Hesperian Health Guides

Producción limpia

En este capítulo:

Existen métodos y tecnologías para producir y vender productos sin causar contaminación ni desechos tóxicos. La producción limpia protege la salud de la gente y la salud del medio ambiente.

Cómo una fábrica de papel aplica la producción limpia
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Fábrica
Papel
Energía eólica
(del
viento)
renovable
El calor y el humo se
recogen, procesan y
aprovechan, en lugar
de emitirlos al aire
Papel terminado
Agua reciclada
y tratada
antes de
verterla
Papel reciclado
Manejo
sostenible de

los árboles y
bosques

En una fábrica de papel normal se consumen árboles, agua, electricidad y productos químicos tales como cloro. En una fábrica de papel con producción limpia, por el contrario, se logra reducir la contaminación utilizando:

  • Papel reciclado y árboles de bosques manejados en forma sostenible.
  • Una fuente renovable de energía (solar o eólica) en vez de electricidad obtenida a partir de combustibles fósiles (petróleo o carbón).
  • Nada de cloro u otros productos químicos.
  • El mínimo posible de agua. El agua se reutiliza varias veces y luego se trata para asegurar que no sea peligrosa antes de verterla.

La mayor parte de las industrias pueden aplicar procesos de producción limpia. El calor producido puede utilizarse para generar electricidad, y los desechos de un proceso generalmente se pueden usar en otro. La producción limpia reduce los desechos y el consumo de materiales y energía, así ahorrando dinero.

Sin embargo, dado que las compañías generalmente no pagan por las tareas de limpieza, o por evitar la contaminación y el daño que ésta ocasiona, resulta generalmente necesario obligarlas mediante la presión popular o la normativa gubernamental a cambiar sus métodos a una producción limpia.

Promoción de negocios menos contaminantes

Cuando los propietarios de negocios y los trabajadores entienden que los productos químicos y los desechos industriales les pueden hacer daño a ellos y a toda la comunidad, a veces están dispuestos a cambiar los materiales y métodos de producción para reducir el daño. Sin embargo, en ciertas ocasiones es necesario presionarlos tanto en forma positiva como negativa para lograr cambios benéficos para la salud de la comunidad. Hay varias formas de influenciar a los negocios para que escojan métodos de producción más limpios.

El gobierno puede: prohibir o regular el uso de productos tóxicos y procesos de producción peligrosos, rechazar la compra de productos fabricados en forma peligrosa, ofrecer fondos para que los negocios utilicen métodos de producción más limpios, reducir los impuestos a los negocios que apliquen la producción limpia, y aumentarlos a aquellos que apliquen métodos dañinos.

Manifestantes afuera de una tienda de pinturas con letreros que dicen "Fuera las pinturas venenosas," "Apoyen los negocios no contaminantes," y "Las pints Williams contienen plomo."

La gente puede: educarse a sí misma, a los propietarios de negocios y a los trabajadores para informarse sobre el peligro de los productos tóxicos y las ventajas de la producción limpia. Se pueden negar a comprar los productos contaminantes hecho por una empresa particular y a la venta por comerciantes (un boicot), informar a los demás sobre las alternativas no tóxicas, valerse de los medios de comunicación para denunciar las prácticas tóxicas y elogiar el buen desempeño de los negocios no tóxicos.

Los trabajadores pueden: informarse, hacer un seguimiento y exigir el cumplimiento de las reglas sobre el manejo seguro de los productos tóxicos y hacer que se introduzcan en sus contratos sindicales cláusulas de protección contra productos tóxicos, para ellos y para la comunidad.

Pequeños negocios más limpios

A veces los propietarios de pequeños negocios no comprenden bien el daño que los productos tóxicos pueden causar. Cuando ellos y los trabajadores utilizan, almacenan y se deshacen peligrosamente de los productos tóxicos, generalmente es porque tratan de ahorrar dinero, tiempo y trabajo. Después de todo, muchos comerciantes viven en las mismas comunidades que están contaminando y son amigos o vecinos de la gente afectada. O puede ser que conozcan los métodos de producción más limpios pero consideren que los costos de cambiar son demasiados altos. Sin embargo, con el tiempo los altos gastos para la atención de salud de un trabajador afectado y la limpieza del medio ambiente por el daño causado a la comunidad terminan siendo más costosos en tiempo y dinero que lo que se hubiera podido ahorrar.

Cuando los pequeños negocios cambian a una producción más limpia, contribuyen a que toda la comunidad y el futuro de sus negocios sean más sostenibles.

Tintes

Muchos tintes se producen con metales pesados y otros productos tóxicos. Los desechos provenientes de los tintes generalmente se descargan en los acueductos y ríos, llenándolos de contaminantes peligrosos y difíciles de limpiar.

Cómo reducir la contaminación

Los pequeños negocios de la industria de tintes pueden reducir los desechos peligrosos siguiendo las siguientes normas:

  • Evitar los tintes más tóxicos, tales como los tintes azo, y buscar otras alternativas más seguras. Se sabe que los tintes azo causan defectos de nacimiento. Se utilizan generalmente en las imprentas, textiles, producción de papel, farmacéuticas y la industria de alimentos.
  • Controlar la cantidad de productos tóxicos que se utilizan.
  • Reutilizar para hacer otros productos los derivados de los procesos de teñido.
  • Reutilizar el agua de limpieza en el siguiente lote de teñido.
  • Utilizar mangueras de alta presión para limpiar y reducir la cantidad de agua descartada.
  • Poner etiquetas y guardar los materiales tóxicos en lugares seguros, lejos de los acueductos y ríos.

Curtiembres

En las curtiembres de cuero se utilizan grandes cantidades de agua, sales y productos químicos, tales como cromo de diversos tipos. Al final del proceso de curtiembre estos productos químicos se descargan como desechos en los ríos y acueductos. Como resultado, el agua potable de las comunidades vecinas a las curtiembres generalmente está contaminada.

A corto plazo, estos tóxicos pueden ocasionar bronquitis, asma y otros problemas respiratorios. A largo plazo, si continúa la exposición, pueden causar defectos de nacimiento y cáncer.

Cómo reducir la contaminación

En algunas curtiembres se aplican métodos de producción no tóxicos o menos tóxicos. Los métodos tradicionales de curtir utilizan partes de los animales, logrando mayor seguridad y un proceso de curtiembre más limpio. En las curtiembres en que se utiliza cromo, existen técnicas para recuperarlo y reciclarlo de modo que se utilice una cantidad inferior de éste y se tenga que descartar también menos, logrando reducir no sólo los costos sino también la contaminación tóxica. El agua que se utiliza en los lavados puede reciclarse y las aguas residuales puede tratarse para verterla limpia en los desagües.

Producción limpia en las curtiembres
Botas de vaquero.

La ciudad de León, México, es famosa por la alta calidad de su calzado de cuero. Las curtiembres de León son pequeños negocios, importantes para la viabilidad económica de la comunidad. Pero las curtiembres solían echar los desechos químicos directamente en los acueductos y ríos locales, causando enfermedades graves.

Durante muchos años, León emitió leyes para regular la contaminación, pero las curtiembres casi nunca las obedecieron. Muchos propietarios pensaban que reducir la contaminación era demasiado costoso y perjudicaría sus negocios.

Sin embargo, cuando murieron miles de aves debido a la contaminación de un humedal cerca de León, el gremio que representaba a las curtiembres comenzó a investigar cómo reducir la contaminación sin perjudicar sus negocios. Entonces enteraron de las técnicas de producción limpia.

El gremio aprendió de proyectos en África y Asia en los cuales las curtiembres habían colaborado con la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) para descubrir diversas técnicas de recuperación y reutilización de los productos químicos que utilizan. Los proyectos demostraron que más de la mitad de la contaminación de las curtiembres podía reducirse mediante la utilización cuidadosa de los recursos naturales, utilizando cantidades más pequeñas y con mayor cuidado.

En los años siguientes, el gremio ayudó a las curtiembres a reducir la contaminación y muchas curtiembres comenzaron a poner en práctica métodos de producción más limpios. Primero aplicaron un nuevo proceso en el que más cromo entra en contacto con el cuero durante el lavado y así el agua utilizada contiene menos cromo. Más adelante reemplazaron con una enzima (un producto natural que transforma las sustancias químicas) los productos químicos dañinos que se utilizaban para suavizar el cuero. Algunos productores de cuero de baja calidad comenzaron a aplicar métodos de curtiembre con productos vegetales en vez de cromo, eliminando así uno de los componentes más tóxicos y costosos del proceso.

Las curtiembres que no pudieron encontrar una alternativa para el cromo, comenzaron a reutilizarlo en vez de descartarlo después del primer uso. Lo mismo se hizo con grandes cantidades de agua mezclada con productos químicos. En algunas curtiembres se construyeron sistemas de tratamiento de aguas residuales para limpiar el agua, reciclarla y volverla a usar, protegiendo y conservando así los recursos hídricos.

En la actualidad los trabajadores del cuero de León conocen las técnicas de producción limpia. Cuando se les pregunta por qué utilizan estos nuevos métodos, responden que lo hacen para proteger el agua potable y las aves, y que además ahora producen cuero de mejor calidad a costos más bajos que antes.

Probando la producción limpia

El espléndido panorama que se observa desde los cerros de San Francisco, Estados Unidos, y la multitud de pequeños restaurantes, atraen a turistas de todo el mundo. Sin embargo, los restaurantes son tan numerosos que el aceite residual de las cocinas se convirtió en un problema al obstruir las alcantarillas, causando gastos para la ciudad. La ciudad exige que los restaurantes utilicen colectores de grasa para evitar que el aceite entre en las alcantarillas, pero es costoso vaciar y limpiar los colectores. Muchos de los restaurantes, propiedad de los nuevos inmigrantes, no podían sufragar el gasto.

El Comité de Servicios Públicos de San Francisco, encargado de las alcantarillas, decidió que en vez de cobrar multas a los restaurantes por no descartar apropiadamente el aceite, les ofrecerían una solución. Recogerían el aceite usado ¡y lo utilizarían como combustible en los autobuses de la ciudad!

Cuando se inventó el motor a diesel, quemaba aceites livianos como el aceite vegetal. Pero como el petróleo era barato y abundante y las compañías que lo producían eran poderosas, la mayor parte de los motores a diesel comenzaron a usar petróleo. En la actualidad, con la grave contaminación y el cambio climático ocasionados por el petróleo, la gente está volviendo a usar el aceite vegetal como combustible, ya que es menos contaminante y menos costoso.

El aceite vegetal se puede utilizar como combustible de los motores diesel después de modificarlos ligeramente, o puede transformarse en biocombustible, listo para utilizarse como combustible sin necesidad de cambiar nada. La quema de biocombustibles reduce la contaminación del aire que causa asma y cáncer. En comparación con otros combustibles como el gas natural, el biocombustible es también menos costoso.

La producción de biocombustible reciclando los residuos de aceite es diferente que la siembra de nuevos cultivos sólo para hacer combustibles, ya que gracias a ella el producto usado no entra en las alcantarillas sino que se recicla.

Un camion etiquetado "Este bus usa combustible de aceite vegetal." maneja al lado de edificios cerca del Puente Golden Gate.

Para que la producción limpia diera resultados, el Comité de Servicios Públicos de San Francisco contrató a hablantes de lengua materna en muchos idiomas para que visiten los restaurantes y recojan el aceite usado. Los propietarios de los restaurantes ya no tienen que pagar para deshacerse del aceite y la ciudad se beneficia pues hay menos alcantarillas obstruidas y combustibles más económicos para los autobuses.

Ahora las calles de San Francisco en vez de oler a tráfico de vehículos, huelen a comida frita, y esto atrae más turistas que nunca a los restaurantes locales.