Hesperian Health Guides
La lucha por el cambio
WikiSalud > Donde no hay doctor para mujeres > Capítulo 3: El sistema médico > La lucha por el cambio
Pero unidos, los trabajadores de salud y grupos de mujeres pueden cambiar el sistema médico. En vez de que sea una barrera, pueden convertirlo en un recurso que las mujeres puedan usar para resolver sus problemas de salud. Pero el sistema médico no cambiará por sí mismo. Sólo cambiará cuando las personas lo exijan y cuando ellas ofrezcan maneras creativas de lograr que la atención médica que la gente necesita quede al alcance de todos.
Una buena forma de empezar a cambiar el sistema médico es hablando con otros hombres y mujeres acerca de los problemas de salud que afectan a la gente de su comunidad—incluyendo la falta de acceso a los buenos servicios.
Las mujeres también pueden trabajar unidas para...
- ayudar a cada miembro de la comunidad a informarse sobre los problemas médicos de la mujer. Por ejemplo, pueden organizar una campaña para explicar la importancia de la buena atención prenatal. Si las mujeres y sus familias entienden lo que las mujeres necesitan para estar sanas, será más probable que las mujeres usen los servicios médicos que ya existen. Además será más probable que exijan que se ofrezcan nuevos servicios—como mejores formas de detectar y tratar el cáncer del cérvix y de los senos.
- ver cómo se pueden mejorar los recursos médicos que ya existen. Por ejemplo, si en el pueblo ya hay una partera, ¿cómo podría ella adquirir nuevas habilidades?
- encontrar nuevas maneras de asegurar que la gente pueda obtener atención médica. Es importante pensar en los servicios que la gente desea tener, y no sólo en los que ya existen. Por ejemplo, si no hay un promotor de salud, ¿cómo sería posible entrenar y apoyar a uno? Si ya hay una clínica, ¿habría alguna forma de que ofreciera nuevos servicios, como talleres y asesoramiento?
- compartir los conocimientos que cada mujer ya tiene sobre la atención médica. Generalmente las mujeres son quienes cuidan a los enfermos, les enseñan a los niños a mantenerse sanos, preparan los alimentos, se encargan de la seguridad y la limpieza de los hogares y la comunidad, y ayudan a otras mujeres a tener a sus bebés. Mediante este trabajo, ellas han adquirido muchas habilidades que pueden usar para atenderse a sí mismas y a cada miembro de la comunidad.