Hesperian Health Guides

La lucha por el cambio

En este capítulo:


En Sudáfrica, las empleadas domésticas tienen un Sindicato de Empleadas Domésticas para ayudarles a exigir leyes que las protejan. Comenzaron yendo de puerta en puerta y educando a la gente por medio de folletos y anuncios en la radio. Ahora, son un sindicato nacional. Trabajan con los sindicatos de empleadas domésticas de otros países con el objeto de ayudar a las trabajadoras a obtener horas de trabajo justas, salarios justos, prestaciones de seguridad social y otras protecciones básicas.


Los sindicatos, como el Sindicato de Empleadas Domésticas en Sudáfrica, son una buena forma de organizarse y de proteger los derechos de las trabajadoras. Sin embargo, a veces es difícil fundar un sindicato local puesto que no siempre hay sindicatos más grandes que puedan dar su apoyo o porque las compañías no lo permiten. En esos casos, hay otras formas en que las mujeres pueden trabajar unidas para ayudarse a sí mismas.

Cuando las mujeres comienzan a trabajar unidas para mejorar sus condiciones de trabajo, a veces temen que perderán sus empleos o que se les tratará mal si sus patrones se enteran. En esos casos, es importante que las mujeres confíen en las personas con las que se están organizando. Si no es posible reunirse para hablar en el local del trabajo, quizás sea mejor reunirse en secreto en hogares privados o en la comunidad.

Para comenzar a organizarse en donde usted trabaja:

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  • Hable con las mujeres con quienes trabaja para identificar los problemas que todas tengan en común y posibles formas de resolverlos.
  • Reúnanse regularmente para crear confianza y ayuda mutuas. Asegúrense de incluir a las mujeres que sean nuevas en el trabajo y de hacer que se sientan bienvenidas. Recuerden que la unión hace la fuerza.

Una vez que ustedes se hayan organizado como grupo o como asociación de trabajadoras, quizás se sientan lo suficientemente fuertes como para unirse a un sindicato o iniciar el suyo propio. Es menos probable que la compañía las rete si ustedes ya están organizadas.

Lo que puede hacer su organización

Cuando su grupo haya identificado problemas comunes y posibles soluciones, decidan qué cosas pueden cambiarse y qué necesitan ustedes hacer para lograr esos cambios. Aunque la compañía no esté dispuesta a cambiar nada, ustedes pueden hacer mucho por sí mismas.

dos mujeres hablando mientras hablan.
Me duele más la espalda desde que comencé este trabajo.
Trata de cargar sólo 3 bultos a la vez. Cuando yo hago eso, no me duele tanto las espalda.

Aprendan medidas de seguridad de las trabajadoras con la mayor experiencia.

Ayuden a las nuevas trabajadoras. Es posible que las nuevas trabajadoras tengan temor de unirse al grupo, sobre todo si los patrones no lo apoyan. A pesar de eso, es importante compartir con ellas lo que ustedes sepan acerca de la seguridad, puesto que entre más seguridad tenga cada mujer, más seguridad tendrán todas ustedes.

Apóyense mutuamente. Muchas mujeres sufren de conflictos en el hogar cuando trabajan, debido al papel que ellas también juegan en la familia. Compartan consejos sobre las formas en que se pueden resolver los problemas familiares, y sobre las formas de equilibrar el trabajo del hogar y el cuidado de los niños con el trabajo remunerado. Algunas mujeres se reparten el trabajo de cuidar a los niños de cada quien. Algunas organizan guarderías donde se le paga a una mujer por cuidar de los niños de las otras mujeres para que estas últimas puedan trabajar. O puede que las mujeres se turnen para cuidar a los niños.

Ustedes también pueden tratar de reunirse con algunos hombres para hablar de la cantidad de trabajo que hacen las mujeres. Por ejemplo:

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En talleres del Centro de la Educación y Capacitación para la Salud y el Conocimiento sobre la Nutrición (CHETNA) en la India, se les pide a los hombres y a las mujeres que hagan una lista de sus trabajos diarios. Muchos se sorprenden al darse cuenta de que la jornada de trabajo de las mujeres comienza antes que la de los hombres y termina mucho después que la jornada de ellos, y que muy rara vez ellas tienen la oportunidad de descansar. Eso ayuda a los hombres a darse cuenta de que el trabajo está distribuido de formas injustas entre los hombres y las mujeres. Entonces ellos pueden hablar acerca de una distribución justa del trabajo basada en las necesidades de la familia y no sólo en los papeles que se supone que deben jugar los hombres y las mujeres.

Si usted puede, trate de negociar con su patrón para obtener mejores condiciones de trabajo, tales como:

  • salarios más altos.
  • permiso para ausentarse del trabajo debido a la maternidad (tiempo para que una mujer esté fuera del trabajo cuando tenga un bebé, con el derecho de volver al mismo trabajo).
  • descansos para usar el baño.
  • guarderías en el local del trabajo.
  • un lugar privado donde las mujeres puedan sacarse la leche de pecho (para las madres con bebés).