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Cómo promover el desarrollo social de un niño
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Ayude a su hija a conocer a adultos que son sordos o que no oyen bien. Eso le ayudará a darse cuenta de que los adultos sordos pueden tener éxito en la vida. Ella también aprenderá a tener más confianza en sí misma y a apreciarse más. Si ve que los adultos cooperan, hacen y contestan preguntas, y expresan sus sentimientos, ella aprenderá las reglas sociales y desarrollará las habilidades que necesita para la convivencia.
los dientes tú solito!
Anime a su hijo a ser responsable e independiente.
que ayudo mucho a mi mamá. También puedo llevarle leña a mi abuelita.
Ayude al niño a darse cuenta de las habilidades que ya tiene y que son útiles o valiosas para la comunidad. Anímelo a que desarrolle esas habilidades aún más.
Sumario
Ayude al niño a expresar sus sentimientos
Cuando un niño no puede hablar acerca de sus sentimientos quizás no le quede otra opción que no sea expresarlos a través de su conducta. Tal vez dé golpes, grite o patee cuando esté frustrado o enojado porque no tiene otra manera de expresar lo que siente. Si su hijo se frustra o se enoja mucho, o es grosero, usted necesita ayudarle a aprender otras formas de expresar sus sentimientos.
Busque oportunidades de enseñarle a su hijo señas y palabras para las emociones fuertes. Eso le ayudará a saber lo que siente y a entender sus emociones. Una vez que lo logre, será más fácil que hable o haga señas sobre sus emociones, en vez de expresarlas a través de su comportamiento.
Premie el buen comportamiento
Cuando un niño se porta bien, la gente a su alrededor lo trata bien. Cuando su hijo se porta bien, felicítelo. Un niño quiere el cariño y la aprobación de sus padres y de otras personas, así que repetirá el comportamiento que le gane atención y elogios. Una buena forma de animar al niño a portarse bien es felicitarlo a lo largo del día o darle un abrazo o alguna cosita que le guste.
Enseñar a un niño sordo a comportarse bien cuesta mucho trabajo y requiere mucha paciencia. Pero una vez que él empiece a desarrollar las habilidades que necesita para la convivencia y a portarse bien, le será más fácil trabar amistades, integrarse en la comunidad y, más adelante, ir a la escuela.
- Felicite a la niña cuando hace algo bien.
- Premie el buen comportamiento. Sonríale al niño o hágale un cariño cuando le agrada que se porte bien.
Muchas veces, un niño se sigue portando mal porque ha aprendido que así consigue lo que quiere. Por ejemplo:
Kaseko está jugando solo. Él quiere que su mamá venga a jugar con él. | Cuando ella no le hace caso, Kaseko empieza a gritar. Su mamá viene a ver qué le pasa. | Ahora la mamá de Kaseko le está prestando toda su atención. |
¡Ma!
|
¡Guaaa! ¡Guaaa!
¡Kaseko! ¡Ya basta!
|
¿Qué te pasa, Kaseko? Ya, ya. Aquí estoy.
|
Al no prestarle atención a Kaseko cuando se está portando bien... | y sólo prestarle atención cuando empieza a gritar... | lo anima a portarse mal. |
Pero si usted le presta atención a su hijo cuando se está portando bien y no le hace caso cuando se porta mal, podrá enseñarle que el mal comportamiento no le ayuda a conseguir lo que quiere. Por ejemplo, la mamá de Kaseko aprendió que:
si le presta atención a Kaseko cuando se está portando bien... | pero no le hace caso cuando grita… | lo anima a portarse bien. |
¿Le estás ayudando a Mamá a cocinar?
|
¡Guaaa! ¡Guaaa! |
¡Qué buen niño! |
Explíquele al niño la razón de las cosas
A los niños se les hace más fácil hacer lo que se les pide si saben por qué necesitan hacerlo. Sin embargo, es posible que los niños pequeños que no oyen bien no sepan suficientes palabras o señas para entender el porqué de las cosas. Por eso, para los padres muchas veces es más fácil simplemente decirles qué hacer. Si los niños no entienden por qué ti enen que hacer algo, se pueden frustrar.
Facilite los cambios
Para muchos niños pequeños puede ser difícil cambiar de una actividad a otra (hacer una transición). Por ejemplo, tal vez les moleste tener que salir de una casa para ir a otra o dejar de jugar para ir a bañarse. Aún no se han acostumbrado a las rutinas diarias. Es posible que sigan batallando con esas rutinas hasta que se acostumbren a la cadena de actividades que hacen todos los días. Por otro lado, una vez que se acostumbren a su rutina, hasta los cambios más pequeños podrían causarles inseguridad.
Para los niños es más fácil aceptar los cambios si ya saben de antemano lo que va a suceder. Los dibujos podrían ayudarle a usted a comunicarse con su hijo sobre las transiciones. Por ejemplo, si el niño está jugando y ya es hora de que se bañe, usted podría mostrarle un dibujo de un niño bañándose. Si ustedes conversan de lo que el dibujo muestra, el niño tendrá la oportunidad de prepararse para el cambio, y la transición podría ser más fácil para los dos.
Para que sea más fácil ir a lugares públicos, quizás le ayudaría explicarle al niño a dónde van a ir, antes de que salgan. Por ejemplo, usted podría mostrarle su bolsa o canasta para que él entienda que van a ir al mercado.
Pero recuerde que los cambios se les harán más fáciles a medida que los niños vayan creciendo.
Ayude a la niña a aprender a tomar decisiones
Una de las cosas más importantes que los niños necesitan aprender es cómo tomar buenas decisiones. Si usted u otras personas siempre le están diciendo a su hija qué hacer, ella no aprenderá a tomar buenas decisiones.
Los niños tienen más confianza en sí mismos cuando pueden tomar buenas decisiones. El tener confianza en sí mismos les ayudará a participar plenamente en las actividades de su comunidad y les ayudará a tener una vida mejor. Siempre que pueda, anime a su hija a tomar decisiones sencillas sobre cosas que la afecten. Por ejemplo, a veces podría decidir qué es lo que quiere comer o tomar, qué ropa quiere ponerse, a qué hora se quiere acostar o qué quiere hacer.
Si una niña sorda quiere tomar una decisión pero no le puede decir a usted lo que ella quiere o lo que le gusta, hágale preguntas que le ayuden a expresar lo que le gustaría hacer.