Cada persona nace ya sea con el cuerpo de una niña o con el cuerpo de un niño. Las diferencias físicas determinan el sexo de una persona.
El papel sexual de una persona se refiere a la manera en que una comunidad define lo que significa ser mujer o hombre. Cada comunidad espera que las mujeres y los hombres parezcan y sientan de ciertas formas y que piensen y actúen de ciertas maneras, simplemente por el hecho de ser mujeres u hombres. Por ejemplo, en la mayoría de las comunidades, se espera que las mujeres preparen la comida, que acarreen agua y junten leña, y que cuiden a sus hijos y a su compañero. En cambio, muchas veces se espera que los hombres trabajen fuera del hogar para mantener a sus familias y también a sus padres, y que defiendan a sus familias contra los peligros.
Al contrario de las diferencias físicas entre los hombres y las mujeres, los papeles sexuales son creaciones de la comunidad. Algunas actividades, como lavar y planchar la ropa, están consideradas como 'trabajo de mujer' en muchas comunidades. Pero otras actividades varian de un lugar a otro, dependiendo de las tradiciones, las leyes y las creencias de cada comunidad. Los papeles sexuales pueden variar dentro de la misma comunidad, con el nivel de educación, estatus social o la edad de una persona. Por ejemplo, en algunas comunidades se piensa que las mujeres de ciertas clases deben hacer trabajo doméstico, mientras que otras mujeres tienen mayores opciones en lo que se refiere a su trabajo.
En la mayoría de las comunidades, se espera que las mujeres y los hombres se vistan diferente y hagan trabajo distinto. Esto es una parte de los papeles sexuales.
Cómo se aprenden los papeles sexuales
Los papeles sexuales son transmitidos por los adultos a los niños.
Desde que sus hijos son muy pequeños, los padres tratan a los niños de
manera diferente que a las niñas—a veces sin darse cuenta. Los niños
observan a los adultos cuidadosamente y notan cómo se comportan,
cómo se tratan entre sí y qué papeles juegan en la comunidad.
Al ir creciendo, los niños aceptan estos papeles porque quieren
complacer a sus padres y otros adultos y porque estas personas tienen
más autoridad en la comunidad. Estos papeles también ayudan a los
niños a entender quiénes son y qué se espera de ellos.
A medida que el mundo va cambiando, los papeles sexuales también
cambian. Muchos jóvenes no quieren vivir de la misma manera que sus
padres o abuelos. Puede ser difícil hacer un cambio, pero en la lucha de
las mujeres y los hombres para redefinir sus roles de género, también
pueden mejorar su salud sexual.
Cuando los papeles sexuales son dañinos
Si una mujer cumple con los papeles que la comunidad le ha asignado, puede que ella
sienta satisfacción y aceptación. Sin embargo, esos papeles también pueden limitar las
opciones de esa mujer, y hacer que ella se sienta menos valorada que un hombre. Cuando
eso sucede, todos se perjudican: la mujer, su familia y la comunidad entera.
En la mayor parte del mundo, se espera que las mujeres sean esposas y madres. A muchas
mujeres les agradan estos papeles, pues pueden llenarlas de satisfacción y
elevar su nivel en la comunidad. Otras mujeres preferirían dedicarse a sus
propios intereses, pero sus familias y sus comunidades no les dan esa
opción. Si se espera que una mujer tenga muchos hijos, ella tendrá menos
tiempo de ir a la escuela o de capacitarse de otras formas. Ella
gastará la mayor parte de su tiempo y de su energía satisfaciendo
las necesidades de otras personas. O, si una mujer no puede
tener hijos, puede que su comunidad la valore menos que a otras
mujeres.
No molesten
a su papá. Él trabaja mucho y necesita descansar.
La mayoría de las comunidades valoran más el trabajo del hombre que el trabajo de la mujer. Por ejemplo, puede que una mujer trabaje todo el día y luego cocine, haga la limpieza y cuide a sus hijos de noche. Pero como al trabajo de su esposo se le da mayor importancia, ella se preocupa por el descanso de él y no por el suyo. Sus hijos crecerán pensando que el trabajo del hombre es más importante, y valorarán menos a las mujeres.
Mucha gente considera que las mujeres son más emotivas que los hombres
y a ellas se les permite expresar sus emociones libremente. Por otro lado,
a los hombres se les enseña que no es ‘macho’ expresar emociones como
el miedo, la tristeza o la ternura. Por eso, ellos aprenden a esconder sus
sentimientos o a expresarlos de formas enfurecidas o violentas, que son más
aceptables para los hombres. Cuando los hombres no pueden expresar sus
emociones, los niños pueden sentirse más alejados de sus padres. Además es
difícil para los hombres conseguir el apoyo de otras personas para resolver
sus problemas si no aprenden cómo dar voz a sus necesidades emocionales.
A las mujeres muchas veces se les desanima a
acudir a las reuniones comunitarias o a participar
en ellas. Por lo tanto, la comunidad sólo oye
lo que los hombres opinan. Como las mujeres
saben mucho y tienen mucha experiencia, toda
la comunidad se perjudica cuando ellas no
pueden discutir problemas y ofrecer sugerencias
para realizar cambios.
A las mujeres y los hombres que tienen relaciones sexuales con personas del mismo sexo
(homosexuales o lesbianas) a veces se les hacen sentir como si no pertenecieran a su
propia comunidad. Aunque sean respetados de otras formas, se pueden ver forzados a vivir
y amar en secreto, y a sentirse avergonzados de sí mismos. En algunos lugares, el temor o
la ignorancia acerca de la homosexualidad puede hacer que algunas personas incluso los
ataquen físicamente. La salud mental y sexual de cualquier persona se perjudica cuando tiene
temor o se siente avergonzada de ser quien ella es.