Hesperian Health Guides

La lucha por el cambio

En este capítulo:

Por todo el mundo, millones de mujeres mueren sin razón a causa de problemas relacionados con el embarazo y el parto. Muchas de estas muertes ocurren porque la mujer o su familia esperan demasiado tiempo antes de conseguir ayuda en las emergencias. He aquí la historia de un grupo de mujeres africanas que lucharon por entender y resolver algunos de esos problemas en su comunidad.

Durante la última época de lluvias mi amiga Alaba estaba embarazada. Cuando llegó el momento del parto, su esposo estaba de viaje. Varias mujeres fueron a ayudar a Alaba. Pero el parto se prolongó demasiado y Alaba empezó a sangrar. Yo dije que necesitábamos llevarla a un centro médico, pero nadie podía decidir qué hacer. Su esposo no estaba y a él le tocaba decidir. Poco después, nos dimos cuenta de que Alaba y su bebé no podrían sobrevivir. Los dos murieron frente a nosotras.


Esto me hizo sentir muy triste, pues Alaba era mi amiga y no pudimos ayudarle. Empecé a hablar con otras mujeres en mi aldea. Teníamos que hacer algo para resolver este problema. Alaba no era la primera mujer que había muerto al dar a luz. Además muchas mujeres perdían a sus bebés durante el parto. Algunas mujeres dijeron que así eran las cosas en nuestra aldea y que debíamos aceptarlas. Pero nosotras dijimos que no, que podíamos hacer algo para resolver estos problemas.
Decidimos tener una reunión para aprender más acerca de la muerte de los bebés y las mujeres durante el parto. En la reunión decidimos hablar con las familias que habían tenido este problema. Seis mujeres de nuestro grupo quedaron en visitar a familias en que una mujer había muerto a causa de un parto difícil en los últimos dos años, o en que una mujer aún se estaba recuperando de un parto difícil.

muestra una mujer que conversa con un hombre que cuida a dos niños pequeños que se ven preocupados.

Aprendimos varias cosas importantes. Todas estuvimos de acuerdo en que el problema principal era que las mujeres esperaban demasiado tiempo antes de llamar a un doctor o ir a un centro médico. A veces, una mujer no puede pedir ayuda sin el permiso de su esposo. Muchas veces, como le pasó a mi amiga Alaba, el esposo no está en la aldea cuando su mujer necesita su permiso para conseguir ayuda. Los vecinos tienen miedo de ayudar porque no quieren que el esposo se enoje o se ofenda. También descubrimos que la mayoría de los esposos no saben a qué riesgos se enfrenta la mujer durante el parto.

muestra 4 mujeres sentadas conversando

Aunque el centro de salud queda a 12 kilómetros de nuestra aldea, decidimos caminar hasta allá para hablar con la partera que trabaja allí. Le contamos lo que habíamos descubierto, y le pedimos que nos ayudara a encontrar formas de resolver nuestro problema. La partera tenía muchas ganas de ayudarnos. Ella habló con el jefe de nuestra aldea y pidió reunirse con los ancianos que son nuestros líderes. Durante la reunión, la partera habló con los ancianos sobre los riesgos de los partos prolongados. También les explicó lo que habíamos descubierto en cuanto a las muertes durante el parto de las mujeres en nuestra aldea. Los ancianos estuvieron de acuerdo en que éste era un problema muy grave para toda la comunidad. Le preguntaron a la partera cómo se podría solucionar el problema. Ella les informó que éste no era sólo un problema en nuestra aldea, sino en todo nuestro país. Sugirió que la aldea escogiera a 12 hombres y 12 mujeres para que fueran a un taller de 5 días sobre la salud reproductiva y la planificación familiar. Las personas seleccionadas trabajarían como promotores de la salud reproductiva, para educar al resto del pueblo.

dos mujeres acompanan a una mujer embarazada a un carro y dos niños pequeños son acogidos y consolados por otra mujer.

Después del entrenamiento, los hombres que habían acudido se dieron cuenta de que ellos tenían que participar activamente en la solución del problema. Decidieron esforzarse por informar a los otros hombres sobre los riesgos del parto y enseñarles cómo ayudar a las mujeres cuando estaban dando a luz. También decidieron formar un comité de transporte para ayudar a las mujeres a llegar al centro médico cuando fuera necesario.

Todos trabajamos muy duro para resolver este problema en nuestra aldea. Al principio, muchas personas dijeron que las mujeres con frecuencia mueren al dar a luz y no había nada que se pudiera hacer al respecto. Pero nosotros no nos desanimamos. Las mujeres, la partera, los ancianos y los hombres de la comunidad trabajamos todos unidos y así encontramos una solución que ha dado resultado en nuestra aldea. Y la solución no fue cuestión de más dinero o una nueva tecnología, sino de nuestro tiempo y esfuerzo. Nosotros en la aldea los animamos a ustedes a trabajar con el resto de su comunidad para mejorar la vida y la salud de todos allí.


Para mayor información sobre cómo pensar acerca de los problemas médicos y cómo resolverlos, vea el capítulo 2, titulado "Cómo solucionar problemas médicos."

Cómo evitar muchas de las muertes causadas por el embarazo y el parto
muestra un hombre que dice:
Voy a ayudarle a mi esposa para que su embarazo y parto sean seguros y sanos.

La mayoría de las muertes y lesiones causadas por el embarazo y el parto se podría evitar mediante una mejor alimentación, el uso de planificación familiar, el acceso al aborto seguro, la buena atención durante el embarazo y el parto, el acceso a transporte y buenos servicios de sangre para las emergencias. Usted puede:

  • Aprender cuáles son las señas de peligro del embarazo, del parto y de la temporada después del parto.
  • Planear cómo conseguir ayuda antes de que la necesite.
  • Tratar de organizar a su comunidad para que el dinero y el transporte de emergencia, al igual que las donaciones de sangre, estén listos cuando una mujer tenga un parto difícil.
  • Trabajar con los líderes de su comunidad para construir casitas cerca de un hospital, donde las mujeres de áreas lejanas puedan quedarse hasta que sea tiempo de dar a luz.

Lo que los trabajadores de salud pueden hacer para salvar la vida de muchas mujeres:

  • Ofrecer servicios de planificación familiar para evitar abortos peligrosos y para ayudar a las mujeres a no tener embarazos demasiado frecuentes.
  • Ofrecer servicios de prevención y tratamiento para las infecciones de transmisión sexual a todas las mujeres y jóvenes que puedan tener hijos.
  • Promover el uso del condón y otras maneras de tener relaciones sexuales seguras.
  • Proveer exámenes y tratamiento para el VIH, incluyendo medicinas y otro tipo de apoyo para prevenir que se transmita el VIH durante el embarazo y el parto y a través de la leche materna.
  • Asegurarse de que todas las mujeres reciban vacunas contra el tétano, aunque no estén embarazadas.
  • Aprender a detectar problemas durante el embarazo y el parto, y después del parto.
  • Enviar a las mujeres que estén teniendo o hayan tenido problemas con el embarazo a un centro médico que tenga transporte de emergencia.
  • Enseñarles a las parteras cómo evitar las infecciones y cómo reconocer y tratar las señas de peligro durante el embarazo y el parto.
  • Animar a todas las mujeres a dar pecho a sus bebés por lo menos durante dos años.
  • Preparar un botiquín que entre otras cosas contenga:
    • oxitocina, ergometrina, misoprostol y hierbas locales para evitar y controlar el sangrado grave después del parto
    • antibióticos para tratar infecciones
    • equipo para dar inyecciones en el músculo y en la vena
    • medicinas para tratar la eclampsia.
    • guantes estériles o bolsas de plástico muy limpias
    • hojas de rasurar nuevas
    • una bolsa o lata para hacer lavativas o dar líquidos por el recto
Esta página se actualizó el 17 feb 2021