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La sexualidad y la salud sexual
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Puede ser difícil protegerse contra la violencia y el abuso. Pero trate de impedir que la gente se aproveche de usted.
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la salud sexualMuchas personas creen que las mujeres con discapacidad no pueden, o no deben, tener sentimientos sexuales. No se espera que ellas quieran tener relaciones íntimas y amorosas, o que quieran tener hijos. Pero las mujeres con discapacidad sí tienen deseos de intimidad y de relaciones sexuales, como cualquier otra persona.
Si usted ha tenido una discapacidad desde que nació o desde muy pequeña, tal vez no pueda creer fácilmente que tiene algún atractivo sexual. Muchas veces, la mejor manera de aprender a cambiar algunas de las opiniones que usted tiene acerca de sí misma, es hablando con otras mujeres con discapacidad acerca de sus propios temores y las formas en que los superaron. Pero no se olvide de tener paciencia. Toma tiempo cambiar las ideas que uno ha tenido por muchos años.
Si su discapacidad es reciente, quizás usted ya esté acostumbrada a pensar en sí misma como un ser sexual. Pero tal vez no se dé cuenta de que puede seguir disfrutando el sexo. Quizás usted piense que ha perdido su atractivo sexual y esté triste de que ahora el sexo tal vez sea diferente.
Sería beneficioso para las mujeres con discapacidad recibir la misma información sobre la sexualidad que las mujeres que no tienen discapacidades. Trate de hablar sobre la sexualidad con esas mujeres y con otras personas en quienes confíe: maestros, promotores de salud y otras mujeres con discapacidad.
Usted y su pareja tendrán que encontrar formas de complacerse mutuamente probando diferentes cosas. Por ejemplo, si usted no tiene sensación en las manos o en los genitales, durante el sexo puede buscar otras partes del cuerpo que le produzcan placer sexual, como una oreja, los pechos o el cuello. Eso también puede ayudar si su discapacidad ha hecho que el sexo en la vagina sea incómodo. Usted también puede probar diferentes posiciones, como acostarse de lado, o sentarse en la orilla de una silla. Si usted y su pareja pueden hablar abiertamente, es probable que puedan tener una relación sexual que satisfaga a ambos. Pero recuerde que usted no tiene que conformarse con menos de lo que quiere. Usted no tiene que tener relaciones sexuales con alguien que no la aprecie.
La planificación familiar
Los condones ayudan a evitar tanto el embarazo como las infecciones de transmissión sexual, incluyendo el VIH.
Muchas niñas con discapacidades crecen sin nunca recibir información acerca del sexo o la planificación familiar. Sin embargo, la mayoría de las mujeres con discapacidad se pueden embarazar—incluso aquéllas que no sienten en la mitad de abajo del cuerpo. Así que si usted planea tener relaciones sexuales y no se quiere embarazar, necesita usar algún método de planificación familiar.
He aquí algunos principios que pueden ayudarle a decidir cuál método puede ser el mejor para usted:
Si usted ha tenido un derrame cerebral o no puede caminar y tiene que estar sentada o acostada todo el tiempo no use métodos de hormonas, como las pastillas, las inyecciones o los implantes. Todos éstos pueden causar problemas con coágulos de sangre.
Si usted tiene muy poca sensación en la barriga o no siente nada allí, no use un ‘aparato’ o dispositivo intra-uterino (DIU). Si no se lo ponen correctamente o hay alguna posibilidad de que a usted le dé una infección de transmisión sexual, el aparato podría lastimarle. Si no puede sentir, tal vez no se dé cuenta de la infección.
Si usted no puede usar bien las manos, tal vez tenga dificultades para usar los métodos de barrera, como un diafragma, el condón femenino, o la espuma. Si no le da pena, usted podría pedirle a su compañero que se los ponga.
Si su discapacidad va cambiando con el tiempo, puede que usted necesite ir cambiando de método de planificación familiar también.