Hesperian Health Guides

La desigualdad: causa y efecto de los problemas ambientales

En este capítulo:

Muchos de los problemas de salud ambiental que enfrentamos cada día se relacionan a:

Un niño hambriento mendiga.

  • La escasez (falta) de cosas esenciales que necesitamos para vivir saludablemente, tales como aire y agua limpios, suelos y bosques saludables, albergue seguro y cómodo y condiciones laborales seguras.
  • El exceso (abundancia) de cosas dañinas que no necesitamos, tales como basura, productos químicos tóxicos, contaminación y comida chatarra.


En el relato de Ecuador, la escasez de servicios básicos tales como agua potable, sanitarios y árboles dio lugar a problemas de salud. En el relato de Bhopal, India, un exceso de productos tóxicos envenenó a la gente.

En ambos relatos, la mejora de la salud ambiental dependió en que la gente evitara las condiciones que causaban tanto la escasez de recursos esenciales para la vida como la contaminación excesiva. Al proteger a nuestras comunidades y recursos naturales estamos también protegiendo el futuro de las generaciones futuras.

Gente del pueblo recogen basura de un camino acuático.

¿Mucha gente para tan pocos recursos?

La cantidad de agua, árboles, minerales y otros recursos naturales de la tierra es limitada, mientras que la población que utiliza estos recursos va aumentando rápidamente. A pesar de esto, el problema no radica en el número de personas, sino en la manera en que estos recursos naturales se distribuyen y se utilizan. Cada vez que una persona o un grupo de personas utiliza más de lo necesario, o produce una contaminación excesiva, crea un desequilibrio que puede dar lugar a un problema de salud ambiental para los demás.

Así explica el hombre rico la pobreza y la destrucción del medio ambiente: hay mucha gente para tan poca tierra y recursos.
Un hombre gordo con un signo de dinero en su corbata apunta su dedo.
Una tierra dibujada llena de figuras de palitos, se empiezan a caer de las orillas.
Así explican los pobres la pobreza y la destrucción del medio ambiente: hay una distribución injusta de la tierra y de los recursos; hay mucho en manos de muy pocos.
Un hombre en un traje fuma un cigarro rompe un gran billete de caricatura de una familia hambrienta.



Algunos creen que lo mejor para evitar el daño ambiental es reducir la población, un punto de vista que conduce a programas de "control demográfico". Sin embargo, estos programas no han logrado mejorar la vida de las personas en ningún lugar, ya que no responden a las causas fundamentales de la destrucción ambiental, la pobreza y la mala salud. Cuando las familias cuentan con los recursos necesarios para vivir con salud y dignidad, muchas optan por tener menos niños. El llamado “problema de la sobrepoblación” sólo será resuelto cuando las comunidades, los gobiernos y los programas de desarrollo hagan planes para garantizar la supervivencia infantil y el mejoramiento del estatus social, político y económico de las mujeres.

La reducción de la población mundial no responde al problema del uso desigual de los recursos. La mejor manera de reducir los efectos dañinos que la gente produce en el medio ambiente es que los ricos utilicen menos recursos, y que los utilicen de tal manera que los conserven para el futuro, sin producir una contaminación excesiva. Si cambiamos primero el comportamiento de aquellos que utilizan más recursos, comenzaremos a asegurarnos de que haya suficiente para que todos y todas podamos vivir saludablemente.

El dominio de las grandes empresas perjudica nuestra salud

La crisis de salud en las costas ecuatorianas surgió cuando una gran empresa pagó a la gente del lugar para deforestar el bosque. La gente no sólo perdió los árboles que mantenían la salud de los terrenos y brindaban protección contra las tormentas; perdió también recursos importantes para su supervivencia diaria, por ejemplo alimentos, leña, medicinas, fibras y otros productos esenciales. Cuando se elimina y no puede reemplazarse un recurso como un bosque grande, el resultado es como si se lo hubieran robado; robado a la naturaleza, a las comunidades que dependían de él y a las generaciones futuras.

Mediante el control de los recursos (ya sea la madera, el petróleo, el agua, las semillas o la fuerza laboral de la gente misma) las empresas ganan utilidades para sí mismas, pero tienen muy pocos motivos para proteger o mejorar la vida de las personas que necesitan de esos recursos para sobrevivir. Las empresas pueden ofrecer trabajos temporales o ingresos, pero si su interés es sólo exportar los recursos locales, también se irán cuando éstos se hayan agotado, y la gente del lugar se quedará en una situación de mayor pobreza que antes.

Niños cuelgan un letrero entre dos árboles.
Cuando hayamos cortado el último árbol, contaminado el último río y cocido el último pescado, entonces nos daremos cuenta de que ¡no podemos comer dinero!