Hesperian Health Guides

Funcionamiento de las cuencas hidrográficas

En este capítulo:

Si dañamos una cuenca perjudicaremos la salud de todos. Para comprender la importancia de las cuencas, podemos comparar los ríos y los arroyos en la tierra con las venas de los seres humanos, que llevan y mueven el agua a través de la tierra del mismo modo en que nuestras venas conducen la sangre a través del cuerpo. Así como nosotros dependemos de la sangre para vivir, el medio ambiente depende del agua para mantenerse con vida.

Ilustración de lo siguiente: arroyos de pueblos in las montañas se unen a un rio corriendo cerca de una ciudad.

Las cimas y las crestas de las serranías forman las fronteras de todas las cuencas hidrográficas.
Estas cuencas pequeñas…
...son parte de una cuenca más grande.

El ciclo del agua

El agua está siempre en movimiento. A veces, como en el caso de los ríos, fluye, y a veces se transforma del estado líquido (agua) al gaseoso (vapor) ó al sólido (hielo o nieve). Pero la cantidad total de agua en el mundo nunca cambia. Toda el agua que hay cae del cielo a la tierra, se entra en ella y fluye luego en los ríos, lagos y océanos para evaporarse de nuevo y subir hasta el cielo. Este movimiento se conoce como el ciclo del agua.

Ilustración de lo siguiente: Flechas apuntan al panino de agua de lluvias en un cerro, a un lago, a agua subterránea, y de vuela a nubes de lluvia.
El calor del sol hace que el agua se evapore de la superficie de los lagos, ríos y el mar, hacia el cielo. Las plantas y el suelo también liberan agua.
Las nubes transportan el agua y la sueltan de nuevo sobre la tierra como lluvia y nieve.
El agua corre a través de la superficie de la tierra en arroyos, lagos y ríos.
El agua entra en el suelo y alimenta las plantas y los árboles. Luego penetra hasta el subsuelo, donde se almacena como agua subterránea, fuente de agua de pozos y manantiales.

Cómo las cuencas hidrográficas protegen el agua y la tierra

La mayor parte del agua de una cuenca no está en los ríos y lagos, sino en el suelo mismo. Una cuenca saludable tiene un buen abastecimiento de agua limpia y una tierra rica en nutrientes. Los árboles y plantas, especialmente los pastos ubicados en la parte más alta de la cuenca y a lo largo de las riberas de los ríos y arroyos, mejoran la calidad y cantidad de las aguas subterráneas.

Si protegemos y conservamos el agua, las plantas y la tierra, estaremos protegiendo también la cuenca hidrográfica.

Ilustración de lo siguiente: En un paisaje lluvioso con un rio y humedales, flechas enseñan dónde el agua va entrar a la tierra.
Las plantas y los árboles hacen que el flujo de la lluvia sea más lento, sirven para que el agua se extienda y se absorba en la tierra, y evitan que arrastre demasiada tierra.
Los ríos y los arroyos son el sustento
de la gente, peces y animales.
Si el agua ingresa lentamente a los ríos a través del suelo, habrá más agua en ellos durante el período entre una lluvia y otra, y se producirán menos inundaciones durante las tormentas.
Los humedales, que generalmente están al pie de las cuencas, filtran y limpian el agua a medida que ésta fluye. Los humedales pueden incluso filtrar algunos contaminantes tóxicos.


Modelo de una cuenca hidrográfica

Esta actividad ayuda a la gente a comprender el funcionamiento de las cuencas y la importancia de todos los elementos de éstas para mantener la salud de la población que vive en la región.
Duración: 30 a 45 minutos
Materiales: para cada grupo, una hoja grande de papel, un recipiente u olla, agua y lápices de color o bolígrafos de color a base agua.

  1. Divida a los participantes en grupos de 3 a 5 personas.
  2. Cada grupo coge su hoja grande de papel, la arruga y luego la aplana ligeramente, asegurándose de dejar algunas arrugas y lugares salientes.
  3. El grupo colorea los diferentes elementos geográficos de la cuenca de papel: las crestas de las serranías se colorean de marrón, los valles de verde, los ríos y corrientes de agua de azul. A continuación se ponen en colores diferentes los elementos que las personas han añadido a la cuenca: los basureros (vertederos de basura) se colorean de rojo, los plaguicidas, la gasolina y otras sustancias químicas de negro, etcétera.
  4. Coloque el papel en la olla o recipiente y arregle la forma de modo que se parezca a una cuenca hidrográfica en la que los pliegues salientes se asemejan a las serranías y las depresiones representan los valles.
  5. Los miembros del grupo se humedecen los dedos y rocían agua ligeramente sobre este modelo de cuenca hidrográfica hasta que los colores comiencen a desteñirse y a escurrir sobre el papel. Analice con cada grupo lo que está sucediendo a medida que los colores se destiñen y escurren hacia la parte baja de la cuenca hidrográfica.
  6. Reúna a los grupos para conversar sobre lo que han observado y cómo este modelo representa lo que sucede en una cuenca hidrográfica real. Note las distancias que pueden recorrer las manchas y la forma en que los diferentes elementos se mezclan dentro de la cuenca.


Preguntas para la discusión:

Una mujer gesticulando.
  • ¿Qué problemas de salud pueden surgir para los habitantes río abajo a causa de la escorrentía de los basureros (en rojo) y de los plaguicidas (en negro)?
  • ¿Qué cambios cree que su comunidad sufrirá si se dañan las cuencas hidrográficas?
  • ¿Qué medidas podría tomar su comunidad para proteger o rehabilitar la cuenca?

Deterioro de la cuenca del valle del río Aguán

Hace 40 años las montañas sobre el río Aguán tenían árboles. El valle era una de las regiones más fértiles de Honduras, y era una buena fuente de sustento para muchas poblaciones y granjas. Muchos arroyos pequeños y claros corrían por la montaña hasta desembocar en el río Aguán. El río corría por el centro del valle hasta llegar al Mar Caribe.

Luego la gente comenzó a cortar los árboles para obtener tierras para la agricultura y campos de pastoreo. Llegaron grandes compañías frutícolas y cortaron más árboles para sembrar bananos. Las familias comenzaron a trasladarse a las montañas porque las mejores tierras de los valles habían sido ocupadas por los ricos terratenientes. Por último, la mayoría de los árboles fue derribada y más gente se fue a vivir a la ladera de las montañas. El agua de los ríos y arroyos comenzó a disminuir y ya no venía clara.

La gente del valle del Aguán sabía que las cosas habían cambiado, pero hizo falta que llegara un huracán para hacerles comprender hasta qué punto la cuenca había sido dañada. Las lluvias torrenciales causaron derrumbes en los cerros. Muchas casas y hasta pueblos enteros fueron arrastrados por las aguas. Mucha gente murió y muchos más se enfermaron.

Casas en la orilla de un acantilado desgastado, y una casa se ha derrumbado a su base.

Al trabajar juntos en las tareas para recuperarse de la tormenta, la gente comenzó a entender que la pérdida de los árboles en las laderas de las montañas, los derrumbes y sus problemas de salud estaban relacionados. El ganado había contaminado las aguas, causándoles diarrea y otras enfermedades a los niños. Las cosechas empeoraron porque la tierra ya no retenía el agua en la estación de lluvias y los campos se secaban rápidamente. Más adelante, cuando llegaron las lluvias de invierno, éstas arrastraron consigo la tierra. Las cosechas eran tan malas que la gente siempre tenía hambre y el hambre hizo que empeoraran los problemas de salud.
Los pobladores empezaron a entender que para mejorar su salud tenían que proteger la cuenca hidrográfica.

La historia del valle del río Aguán continúa después de “Los beneficios de proteger las cuencas hidrográficas”.


El deterioro de las cuencas hidrográficas afecta la salud

Ilustración de lo siguiente: una ciudad deforestada y sobreconstruida y una fábrica están en las orillas de un rio.

Las explotaciones petroleras y mineras, la agricultura industrial y las fábricas producen sustancias tóxicas que contaminan el agua.
La deforestación hace que la tierra se erosione y que las inundaciones sean más dañinas.
La destrucción de los humedales para construir edificaciones o por el asfaltado de las calles da lugar a más inundaciones y contaminación del agua.

Si se cortan los árboles y las plantas (deforestación) la tierra retiene menos agua y los pozos y arroyos se secan. Los períodos secos se prolongan y se hacen más frecuentes, dando lugar a problemas de salud relacionados con la falta de agua. La deforestación también causa la pérdida de los suelos (erosión), haciendo que el cultivo de alimentos sea más difícil y produciendo hambre y migración.

Cuando se destruyen los humedales ya no se puede filtrar la contaminación tóxica del agua, lo que resulta en mayor contaminación. El deterioro de los humedales y la deforestación producen inundaciones, lo que resulta en lesiones, muertes y un aumento de las enfermedades diarréicas.

Los cambios en las cuencas hidrográficas aumentan las enfermedades causadas por zancudos

Los zancudos (mosquitos) se crían en el agua estancada y el agua que se mueve lentamente. Cuando se producen cambios grandes o repentinos en el uso de la tierra y el flujo del agua a través de las cuencas, generalmente se crean las condiciones para que los zancudos proliferen. Los cambios se producen por:

  • Excavar en las cabeceras de los ríos para sacar materiales de construcción como grava y arena y minerales preciosos como oro; con frecuencia da lugar a la formación de charcos de agua estancada.
  • Construir represas en los ríos, lo que hace que el agua se estanque y cambie de curso.
  • La construcción de caminos, que puede bloquear el flujo del agua y crear charcos.

Un tocón de árbol y charco son rodados por zancudos. Si el agua se mantiene en movimiento, los cambios en la cuenca no tendrían que ocasionar un aumento de las enfermedades transmitidas por la picadura de zancudos, tales como el dengue, el paludismo y la fiebre amarilla. En el Capítulo 8 encontrará información sobre cómo prevenir enfermedades causadas por zancudos.