Hesperian Health Guides

Proteger a nuestras familias y comunidades

En este capítulo:

El uso de sustancias químicas más seguras es la mejor manera de proteger a los trabajadores y sus familias. Pero si se usan sustancias químicas peligrosas en su fábrica, no hay por qué llevarlas a casa. Para proteger a su familia, cámbiese de ropa y lávese la piel y el cabello antes de volver a casa. Si trabaja alrededor de sustancias químicas y polvos, la fábrica debe tener un lugar para lavarse y lavar su ropa.

Su fábrica debe disponer de…

  • un lugar limpio para guardar la ropa y cambiarse de ropa después de su turno de trabajo.
  • un lugar para ducharse con agua tibia y jabón.
  • un servicio que limpie de manera segura su ropa de trabajo y su equipo de protección todos los días.


En casa, lave la ropa del trabajo aparte, para evitar que las sustancias químicas pasen a la ropa de otros miembros de la familia.
un hombre se lava las ropas de trabajo en una tina mientras que una mujer lava otros artículos cerca de él.

Si utiliza una sustancia química para limpiar las manchas de su ropa, tome las mismas precauciones que toma para el uso de sustancias químicas en el trabajo. Quítese la ropa manchada, póngase guantes, límpiela en un área bien ventilada o al aire libre, use una cantidad muy pequeña de la sustancia química, y lave bien la ropa con agua y jabón antes de ponérsela de nuevo.

Manejo de los desechos químicos

Muchas fábricas arrojan los envases químicos y otros desechos directamente en el alcantarillado, fuentes de agua y vertederos de basura locales. Esto es muy peligroso para la comunidad y a veces para toda la región que usa el agua río abajo de la fábrica. Para más información sobre los peligros de la contaminación y cómo trabajar juntos para la eliminación segura de los desechos, vea el Capítulo 33: La contaminación por las fábricas.

Si usted maneja desechos químicos, use ropa de protección y un respirador para evitar respirar el polvo o los vapores químicos, o impedir que las sustancias químicas le toquen la piel y la ropa.

Los envases químicos vacíos son peligrosos. Los envases vacíos que contenían sustancias químicas nunca deben ser reutilizados, llevados a casa, arrojados en áreas abiertas ni amontonados afuera de la fábrica.

Lavar los envases químicos vacíos no los vuelve seguros para usar. Un envase que parece limpio puede tener aún una cantidad suficiente de sustancia química para causar daños. Los envases que contenían sustancias químicas no deben usarse nunca para guardar alimentos, bebidas ni agua.

Envases limpios para el agua comunitaria

En nuestra comunidad, al menos una persona de cada familia trabaja en una maquiladora cercana. Hay abundante agua en todas las fábricas, mientras que en nuestros hogares no tenemos agua corriente ni electricidad. Tenemos que acarrear el agua desde un grifo comunitario y almacenarla en casa en grandes barriles.

Muchas personas de la comunidad solían tener ronchas y problemas de la barriga. Algunos de nosotros pensamos que estos problemas eran causados por algo que tenía el agua. En el grupo de madres de familia decidimos hacer una encuesta de las familias para informarnos sobre la salud en la comunidad. Descubrimos que todos usaban agua de la misma fuente, pero usaban diferentes tipos de barriles para almacenarla.

Hicimos otras preguntas y descubrimos que la mayoría de las familias con el mismo tipo de problemas de salud almacenaba el agua en barriles vacíos que habían tomado de un montón apilados afuera de una fábrica. No sabíamos qué habían contenido los barriles, porque las etiquetas estaban en un idioma que no entendíamos. Les pedimos a algunos trabajadores de esa fábrica averiguar qué habían contenido los barriles antes de que los arrojaran. Nos dijeron que los barriles habían contenido sustancias químicas peligrosas.

Entrega de barriles limpias para reemplazar aquellas usadas para guardar los químicos.

El grupo de madres de familia decidió obtener envases más seguros para el agua para todas las familias. Fuimos a una fábrica local de alimentos y le pedimos al jefe que nos diera barriles vacíos que habían contenido aceite para cocina. Él se alegró de que pudiéramos utilizar sus barriles vacíos, y siempre se asegura de entregárnoslos limpios. Ahora le entregamos barriles limpios con tapas a cada una de las casas, y ya no tienen que usar los barriles viejos donde se almacenaban las sustancias químicas.