el VIH através de pequeñísimas cortadas en la boca (aunque el riesgo de eso es muy leve).
Prácticas seguras:
  • Siempre usar condones de látex—para hombre o para mujer—al tener sexo en la vagina o el ano. Eso requiere la cooperación de su pareja.
  • Tener relaciones sexuales de formas que eviten que los líquidos del cuerpo de su pareja entren a la vagina o el ano de usted. La transmisión del VIH es mucho menos probable cuando el sexo se realiza usando sólo las manos o la boca. Si le entra semen en la boca, escúpalo o trágueselo de inmediato.
Otras maneras de reducir el riesgo:
  • Conseguir que el hombre saque el pene antes de venirse (eyacular). Si él tiene una infección—de VIH o de otro tipo— usted aún podrá contraerla y también es posible que usted se embarace. Sin embargo, el riesgo será mucho menor, pues entrará menos semen en su cuerpo.
  • Usar un diafragma para bajar el riesgo. Vea información sobre el diafragma.
  • Evitar el ‘sexo seco’. Cuando la vagina está seca, se desgarra más fácilmente, lo cual aumenta la posibilidad de infectarse. Use saliva (baba), un espermicida, o un lubricante para humedecer la vagina. No use aceites, lociones o vaselina con los condones, ya que pueden hacer que los condones se rompan.
  • Obtener tratamiento para cualquiera infección sexual que tenga. Si usted ya tiene una infección, será más fácil que contraiga otra.

Toda mujer corre el riesgo de contraer el VIH

Esta historia pudiera haber pasado en cualquier comunidad.

La historia de Fátima
Fátima vive en un pueblo llamado Belén—y ella está muriendo de SIDA. Cuando ella tenía 17 años, se casó con un hombre llamado Guillermo. Varios años después de la boda, Guillermo murió en un accidente en la cooperativa donde trabajaba. Fátima tuvo que dejar a su bebé con los padres de Guillermo para ir a trabajar en la ciudad. Cuando ella podía,mandaba dinero a casa. Su trabajo era muy pesado y ella se sentía muy sola.

Cuando Fátima se enteró de que el gobierno estaba construyendo una carretera cerca de su pueblo, ella consiguió trabajo como cocinera para los obreros de la carretera. Así ella podía estar en casa. Fue entonces cuando Fátima conoció a Emanuel. Él era guapo, siempre traía dinero en los bolsillos y jugaba con la nena de Fátima cuando pasaba por su casa después del trabajo. Cuando el equipo de obreros tuvo que irse, Emanuel prometió regresar.

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Emanuel sí regresaba, pero nunca se quedaba por mucho tiempo. Él había conseguido un nuevo trabajo como migrante. Fátima se preocupaba de que él anduviera con otras mujeres, pero él siempre le decía que ella era la única. Ellos tuvieron un bebé, pero era muy pequeño y enfermizo, y murió después de cumplir un año. Poco después, Fátima también empezó a sentirse mal. La enfermera del dispensario le dió diferentes medicinas, pero nada le ayudó. Por fin ella fue al hospital de la ciudad. Allí le hicieron algunas pruebas y después le dijeron que tenía SIDA. Cuando ella preguntó cómo podía haberle dado SIDA, el doctor le respondió: —No debiste haberte acostado con tantos hombres.

A Fátima nunca se le había ocurrido que ella pudiera contraer el VIH—¡ella sólo había tenido relaciones sexuales con dos hombres en toda la vida! Ella pensó que sólo les daba VIH o SIDA a las prostitutas y a los homosexuales de las ciudades.

¿Por qué pensó Fátima que ella no corría el riesgo de contraer el VIH?

muestra cinco personas que responden a la pregunta.
Ella pensó que sólo a las prostitutas y las mujeres ‘malas’ les podía dar VIH o SIDA.
Ella pensó que si era fiel no estaría en peligro.
Emanuel dijo que era fiel, pero probablemente no era.
Ella compartía los riesgos de Emanuel de contraer el VIH, pero no lo sabía.
Fátima corría el riesgo de infectarse con VIH no por su propio
comportamiento sexual, sino por lo que hizo su pareja.

Compartimos los riesgos que corren nuestras parejas actualmente, y todos los que han corrido en el pasado.

Un hombre y una mujer abrazados pensando lo siguiente:
Yo quisiera hablar de estas cosas, pero no sé cómo.
Me gustaría mucho hablar de estas cosas, pero tengo miedo de lo que él vaya a pensar.

Platicando acerca del sexo más seguro

Si usted cree que su pareja apoyará su deseo de protegerse, lo mejor es que ustedes hablen sobre los riesgos que traen las relaciones sexuales. Sin embargo, ¡eso no siempre es fácil! A la mayoría de las mujeres se les enseña que no es ‘decente’ hablar sobre el sexo—sobre todo con sus compañeros u otros hombres—así que ellas no tienen práctica. He aquí algunas sugerencias:

Enfóquese en la seguridad. Cuando hable sobre el sexo con protección, tal vez su pareja le diga que usted no confía en él. Dígale que la clave no es la confianza, sino la seguridad. Una persona puede tener una infección sexual sin saberlo, o puede contraer el VIH de formas que no tienen nada que ver con el sexo. Por eso, es difícil para cualquier persona saber con certeza que no está infectada. El sexo con protección es una buena idea para cualquier pareja, aunque ambos miembros sean fieles.

Empiece por ensayar con una amiga. Pídale a una amiga que haga como si fuera su compañero y practique con ella lo que a usted le gustaría decir. Trate de pensar en todas las cosas que su compañero podría decirle y ensaye sus respuestas (vea también la siguiente página). Recuerde que él probablemente también se sentirá nervioso, así que trate de ayudarle a tranquilizarse.

Trabaje junto con su comunidad para informar a los hombres y a las mujeres sobre los condones y las formas de usarlos. Eso ayudará a que los condones ganen mayor aceptación.

No espere hasta que estén a punto de tener relaciones sexuales para hablar con su pareja. Escoja un momento privado en que los dos se estén llevando bien. Si ustedes han dejado de tener relaciones sexuales porque hace poco tuvieron un bebé o porque uno de ustedes fue tratado por una infección en los genitales, trate de hablar con él antes de que vuelvan a tener relaciones sexuales. Si usted y su compañero viven lejos uno del otro, o si tienen que viajar mucho, hablen de antemano sobre lo que significaría para su salud sexual si uno o ambos de ustedes tuvieran otros compañeros sexuales.

Informése lo más posible sobre los riesgos del sexo y cómo hacerlo más seguro. Puede que su compañero no sepa mucho acerca de las infecciones sexuales, las formas en que se transmiten ni los efectos que pueden tener a largo plazo sobre la salud. De ser así, puede que él tampoco entienda los verdaderos riesgos del sexo sin protección. Esa información puede convencerlo de la necesidad de tener relaciones sexuales de formas más seguras.

Una mujer abraza a un hombre y dice:
Mi hermano me dijo que él siempre usa condones.

Use a otras personas de ejemplo. A veces, el enterarse de que otras personas están usando protección, ayudará a su compañero a empezar a hacer lo mismo.

Trate de abordar las preocupaciones de su pareja.
Por ejemplo, el usar condones puede ser el modo más fácil de protegerse contra las infecciones y de evitar los embarazos
no deseados. Pero al principio, muchas
personas no quieren usarlos. Hé aquí
formas de responder a algunas de las
quejas más comunes sobre los condones:
Esta página se actualizó el 17 feb 2021