Hesperian Health Guides

Cuando la familia se da cuenta de que un niño no oye bien

En este capítulo:

Puede ser muy duro enterarse de que un niño no oye bien o es sordo, inclusive para una familia que ya tiene parientes sordos o que no oyen bien. Eso es natural. Usted quizás siente algo así:

Un hombre pensando.
No sé nada acerca de la sordera. ¿Cómo voy a poder ayudar a mi
hija?


  • preocupación porque no sabe qué hacer


  • temor por lo que implica ser sordo, y angustia por el futuro
Una mujer pensando.
¿Cómo se va a casar mi hijo? ¿Cómo se va a ganar la vida?
  • negarse a creer que su hijo tiene un problema
Otra mujer pensando.
Mi hijo va a poder
oír bien si encuentro
el tratamiento
adecuado.
  • enojo por lo sucedido
Otro hombre pensando.
No es justo que esto le pase a mi familia.
  • soledad, desamparo
Otro hombre pensando.
Nadie más
entiende por lo que estamos pasando. Nadie nos puede ayudar.
  • culpa por quizás haber causado la sordera
Otra mujer pensando.
Si hubiera comido mejor durante el embarazo, esto
nunca habría sucedido.
  • vergüenza de que su hijo es sordo
Una mujer cargando a un bebé pensando.
¿Qué pensarán nuestros vecinos?
  • tristeza o impotencia, o no sentir nada (estar deprimido)
Otro hombre pensando.
Ya no me
importa nada...
  • aceptar la situación como si fuera su destino o un castigo
Otra mujer pensando.
No se puede hacer
nada para cambiar una maldición. Es nuestro destino.