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Quema de gas residual
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Cuando el petróleo se extrae junto con gas natural, las empresas petroleras pueden quemar este gas para separarlo del petróleo. La quema de gas produce enormes llamas que iluminan el cielo y producen un ruido terriblemente fuerte. Quemar el gas es peligroso, malgastador y contaminante.
Las compañías petroleras podrían vender el gas en vez de quemarlo, pero esto resulta más costoso y difícil ya que el gas debe almacenarse bajo presión, aumentando el riesgo de incendios y explosiones. El resultado es que las empresas petroleras simplemente queman el gas porque es la opción menos costosa, así produzca mayor daño a la gente y al medio ambiente.
Sumario
Salud y seguridad en sitios cercanos a la quema de gas residual
Las llamas más altas que una persona son menos dañinas.
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Las llamas que están a la altura de una persona u horizontalmente sobre el terreno son las más peligrosas. |
Todas las quemas de gas contaminan el aire y pueden causar problemas de salud. Pero algunas son peores que otras.
Se puede quemar gas ocasionalmente como medida de seguridad para evitar explosiones (quemas de seguridad), o diariamente como parte de las operaciones petroleras (quemas rutinarias). Cada tipo de quema requiere una reacción diferente.
Quemas de seguridad
Las refinerías hacen quemas de seguridad para liberar la presión cuando hay demasiado gas en las tuberías. Aunque no es algo que ocurra todo el tiempo, siempre es peligroso. Si en su comunidad se realizan quemas de seguridad, exiga a la compañía que le avise con anticipación que habrá quemas. La compañía debe advertir siempre a las comunidades vecinas, 24 horas antes de que se produzcan las quemas.
Cuando se produce la quema de gas, las personas deben mantenerse lo más lejos posible. Quédese dentro la casa con las ventanas bien cerradas (en "Qué hacer en caso de emisiones tóxicas ", se explica qué hacer en casos de emergencia).
Quemas de gas rutinarias
En algunos lugares, las quemas de gas se realizan diariamente, simplemente porque esto resulta menos costoso para la compañía. Es muy difícil para la gente que vive cerca de estos sitios tomar precauciones todo el tiempo. La única forma de protegerse de las quemas rutinarias es detenerlas.
¡Las quemas de gas se pueden detener!
La peor quema rutinaria de gas en el mundo ocurrió durante muchos años en el delta del Níger, Nigeria. Muchas personas han muerto por las quemas de gas de las empresas multinacionales petroleras en Nigeria. Los venenos liberados por las quemas del gas nigeriano han contribuido más al cambio climático que todas las demás fuentes contaminantes del África subsahariana.
El camarada Che Ibegwura del estado Rivers en Nigeria, dijo: “hemos vivido junto a quemas continuas de gas durante muchos años. Nuestros terrenos agrícolas han sido contaminados. Trabajamos arduamente para sembrar, pero recogemos poco. Nuestros techos están corroídos. Nuestro aire está contaminado. Nuestros hijos están enfermos. Hasta el agua de lluvia que tomamos está contaminada con hollín negro de las quemas de gas. No podemos continuar sufriendo así”.
En 2005, tras varios años de protesta y lucha, las quemas rutinarias de gas fueron prohibidas en el delta del Níger. Un juez ordenó a todas las compañías petroleras en Nigeria interrumpir de inmediato las quemas de gas debido a los problemas de salud que ocasionan, y porque violan el derecho humano a un medio ambiente sano.
Si hay quemas rutinarias cerca de su lugar de residencia:
- Discuta los peligros de las quemas de gas y forme un comité para reclamar ante la compañía y los funcionarios de gobierno. También hable con los trabajadores de salud, periodistas
y ONG. - Mantenga un registro de su campaña. Anime a las personas a anotar los días y las horas en que se realizan las quemas y los problemas que ocasionan.
- Organice reuniones para comentar los registros con otras comunidades, periodistas y funcionaros de gobierno. Mantenga el registro de sus conversaciones con ellos. Anotar y filmar lo que los funcionarios dicen también demostrará que uno habla en serio. Lo más importante es no darse por vencido.
Aunque es posible que estas acciones no detengan las quemas inmediatamente, establecer el objetivo común de detenerlas servirá para unir a la comunidad y desarrollar la fuerza necesaria para proteger la salud de todos en el largo plazo.