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Capítulo 16: El daño de los productos tóxicos

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En este capítulo:



Un grupo pequeño de personas se juntan en frente de sus casas mientras chimeneas de fábricas sueltan humo.

Con el crecimiento de la industria y de la agricultura industrial durante el siglo 20, los productos químicos se han vuelto parte de nuestra vida diaria. No todos estos productos químicos son tóxicos, pero muchos sí lo son. La mayoría de estos productos se empezaron a usar antes de comprenderse el daño que causan a las personas y al medio ambiente. En la actualidad, no sabemos los posibles peligros de todos los productos químicos y a veces ni sabemos a cuáles estamos expuestos en el trabajo, en el hogar o en el medio ambiente. Por eso es importante tener cuidado con todos los productos químicos que usamos.

Es posible que constatemos el daño de estos productos porque vemos y sentimos la contaminación que nos rodea. Las fábricas, las explotaciones mineras, las fundiciones y los vehículos emiten humo y gases que nos hacen toser y asfixiar. Los acueductos y ríos cercanos a las zonas industriales y grandes explotaciones agrícolas generalmente están llenos de desechos feos que huelen mal. La producción de petróleo, los derrames de productos químicos y los basureros contaminan el agua, la tierra y el aire, muchas veces en formas que se pueden ver y oler.

Sin embargo, en otros casos, la contaminación no se puede ver ni oler. Algunos productos químicos llegan muy lejos del lugar donde se utilizan. Se desplazan a través del aire y del agua, en los alimentos que comemos y en los cuerpos de las personas, animales y peces. Muchos productos químicos que se utilizan en productos ordinarios como botellas plásticas o vehículos, son parte de la vida diaria a tal punto que ni pensamos en lo peligrosos que pueden ser.

Contaminación tóxica en Love Canal

Love Canal es un barrio de Niagara Falls en el estado de Nueva York, Estados Unidos. Love Canal recibió su nombre en honor a William Love, que comenzó a excavar el canal para conectar 2 ríos. Aunque el canal nunca se terminó, una compañía de productos químicos utilizó el canal parcialmente terminado como fosa de desechos para verter 21 mil toneladas de productos químicos tóxicos. Una vez que el canal se llenó, la compañía lo cubrió con tierra y luego vendió la tierra a la ciudad por un dólar, bajo la condición de que la compañía no asumiría ninguna responsabilidad por los problemas de salud que pudieran surgir.

Después de muchos años, se construyeron casas y escuelas junto a los desechos enterrados. No pasó mucho tiempo para que los residentes de Love Canal empezaran a sufrir graves problemas de salud. Lois Gibbs, uno de los residentes, sabía que algo andaba mal y dijo: “Sabíamos que entre nosotros se producían demasiados casos de aborto espontáneo, defectos de nacimiento, problemas del sistema nervioso, asma y otros problemas respiratorios”.

La señora Gibbs organizó a la comunidad y pidió al gobierno que investigara estos problemas. Cuando descubrieron que los productos químicos tóxicos filtraban en el suelo alrededor de las casas de los residentes, la comunidad exigió al gobierno que pagara para reubicar a todos los residentes. Se reubicó a los residentes, pero muchos de ellos ya estaban sufriendo graves problemas de salud. En la actualidad un barrio vacío y muchas personas con enfermedades crónicas son un recuerdo y además una advertencia del peligro de los desechos tóxicos en Love Canal.

Lois Gibbs luchó contra el daño ocasionado por la contaminación tóxica en otros lugares. Su trabajo sirvió para presionar al gobierno de Estados Unidos para que se publicaran leyes que obliguen a las compañías a limpiar sus desechos tóxicos. Lo más importante fue que la señora Gibbs convenció a las personas de que ellas mismas pueden enfrentarse a la industria química, exigir un medio ambiente sano ¡y ganar! En su libro Dying from Dioxin (Muerte por dioxina), escribió:

Una mujer habla.
Podemos culpar a la víctima y hacer que todos dejen de consumir leche, pescados y carne y detener de dar pecho a los bebés. O podemos averiguar cómo fue que las personas se fueron volviendo impotentes mientras las empresas iban adquiriendo más poder. Tenemos que analizar por qué nuestro gobierno protege el derecho a contaminar en vez de proteger el derecho a una vida saludable.