Hesperian Health Guides

Tener suficiente agua es tan importante como tener agua segura

En este capítulo:

Muchas personas no tienen suficiente agua para satisfacer sus necesidades cotidianas. Cuando no hay suficiente agua para lavarse, es posible que la gente contraiga infecciones como sarna y tracoma. La falta de suficiente agua para beber y lavarse puede causar infecciones en la vejiga y los riñones, especialmente en las mujeres (encontrará más datos sobre estas enfermedades en Donde no hay doctor, Donde no hay doctor para mujeres, u otro manual general de salud). En los hospitales y centros de salud, si no hay suficiente agua para lavarse, las infecciones pueden propagarse de persona a persona. Para los niños, la falta de suficiente agua puede causar la deshidratación y la muerte.

Una mujer con un bebé en su espalda carga una bolsa y balancea un jarro de agua sobre su cabeza.

La carga de las mujeres

Cuando el agua es escasa las personas que la recogen y la llevan, mujeres y niños, tienen que desplazarse distancias largas con cargas pesadas, y esto les puede resultar en daño al cuello, a la espalda y a las caderas. Recoger agua con frecuencia requiere de tanto tiempo y esfuerzo que la familia utiliza una cantidad mucho menor del agua que consumiría si ésta fuera abundante. El transporte del agua puede tomar tanto tiempo que impide a las mujeres realizar las labores para proteger la salud de la familia, el cuido de sus hijos y de los cultivos.

El agua puede prevenir y tratar muchas enfermedades

El agua se usa para bajar la fiebre y limpiar heridas e infecciones de la piel. Tomar mucha agua ayuda a evitar la diarrea, las infecciones urinarias, la tos y el estreñimiento. Lavarse las manos con agua y jabón después de usar el sanitario y antes de comer o preparar alimentos contribuye también a evitar muchas enfermedades.

Agua derramada sobre una mano.
Mano sometida en un tazón.
Flechas apuntan de un trapo doblado de una olla de agua caliente a una compresa caliente en un brazo.
Limpiar las heridas con jabón ayuda a prevenir las infecciones. Trate las quemaduras pequeñas sumergiendo la parte afectada en
agua fría.
Los baños de agua caliente y las compresas tratan los abscesos, forúnculos, dolores musculares y rigidez de las articulaciones.