Capítulo 1: Promover la salud de las mujeres

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Guía práctica para promover la salud de las mujeres

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Guía práctica para promover la salud de las mujeres

¡Qué tengan una buena jornada de trabajo! Aquí las esperamos. Vayan con cuidado.

Hay mujeres y hombres de todas las edades en todo el mundo que trabajan para mejorar la salud de las mujeres. Es importante y útil conocer los diversos obstáculos que han enfrentado y las maneras creativas en que las comunidades se han organizado para lograr cambios y mejoras. Aunque no existen 2 comunidades iguales, hay mucho que podemos aprender unas de otras. Las experiencias que presentamos en este libro pueden ayudarles a pensar sobre los problemas de salud de las mujeres en su comunidad e inspirarles a encontrar soluciones para salvar vidas, mejorar la salud de las mujeres y niñas en el futuro y hacer que sus comunidades sean lugares más justos y equitativos donde todas las personas puedan prosperar.


En el Perú, una partera vio morir a una de sus pacientes indígenas durante el trabajo de parto. ¡Pero no tenía que ser así! En vez de aceptar este triste desenlace, común en su comunidad, la partera empezó a hablar con otras personas en su comunidad para lograr juntas que esto nunca volviera a suceder.
	En Zimbabue, las adolescentes sobrevivientes de violencia sexual, se reúnen en “Clubs de Apoyo” para desarrollar juntas su capacidad de liderazgo y la confianza en sí mismas, así como para permanecer en la escuela. Con el apoyo de adultos sensibles hablan sobre sus experiencias de abuso y después sobre sus aspiraciones y sueños.
En Sri Lanka, las jóvenes que trabajan en las fábricas de exportación enfrentan robos y asaltos en el camino entre la fábrica y la casa cuando salen de trabajar de noche. Con el apoyo de su sindicato, convencieron a los dueños de la fábrica a crear un servicio de autobús entre el trabajo y sus casas de huéspedes, para poder llegar sanas y salvas.
	En Afganistán, los promotores de salud usan tarjetitas con dibujos para enseñarles a los hombres las señales de peligro a las cuales deben de estar atentos cuando sus esposas o hijas están embarazadas o en trabajo de parto. Los hombres hacen copias de las tarjetitas para mostrárselas a sus esposas, familias y vecinos. Con esta nueva información, las familias están mejor preparadas para evaluar cómo va el trabajo de parto, saber cuándo hay una emergencia y decidir si deben hacer el largo viaje al hospital.
En Sudáfrica, las mujeres que reciben micropréstamos también hablan de otros temas durante sus reuniones, por ejemplo hablan sobre la buena comunicación con sus parejas y de la importancia del sexo más seguro. Estas “hermanas de por vida” no solo construyen sus negocios y pagan sus préstamos, sino también mejoran su comprensión de los roles de género, las infecciones de transmisión sexual y cómo hacer más placenteras sus relaciones.

Mejorar la situación de las mujeres para mejorar la salud

En las historias y estrategias presentadas en este libro, usted verá las diversas formas en que la gente se ha movilizado para promover la salud de las mujeres. Estas estrategias surgen cuando las personas se preguntan: ¿Qué lugar ocupan las mujeres en la sociedad? ¿Cómo son tratadas como madres, hijas, vecinas, compañeras de trabajo e integrantes de la comunidad? ¿Cómo varían sus experiencias de acuerdo a su origen étnico, social y económico? ¿Qué condiciones y obstáculos se interponen a la salud de las mujeres?

Al hacerse estas preguntas, las personas y organizaciones involucradas con la salud de las mujeres, se han dado cuenta de que necesitan tomar diversas medidas, que incluyen:

Abordar la desigualdad de género, en particular la violencia contra las mujeres, para que puedan hablar por sí mismas, sean escuchadas, participen en la toma de decisiones y se conviertan en líderes respetadas.
Eliminar las barreras a la atención de salud, ya sean estas raciales, étnicas, religiosas o de lenguaje, a fin de que nadie se quede sin el apoyo que necesita.
Organizarse para mejorar las condiciones de trabajo y lograr la igualdad salarial entre mujeres y hombres, para disminuir el daño causado por el exceso de trabajo y la pobreza.
Crear oportunidades que ayuden a las mujeres y a los hombres a explorar las diferentes maneras en que las personas sienten y expresan su sexualidad para que así puedan comunicarse mejor entre sí, sentir placer sexual y tener sexo más seguro.

Sabiduría reunida

Los libros de Hesperian sobre la salud de las mujeres (Donde no hay doctor para mujeres, Un manual de salud para mujeres con discapacidad, entre otros) les ofrecen a las promotoras de salud los conocimientos y las técnicas prácticas para prevenir y tratar los problemas de salud comunes, así como superar obstáculos y salvar vidas. Estos recursos han sido inmensamente útiles para muchas personas. A lo largo de los años muchas mujeres y promotoras de salud de todo el mundo nos han enviado cartas y correos electrónicos con historias sobre cómo estos materiales han cambiado sus vidas y sus comunidades. A la vez, han compartido que para lograr cambios más profundos y duraderos en la vida de las mujeres, necesitaban más herramientas y estrategias para crear conciencia, movilizar a sus comunidades y abogar por los derechos de las mujeres, en particular por el derecho a la salud. El objetivo de este libro es responder a estas necesidades y apoyar a los grupos de base que hacen este importante trabajo.

Cientos de mujeres y hombres, jóvenes y personas mayores, de muchos países han contribuido a este libro. Tanto como individuos al igual que como integrantes de varias organizaciones, compartieron sus experiencias y conocimientos sobre lo que han hecho para promover la salud de las mujeres en sus comunidades. Y un pequeño grupo de mujeres de diversas regiones del mundo recopiló sus historias, estrategias y actividades, y las entretejió en este material para mostrar los diversos caminos que la gente ha recorrido hacia la meta común de mejorar la salud de las mujeres y niñas.

Varios grupos comunitarios de mujeres y hombres en 28 países ayudaron a leer este material nuevo y a poner a prueba las actividades del libro en sus propias comunidades. Sus observaciones nos han ayudado a crear un recurso que esperamos usted adapte y use en sus contextos diversos y cambiantes.

¡Este libro es para usted!

Todas las personas pueden hacer algo para promover la salud de las mujeres. La partera del Perú que vio morir a una madre dando a luz, no se consideraba activista. Su trabajo solo consistía en apoyar a las mujeres durante el trabajo de parto. Pero cuando se dio cuenta de los retos que enfrentaban sus pacientes, comenzó a conectarse y a colaborar con otras personas para ver qué cambios podían hacer para que menos mujeres perdieran la vida durante el parto. Organizaron reuniones comunitarias, hablaron sobre los cambios necesarios en el centro de salud, crearon vínculos con personas influyentes, cuestionaron la discriminación contra las mujeres indígenas y aprendieron sobre sus protecciones legales. Ella no hizo todo solita. No necesitaba ser activista comunitaria con experiencia, lo que sí necesitaba saber era cómo reconocer cuando hay un problema, imaginar que la situación podía ser diferente y comenzar a reunir a las personas con quienes pudiera colaborar para hacer cambios. A esto nos referimos cuando decimos “promover la salud”.

Usted también puede reunir a la gente para resolver problemas que impiden que las mujeres gocen de una buena salud. Este libro es para todas y todos, no solo para las y los líderes comunitarios o las y los promotores de salud.

Este libro es para todas las mujeres, porque cuando las mujeres trabajan juntas para entender y solucionar los problemas de salud que enfrentan, aprenden a movilizarse para mejorar su salud y la salud de sus comunidades.
	Este libro es para las personas jóvenes, porque ellas abrirán las puertas al cambio. Las y los jóvenes en todo el mundo ya empezaron a desafiar las viejas ideas sobre la desigualdad y a desarrollar nuevas maneras para que las mujeres y los hombres fomenten el respeto mutuo, la confianza y la salud.
Este libro es para los hombres, porque son aliados indispensables en la lucha por promover la salud y los derechos de las mujeres y las niñas. Ellos también se benefician cuando los roles de género no son tan restringidos. Al mejorar las condiciones de vida de las mujeres, ayudan a mejorar las condiciones de toda la comunidad.
	Este libro es para las y los promotoras de salud, cuyo trabajo no solo es tratar los problemas de salud, sino también es trabajar con sus comunidades para prevenir los problemas de salud y promover el bienestar. Los promotores de salud tienen más éxito cuando se unen a la comunidad para abordar las causas de fondo de los problemas de salud; cuando alientan a la comunidad a movilizarse para mejorar la salud de las mujeres; y cuando abogan por el cambio en las instituciones que afectan la salud y la atención de salud.