Hesperian Health Guides

Escoger el mejor tratamiento

En este capítulo:

Una mujer usa una balanza.
Cuando los beneficios de una acción son mayores que los riesgos, esa acción vale la pena.

Para tratar un problema de salud, como la anemia, un parto que se prolonga demasiado o el sangrado abundante, usted necesita encontrar el tratamiento que tenga los mayores beneficios y el menor riesgo de causar daño.

Beneficios y riesgos

Siempre que vaya a tomar una decisión sobre un tratamiento médico, debería considerar los riesgos y los beneficios.

Un beneficio es el buen efecto que una medida o un tratamiento podría tener. El riesgo es el daño que podría causar. Cada vez que tome una decisión, trate de escoger el tratamiento que tenga el mayor beneficio y el menor riesgo.

Vuelva a pensar en Elena y Celestina:

¿Qué habría pasado si a Elena no se le quitó la anemia a pesar de comer alimentos ricos en hierro y tomar pastillas de hierro? Ella y Celestina habrían tenido que tomar una decisión difícil.

Celestina sabe que a una mujer con anemia grave probablemente le conviene más dar a luz en un hospital bien equipado que en su casa. Así, si tiene una hemorragia, puede recibir una transfusión de sangre de inmediato. Sin ese tipo de atención, Elena podría quedar muy débil después del parto. La debilidad la hará más vulnerable a una infección. Hará que le cueste mucho trabajo cuidarse y cuidar a su familia. Y si no puede cuidar bien a su bebé, él también puede estar en peligro.

Por otro lado, la mayoría de las mujeres del pueblo tienen anemia. Y la mayoría de ellas no tendrá problemas graves después del parto. El viaje al hospital toma un día entero y el hospital es muy caro. Para que Elena dé a luz allí, su familia tendría que gastar todo, o casi todo, su dinero.

Cada opción tiene riesgos y beneficios. ¿Usted qué haría: quedarse en casa o ir al hospital?

Las medicinas, en particular, tienen riesgos y beneficios. Una medicina que sirve muy bien para tratar un problema de salud puede ser peligrosa o tener efectos secundarios. En este libro hay medicinas y procedimientos muy riesgosos. Las incluimos en el libro porque, cuando son verdaderamente necesarias, pueden salvar vidas. Pero antes de dar una medicina o de hacer un procedimiento agresivo (dentro del cuerpo), usted tendrá que decidir si el beneficio es mayor que el riesgo. Tendrá que tomar esa decisión cuando se trate de un procedimiento de emergencia, como por ejemplo sacar la placenta a mano o vaciar la matriz con AMEU.

Una partera habla con una mujer sobre otra mujer acostada quien está sangrando por la vagina después del parto.
¡Tenemos que llevarla al hospital ahora mismo! Allí podrán meter la mano en la matriz para sacarle la placenta y hacer que el sangrado se detenga.
¿Por qué usted no lo puede hacer?
Es muy peligroso. Por eso conviene más hacerlo en un hospital.
Una partera se desinfecta las manos mientras habla con una mujer; otra mujer acostada está sangrando mucho por la vagina después del parto.
Voy a tener que meter la mano para sacarle la placenta.
¿Eso no es peligroso?
Sí, ¡muy peligroso! Pero la lluvia se llevó el camino y no hay forma de conseguir ayuda antes de que ella muera desangrada.

Tipos de medicina

Alrededor del mundo entero, la gente usa diferentes métodos de curación:

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  • La medicina tradicional (remedios caseros): Estos métodos de curación han ido pasando de los curanderos viejos a los jóvenes durante muchas generaciones. Estos métodos utilizan el masaje, las plantas medicinales y la comunicación con el mundo espiritual.
    Las medicinas tradicionales, y sobre todo los remedios caseros, pueden ser muy eficaces. Muchas veces son los tratamientos más fáciles, más baratos y menos peligrosos que hay para la mayoría de los problemas de salud. Y cuando se acaba el dinero, o cuando se van las organizaciones de fuera, las plantas, las técnicas de masaje y otros remedios tradicionales permanecerán.
    Muchas medicinas tradicionales se han investigado con métodos científicos. Las investigaciones han demostrado que algunas medicinas tradicionales sirven bien y otras no, o sólo sirven porque la gente tiene mucha fe en ellas. Algunas medicinas tradicionales son dañinas o peligrosas.
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  • La medicina occidental: Este sistema de curación utiliza las investigaciones científicas, las medicinas de fábrica y la cirugía para tratar los problemas de salud.
  • Otros sistemas de medicina, como la acupuntura, ayurveda u homeopatía: Varios de estos sistemas de curación se han usado por miles de años, se enseñan en libros y escuelas, y se han investigado con métodos científicos. Muchos de ellos también utilizan plantas medicinales.


Una persona puede usar varios de los métodos de curación.

No hay suficiente espacio en este libro para describir detalladamente cada sistema de curación. Lo que es importante recordar es que cada tipo de curación tiene beneficios y todos los remedios se deben usar con cuidado.

La medicina occidental

Cuando se usa correctamente, la medicina occidental puede salvar vidas. Y la medicina occidental generalmente es el mejor tratamiento para las emergencias. Por ejemplo, cuando una mujer está sangrando mucho después del parto, quizás haya plantas medicinales en su zona que puedan disminuir el sangrado. Pero las medicinas occidentales muchas veces funcionan mejor y más rápidamente: es más seguro que le salven la vida a una mujer que está sangrando.

Use las medicinas occidentales correctamente

La mayoría de las medicinas occidentales se han investigado cuidadosamente usando métodos científicos. La medicina occidental generalmente sirve muy bien para tratar problemas. Pero los remedios occidentales muchas veces son caros, tienen efectos secundarios y, en muchos casos, no son necesarios. La mayoría de los problemas de salud básicos se pueden tratar igual de bien con remedios caseros o tradicionales, o simplemente esperando a que sanen.

Una mujer habla a una trabajadora de salud mientras su hijo pequeño está sentado en una mesa de exámenes.
¿No cree que necesita una inyección?
No. Sólo tiene catarro. Deje que descanse y dele bien de comer y mucho de tomar. Una medicina fuerte no le servirá. De hecho, podría hacerle daño.
Tómese tiempo para explicar por qué no se necesitan medicinas.

El usar una medicina que no se necesita o el usarla en una cantidad demasiado grande, puede causar problemas de salud graves. Por ejemplo, algunas personas creen que, cuando están enfermas, sólo se pueden curar con una inyección. Pero, por lo general, esas personas se mejorarían sin hacer nada. Además, en muchos casos, las inyecciones innecesarias han producido abscesos o han transmitido enfermedades (como el VIH) porque se pusieron con agujas que no estaban esterilizadas. Así que, aunque las medicinas pueden salvar vidas, es necesario usarlas correctamente.

La medicina occidental en este libro

Este libro, más que nada, enseña cómo usar métodos de curación occidentales. Eso se debe principalmente a esta razón: las medicinas occidentales se consiguen en casi todas partes del mundo. Nosotras no sabemos lo suficiente, ni tenemos suficiente espacio, para explicar cómo se usan los millones de plantas y métodos de curación tradicionales que se utilizan en el mundo. Por eso, haga favor de apuntar los métodos tradicionales que usted usa en la página 498. Además, si traduce o adapta este libro, no olvide incluir los métodos de curación que se usan en su región. ¡Es muy importante enseñarles esos métodos a otras personas para que los métodos no se olviden!

Cómo escoger una medicina que sirva y no sea peligrosa

2 mujeres hablan mientras una de ellas ofrece a la otra unas hojas grandes.
Yo hago un té con esta planta. A mí siempre me ha servido cuando el parto va muy lento.
¡Gracias! Pero, ¿causa algún problema?

Antes de dar una medicina (sea tradicional u occidental), usted debe estar segura de que sirve y no hace daño. Para saber si eso es cierto, piense en estas preguntas (y hágaselas a otras personas):

  • ¿Para qué se usa?
  • ¿Qué sucede cuando se usa?
  • ¿Qué tan seguido sirve para mejorar un problema?
  • ¿Causa efectos secundarios u otros problemas? De ser así, ¿cuáles?


Cuando esté probando un tratamiento por primera vez, úselo solo—no lo mezcle con ningún otro remedio. Así, usted sabrá si sirve y si causa problemas. Vea mayor información sobre cómo usar las medicinas sin peligro.

La medicina y la avaricia

Por desgracia, lo que motiva a algunos curanderos y trabajadores de salud es la avaricia. Con tal de ganar dinero, es posible que recomienden un tratamiento que no es necesario, que no sirve o que incluso es peligroso. Algunos curanderos se aprovechan del respeto que la gente les tiene para venderles elíxires y medicinas que realmente no hacen provecho.

Un dibujo muestra un camión volcando calaveras y medicinas peligrosas sobre un niño postrado mientras el dueño del camión dice, “¡Gracias, tonto!”

Algunas compañías que fabrican y venden medicinas también usan su reputación para engañar a la gente. Cuando las compañías farmacéuticas actúan así, pueden poner en peligro a comunidades enteras. Por ejemplo, una compañía farmacéutica norteamericana, llamada Eli Lilly, antes hacía una medicina llamada dietilestilbestrol (DES). Se suponía que el DES servía para prevenir pérdidas, pero no era cierto. El DES causó malformaciones congénitas y cáncer en las hijas e hijos de mujeres que lo tomaron cuando estaban embarazadas. Eli Lilly sabía que era posible que la medicina causara esos problemas, pero aun así, siguió vendiéndola. Y aun después de que la medicina se prohibió en Estados Unidos, se siguió vendiendo en otros países.

Conozca sus límites

Cuándo no debe hacer nada

En este libro, hablamos más que nada sobre cómo solucionar problemas de salud. Eso es importante. Pero en muchos casos, ¡la mejor forma de ayudar a una mujer que está de parto es no hacer nada! Si una mujer está sana, lo más probable es que tenga un parto saludable y feliz. La mayoría de los partos salen bien.

Usted puede causar problemas graves si hace procedimientos que no se necesitan. Respete el proceso del parto. Cuando todo vaya bien, no haga nada más que observar y esperar.

Cuándo debe conseguir ayuda

Por más hábil que sea usted como partera, siempre habrá situaciones en que necesitará ayuda. Es una gran habilidad saber cuándo conseguir consejos médicos, cuándo pedirle apoyo a otra partera o cuándo mandar a una mujer al doctor o a un hospital. Todas las parteras deben tratar de dominar esa habilidad.

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Puede ser difícil decidir cuándo se debe conseguir ayuda. Cuando no esté segura, consiga ayuda médica.

Puede ser difícil saber cuándo debe conseguir ayuda médica. Los hospitales muchas veces son caros o quedan muy lejos. Muchas mujeres tienen miedo de ir allí. Si una mujer tiene un pequeño problema, es posible que ella quiera quedarse en casa. Pero si se queda en casa sin ayuda, el problema podría empeorar mucho.

Si sabe que una mujer tiene un problema como una hemorragia, una infección o preeclampsia, no se demore: consiga ayuda médica. Mientras más pronto vaya por ayuda, mayor es la probabilidad de que la mujer se recupere. A veces, quizás sea necesario que se apure y a veces no. Si un parto se está tardando mucho, por ejemplo, y usted vive y trabaja muy lejos de un hospital, tendrá que ponerse en camino pronto, antes de que el problema sea grave. Si el hospital está a la vuelta, usted tendrá más tiempo.

Cuándo debe actuar, estando en casa

Una mujer acostada en el piso está convulsionando después de haberse caído de una silla.

Las parteras que trabajan muy lejos de los servicios médicos a veces tienen que dar tratamientos que son preferibles realizar en un hospital, porque las mujeres los necesitan de inmediato. Por ejemplo, si a una mujer que vive en un pueblito aislado le da una convulsión por eclampsia, su partera debería darle sulfato de magnesio, aunque generalmente es riesgoso dar esa medicina en casa. Luego, la partera debería llevar a la mujer al hospital de inmediato, porque tanto la convulsión como el sulfato de magnesio son muy peligrosos.

¡ADVERTENCIA!   En este libro explicamos cómo hacer algunos procedimientos que pueden ser peligrosos si no se hacen correctamente; por ejemplo, cómo hacer un examen pélvico, cómo colocar un DIU o cómo coser un desgarro.

No basta con leer acerca de esos procedimientos. Antes de realizarlos, observe primero cómo los hacen otros trabajadores de salud que tienen experiencia. Luego ensaye mientras una persona con experiencia y capacitación la observa y le ayuda. Sólo cuando haya ensayado de esa forma muchas veces, podrá hacer esos procedimientos sin peligro usted sola.