Hesperian Health Guides

Contaminación del aire

En este capítulo:

El aire se contamina cuando ingresan en él gases venenosos y partículas diminutas de polvo. Casi todos los contaminantes del aire provienen de la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón, diesel, gasolina) para hacer funcionar los motores, las fábricas y las centrales eléctricas. El viento y la lluvia pueden llevar la contaminación lejos de donde se produce. Esto ocasiona problemas de salud en cualquier lugar. La contaminación del aire generalmente es peor en las ciudades, áreas industriales, áreas que están en lugares bajos o que están rodeadas de montañas y lugares donde el aire queda atrapado y no circula bien.

Es posible que el aire contaminado contenga metales pesados como mercurio y plomo, COP, y otros productos tóxicos como el dióxido de azufre.

Si usted está vigilando la contaminación del aire en la comunidad, es útil saber qué tipo de productos químicos se encuentran en el aire. Sin embargo, tome en cuenta que generalmente resulta más útil saber cómo protegerse y proteger a la comunidad de los daños del aire contaminado que saber exactamente lo que el aire contiene.

La contaminación del aire causa graves problemas de salud, incluidos varios tipos de cáncer y enfermedades respiratorias. La contaminación del aire causa la lluvia ácida que hace daño a los bosques, las fuentes de agua, los edificios y nuestros pulmones y es además una de las principales causas del cambio climático.

Personas cubren sus narices y bocas mientras caminan sobre un Paso superior sobre un autopista conde corren muchos carros.

Vigilancia de la contaminación

Como parte de las campañas contra una empresa o industria contaminante, las comunidades organizan programas de vigilancia de la contaminación del aire. La vigilancia permite que mucha gente participe en la campaña y reúne además un grupo de pruebas que pueden utilizarse para ejercer presión sobre las empresas e industrias para que dejen de contaminar.

La vigilancia o verificación de la contaminación del aire comienza con los propios sentidos y el sentido común. Para saber qué efecto está teniendo la contaminación del aire en su comunidad, pida a los residentes llevar un registro de todo lo que huelen, ven, escuchan, prueban o sienten. Entre más personas participen, serán mayores las oportunidades de que la comunidad pueda detectar y detener la fuente de contaminación.

La “brigada del balde”

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En algunas comunidades se vigila el aire aplicando un método simple y de bajo costo conocido como la “brigada del balde” o “brigada de la cubeta”. Se trata de un balde plástico de 18 ó 20 litros con una válvula y una bolsa especial que se usa para tomar muestras de aire. Si se abre la válvula cuando se produce una emisión tóxica, o cuando el aire parece especialmente contaminado, una pequeña cantidad de aire ingresa a la bolsa, que luego se retira y se envía a un laboratorio para averiguar qué productos químicos contiene (ver la sección de otros recursos sobre la salud ambiental).

El análisis de la muestra en un laboratorio es la parte más costosa para la brigada del balde. La mayoría de los países no tienen laboratorios que puedan (o estén dispuestos) a hacer un análisis adecuado de la muestra, y es posible que sea necesario enviarla a Europa o Estados Unidos. En algunas comunidades se recauda dinero para la brigada del balde, puerta a puerta, y organizando bailes, fiestas o reuniones en los hogares.

En muchos lugares los residentes se valen de las brigadas del balde y otras actividades organizadas por la comunidad, tales como entrevistas y encuestas. También comunican a los medios informativos y a los gobiernos datos sobe las emisiones tóxicas y tratan de obligar a las refinerías y a las demás industrias contaminantes a utilizar equipo más seguro y reducir sus emisiones.

“GroundWork”: una brigada del balde en Sudáfrica

La ciudad de Durban, Sudáfrica es rodeada de refinerías de petróleo, oleoductos, una zona de almacenamiento de productos químicos, plantas químicas, fábricas de textiles y de papel, y basureros de desechos tóxicos. Los residentes se exponen diariamente a aire y agua altamente contaminados así como a todos los problemas de salud que causan éstos. Son comunes los accidentes industriales, las fugas en los tanques de almacenamiento y la rotura de oleoductos, ocasionando incendios y destrucción en los humedales vecinos y en las aguas subterráneas.

En 1999 se formó un grupo llamado GroundWork para ayudar a la gente de Durban a vigilar la contaminación del aire. Aplicando el método de la brigada del balde la comunidad empezó a hacer pruebas del aire cada vez que se producía una quema de gas, una explosión, o alguna emisión tóxica. Enviaban las bolsas llenas de aire contaminado a un laboratorio de los Estados Unidos.

Un periódico con los titulares "300 escape tóxico de una planta química" y "Los residentes luchan por un aire más limpio."

Las pruebas de laboratorio detectaron una alta concentración de tóxicos en el aire, incluyendo dióxido de azufre, óxido de nitrógeno y benceno. En una escuela, los niños estaban siendo expuestos a un nivel de contaminación equivalente a pasar el día entero junto a una autopista muy transitada.

Los activistas presentaron los resultados al gobierno y a las industrias contaminantes, y también los anunciaron por la radio, la prensa y a través de la comunidad. La empresa estatal de petróleo dijo que el análisis no era preciso y decidió tomar sus propias muestras. Sin embargo, cuando sus muestras fueron analizadas, ¡se descubrió que la concentración de los contaminantes era incluso más alta!

La brigada del balde contribuyó para que estableciera un movimiento nacional contra la contaminación en Sudáfrica. Bajo la presión del movimiento, el gobierno emitió en 2004 una ley de defensa de la calidad del aire. La ciudad de Durban también estableció su propio sistema de vigilancia del aire. Desde entonces ha habido una disminución notable de la contaminación del aire.

La brigada del balde ayudó a los integrantes de la comunidad a tener más confianza en sí mismos, así enfrentando las industrias contaminantes y obligando al gobierno a prestarles atención.

Aún existen graves problemas de contaminación en Sudáfrica, ya que mientras las plantas químicas, refinerías y oleoductos envejecen, aumenta el riesgo de accidentes. Sin embargo, gracias al establecimiento de organizaciones comunitarias y herramientas para tomar muestras de la contaminación tóxica, los residentes de Durban han logrado reducir los peligros y demostrar al resto del país y al mundo que la gente puede hacer que la industria y el gobierno asuman sus responsabilidades por la contaminación que producen.

Qué hacer en caso de emisiones tóxicas

En las plantas químicas, las refinerías de petróleo y otras fábricas pueden ocurrir accidentes que de repente emiten grandes cantidades de sustancias tóxicas. Las refinerías también emiten gases tóxicos como parte de su “mantenimiento regular”. Una emisión tóxica puede verse como una nube de humo o un gran incendio, o puede producirse simplemente y repentinamente un fuerte olor. Puede ser algo aterrador. Y también puede ser mortal.

A corto plazo, durante una emisión de sustancias tóxicas y derrames químicos las personas pueden tomar ciertas medidas para evitar los daños (vea Anexo A: Seguridad y Emergencias). A largo plazo, es necesario que la comunidad se organice para ejercer presión sobre las industrias y los gobiernos para que emitan y hagan cumplir normas más estrictas de seguridad.

Durante las emisiones tóxicas:

  • Dependiendo de la situación y de la rapidez con que responda, a veces es más seguro permanecer dentro de las casas y edificios. En otras situaciones, es más seguro abandonar el lugar tan pronto como sea posible. El entrenamiento y un buen plan de emergencia comunitario servirán para saber cuándo conviene quedarse y cuándo escapar.
  • Mantenga algún tipo de registro. Marque el día y la hora en que ocurrió la emisión, y cuánto tiempo duró. También anote cualquier cosa extraña que haya visto, olido o escuchado, o alguna reacción rara que haya tenido (que haya sentido en el cuerpo), y las reacciones de otras personas y de los animales cercanos. Esta información puede ser útil después para tomar alguna acción comunitaria.
  • Si puede hacerse sin peligro, tome fotos o haga un video: es posible que éstos puedan utilizarse después como evidencia en un juicio o en las campañas.

Después de las emisiones tóxicas:

  • Si alguien se ha expuesto a los productos químicos, ayúdele a ir de inmediato a una clínica u hospital.
  • Póngase en contacto con el gobierno local y los medios para comunicar lo ocurrido.
  • Convoque una reunión para que todos los residentes de la comunidad se enteren de lo ocurrido y determinen cómo reaccionar.
  • Aliente a los miembros de la comunidad a compartir sus experiencias y opiniones. Esto les ayudará a recuperarse de lo sucedido y construir la solidaridad.
Las anotaciones directas en el calendario son útiles para mantener un registro de las emisiones tóxicas.
Un calendario con la nota "2:25pm. Humo blanco de la fábrica. Olor a huevos podridos."