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Capítulo 14: Los plaguicidas son veneno
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Los plaguicidas son productos químicos utilizados para matar insectos, roedores y yerbas que dañan los cultivos y la salud. Sin embargo, los plaguicidas pueden también envenenar y exterminar a otros seres vivos tales como plantas, insectos y animales benéficos, y a las personas. Además, los plaguicidas pueden desplazarse muy lejos del lugar donde se aplican y contaminar la tierra, el agua y el aire.
En este Capítulo utilizaremos la palabra plaguicidas para referirnos a todos los productos químicos que se utilizan para controlar las plagas, que incluyen:
- Insecticidas para matar insectos.
- Herbicidas para eliminar yerbas y plantas no deseables.
- Fungicidas para controlar los mohos.
- Veneno para ratas (rodenticidas) para matar ratas, ratones y otros roedores.
Los agricultores no siempre utilizaron plaguicidas y muchos cultivan con resultados excelentes sin utilizarlos. En lo posible, es mejor evitar los plaguicidas porque no son sanos ni para el agricultor ni para la tierra. Los plaguicidas nunca son seguros. Pero para los trabajadores agrícolas, los trabajadores de las plantaciones y cualquier otra persona que se ve obligada a utilizar plaguicidas, se pueden aplicar medidas para reducir el daño y protegerse lo más posible.
¿Por qué se usan los plaguicidas?
Los plaguicidas no son sanos ni para los alimentos, ni para el agricultor, ni para el trabajador agrícola o el medio ambiente. Entonces, ¿por qué se usan?
A menudo los plaguicidas son parte de la agroindustria caracterizada por el uso de maquinaría agrícola, enormes sistemas de riego, trabajadores mal pagados y subsidios del gobierno, para producir cultivos que se pueden vender a menor precio. Los plaguicidas pueden exterminar todo lo que pueda reducir el rendimiento de los cultivos o dar una apariencia menos atractiva a los alimentos, así que las grandes empresas agrícolas los utilizan como parte de un sistema cuyo objetivo es vender más alimentos.
Las familias que tienen granjas pequeñas, con frecuencia creen que para poder competir con las grandes empresas agropecuarias también deben utilizar plaguicidas. Cuando un agricultor pobre está luchando por alimentar a su familia en el presente, tal vez no reflexione sobre las consecuencias para su propia salud o la de su familia en el futuro. No obstante, cultivar de esta manera tiene altos costos para la salud de las personas y del medio ambiente.
Con el tiempo, los plaguicidas causan gran daño. Después de muchos años de fumigación, las plagas pueden volverse resistentes a los productos químicos. Los plaguicidas eliminan también a muchos insectos y aves que no son dañinos y que controlan las plagas en las cosechas. Cuando esto sucede, los plaguicidas ya no reducen las pérdidas ocasionadas por las plagas, la productividad de los cultivos baja y las familias se empobrecen. Lo peor es que los plaguicidas matan a miles de personas cada año y causan enfermedades a muchas más.
Las empresas productoras de plaguicidas dicen que sus productos ayudarán a los agricultores a “alimentar al mundo”. Pero lo que estas empresas realmente quieren es alimentar sus propias ganancias sin considerar el daño que causan a largo plazo. Los plaguicidas son parte de un sistema injusto y dañino que enriquece a unos pocos y enferma a todos los demás.
Hay muchas clases de plaguicidas
Hay muchos tipos y marcas de plaguicidas, y se conocen con nombres diferentes en diferentes países. Los plaguicidas más peligrosos, prohibidos en algunos países, se venden libremente en otros.
Los plaguicidas vienen en diferentes presentaciones tales como polvos para mezclar con agua y rociar, gránulos y polvos para espolvorear, líquidos para rociar, recubrimientos para semillas y bolitas para matar roedores. Las espirales contra zancudos y los venenos para ratas son venenos comunes para eliminar las plagas en el hogar.
Los plaguicidas se venden en diferentes envases: enlatados, en botellas, en bidones, en bolsas y otros. Con frecuencia los plaguicidas se guardan en recipientes distintos a los originales. Pero no importa el tipo de plaguicida ni su forma o envase: ¡todos los plaguicidas son veneno!