Hesperian Health Guides

Los bosques son un sustento vital

En este capítulo:

Los bosques son un importante medio de vida. Algunos gobiernos y organizaciones internacionales dicen que la gente pobre es la que causa mayor daño a los bosques porque corta los árboles para sembrar cultivos o para buscar otras maneras de ganarse el pan de cada día. Sin embargo, si se llega a una situación en la cual las personas no tienen suficientes alimentos, ingresos u otros medios para satisfacer sus necesidades básicas, la necesidad de sobrevivir se vuelve más importante que la de preservar los bosques. A veces la gente no tiene otra alternativa que cortar los árboles, ya sea para habilitar tierras para los cultivos, o para recolectar madera y leña. Es raro que la culpa por la destrucción de los bosques se la atribuyan a las industrias que sacan enormes cantidades de madera y desbrozan los bosques para realizar actividades de minería, explotaciones petroleras, plantaciones industriales o grandes obras de infraestructura.

Si las necesidades diarias de la gente se satisfacen, éstas estarán en mejores condiciones para pensar en el futuro y podrán incluso pensar en cómo cuidar del medio ambiente. La gente que vive en los bosques y cuida de ellos sabe que hay muchas posibilidades para ganarse la vida con los bosques, sin causar mucho daño.

En frente de un hogar, una familia vestida en trapos están parados en un área deforestada donde nuevas plantitas has sido plantadas.
Las injusticias que causan la pobreza también causan la deforestación, y se refuerzan mutuamente.

La agricultura en los bosques

En muchos lugares los agricultores despejan sólo sectores del bosque para sembrar sus cultivos, dejando intacto el bosque circundante. Cultivan en dichos sectores hasta que las yerbas comienzan a competir con sus cultivos, y en ese momento pasan a despejar otro sector; el bosque vuelve a crecer en el primer sector y así los suelos pueden restaurarse. Esta práctica se conoce a veces con el nombre de “agricultura de corte y quema”.

La agricultura de corte y quema se practicó durante miles de años. Sin embargo, a medida que las poblaciones iban creciendo y asentándose en otras zonas, se fueron reduciendo los bosques disponibles para aplicar esta técnica agrícola. Tampoco hay suficientes terrenos disponibles para permitir que el bosque se vuelva a apropiar de las tierras cultivadas. La agricultura de corte y quema se ha vuelto insostenible, tanto para el agricultor como para el bosque. Las comunidades que labran la tierra en áreas forestales podrán obtener mejores resultados y permanecer en su tierra por más tiempo si aplican métodos agrícolas sostenibles.

Proteger los bosques es proteger los medios de vida

Los habitantes del estado de Andra Pradesh, India, desbrozan sectores de los bosques locales para sembrar sus cultivos. Sin embargo, en los meses en los que las parcelas agrícolas no producen casi alimentos, mucha gente depende de lo que puede obtener del bosque. En algunas aldeas recogen y venden madera para leña, mientras que en otras usan la madera para hacer herramientas que luego venden. La utilización de los recursos del bosque está reglamentada por los vecinos que se organizan en grupos conocidos como “comités del bosque comunitario”.


Cuando los comités descubrieron que el uso excesivo estaba dañando a la zona, fijaron reglas para reducir la cantidad de madera que se podía extraer. Las reglas eran muy estrictas, y la supervivencia de mucha gente se vio amenazada. La gente que sobrevivía vendiendo leña y haciendo herramientas había perdido esos ingresos. Durante los meses de escasez de alimentos estas familias sufrieron mucho.


Los miembros del comité de bosques pertenecían a estas mismas comunidades, y les interesaba por lo tanto encontrar una solución para que los miembros de la comunidad no pasaran hambre, sin dejar de proteger el bosque. Después de varias reuniones, se llegó a una decisión. En vez de cambiar la nueva reglamentación sobre
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el uso del bosque, el comité ayudaría a mejorar las tierras agrícolas mediante la construcción de barreras muertas en las curvas de nivel, logrando así que el agua corra más lentamente y evitando la erosión. Esto haría el suelo más fértil y daría más agua a los cultivos, lo que mejoró la producción. De este modo habría más alimentos disponibles para todos sin poner en peligro el bosque.


El ecoturismo

right alt=Desde un puente peatonal sobre un barranco, una guía apunta sitios a dos turistas.
Un manejo cuidadoso del ecoturismo
puede proteger los bosques.

El ecoturismo permite ganar dinero de los visitantes que vienen a ver la belleza natural de un área, o que vienen a estudiar las plantas y animales que viven allí. Algunos proyectos de ecoturismo están dirigidos sólo al disfrute de la belleza natural, mientras que otros incluyen un programa de convivencia con la gente del lugar para informarse sobre las tareas de protección del medio ambiente. En otros casos se invita incluso al turista a participar activamente en la protección del medio ambiente.

El ecoturismo puede ser un medio adecuado para que las comunidades del lugar generen ingresos. Sin embargo, la organización y manejo de un proyecto es algo costoso que necesita de una cuidadosa planificación. Los turistas requieren alimentos, comodidad, alojamiento, guías y mucha paciencia para lidiar con las diferencias culturales. Pueden ocurrir accidentes que requieran atención médica. Para que vengan los turistas se necesita primero promocionar el lugar y poner anuncios en revistas o en internet, imprimir folletos y emplear otros medios de publicidad.

Los proyectos ecoturísticos no siempre son sostenibles. Los deben administrar cuidadosamente de modo que el dinero que dejan beneficie a la comunidad y no solamente a los agentes ajenos a la comunidad o a los comerciantes, o sólo a algunas familias. Los proyectos ecoturísticos más prósperos y sostenibles son generalmente aquellos en los que se limita el número de turistas que visitan el lugar, con el fin de ejercer menos presión en la comunidad y hacer menos daño al medio ambiente.

Productos forestales no madereros

Los productos forestales no madereros son aquellos que pueden recogerse y venderse sin causar daño al bosque. Estos incluyen nueces, frutas, plantas medicinales y fibras. Las comunidades que han prosperado vendiendo productos no madereros se han dado cuenta de la importancia de tomar las siguientes medidas:

  • Establecer reglas claras para determinar quién puede cosechar y vender el producto y cómo se debe cosechar en forma sostenible. Una vez que un producto obtiene éxito comercial, ya está en peligro de ser sobreexplotado. Se debe recoger sólo lo suficiente, sin que esto impida al fruto seguir creciendo y reproduciéndose.
  • Encuentre o desarrolle un mercado para el producto. No vale la pena cosechar el producto si no se puede vender o utilizar.
Cosecha de plantas medicinales del bosque
dos mujeres y un hombre juntan plantas en un bosque.

Cerca de la Bahía de Bengala, en la India, mucha gente recurre a los curanderos tradicionales cuando se enferma. Estos curanderos producen medicinas a partir de las plantas que recolectan en el bosque. Un día, los miembros de una organización no-gubernamental (ONG) llegaron al pueblo para enseñarles a los locales cómo obtener ingresos recogiendo estas plantas medicinales para venderlas en la ciudad. Al vender las plantas medicinales a través de la organización, contribuyeron para que la comunidad obtuviera ingresos a partir del bosque, pero sin cortar los árboles.

Los pobladores estaban contentos de haber encontrado un nuevo medio para producir ingresos; muchos comenzaron a recoger y vender las plantas medicinales. Sin embargo, no preguntaron a los curanderos cómo recoger las plantas sin dañarlas y no tuvieron cuidado en calcular la cantidad que debían recoger.

En su entusiasmo por ganar dinero, algunos pobladores destruyeron los árboles de donde obtenían las plantas. En vez de cavar alrededor del árbol para recoger algunas raíces, algunos derribaban todo el árbol. En poco tiempo, la mayoría de las plantas medicinales había desaparecido del bosque, dejando a los curanderos tradicionales sin plantas para sus curaciones, y consecuentemente la gente del lugar, cuando se enfermaba, gastaba mucho en comprar medicamentos de las farmacias. Al final, la salud de la gente y de los bosques se vio afectada por la cosecha indiscriminada de las plantas, que no tuvo en cuenta su preservación para el futuro.