Hesperian Health Guides

Forme un grupo de asistentes

En este capítulo:

Para los asistentes, una forma importante de mejorar su propia salud es hablar entre sí. Tanto los asistentes como las personas con discapacidad necesitan el apoyo de otras personas que tienen vivencias similares. Es posible que usted se sienta menos aislada si habla con otras personas sobre sus necesidades y sus sentimientos. Además, podrá intercambiar ideas con otros asistentes de cómo hacer más liviano su trabajo y crear sistemas de apoyo, tanto para ustedes como para todas las personas con discapacidad a las que cuidan.

una mujer en silla de ruedas hablando.
Yo necesito ayuda constante. Cuento con un grupo de amigos y asistentes que formaron la “red para ayudar a Mai”. Hablan entre sí y se animan y se apoyan mutuamente. Les caigo bien a todos ellos y todos ellos me caen bien a mí. Somos como un gran círculo.

Si usted sabe que hay otros asistentes en su comunidad, pero que no hay un grupo ya formado, tal vez a usted le toque formar uno. Algunos de los grupos más unidos y más activos nacieron de la idea de una sola persona. Unidas en un grupo, las personas pueden trabajar juntas para solucionar problemas y así lograr más que si cada quien trabajara por su cuenta.

Para comenzar un grupo:

Encuentre por lo menos a 2 personas que se dedican a ayudar o a cuidar a una mujer con discapacidad que estén interesadas en formar un grupo. Si no conoce a otras familias que tienen alguna integrante con una discapacidad, quizás un trabajador de salud conozca a otras familias en las comunidades cercanas.

Planee cuándo y dónde reunirse. Es conveniente elegir un lugar donde todos se sentirán cómodos al hablar en grupo, tal como una escuela, un centro comunitario, una cooperativa o una iglesia. Durante la primera reunión, explique por qué se reunió el grupo y qué es lo que espera lograr.

Es probable que una sola persona del grupo dirija las primeras reuniones. Pero es importante que ninguna persona tome decisiones por sí misma en nombre del grupo. Todos los participantes deben tener oportunidad de hablar. Pero no hay que dejar que la discusión se aleje mucho de los temas principales de la reunión. Después de las primeras reuniones, los participantes podrán turnarse para dirigir al grupo. De esta manera, hasta los más tímidos quizás se animen a participar más activamente.

dos personas en un grupo de cinco personas hablan.
Descubrimos que todos tenemos los mismos tipos de problemas.
Puedo hablar abiertamente sobre mis problemas y pedirles consejos a los demás.
Juntos ayudamos a nuestros niños y a nosotros mismos
un hombre maneja un mini-taxi de tres ruedas con varios niños con discapacidad como pasajeros.

En una comunidad pobre de Bangalore, en la India, varias familias de niños y adultos discapacitados formaron un grupo de apoyo. Se reúnen una vez a la semana para conversar y para hacer planes para promover y exigir servicios en su comunidad para las personas con discapacidad. Además, tienen y manejan varios mini taxis que usan para traer y llevar a la escuela a los niños con discapacidad.

Aprendan a apoyarse mutuamente en su grupo

Con frecuencia, las personas que siempre están cuidando a alguien no tienen tiempo de pensar en sus propios sentimientos. O, a veces, creen que no tienen derecho a estar molestas o que sólo la mujer con discapacidad tiene derecho a sentirse así. No es fácil hablar en confianza sobre los sentimientos, las experiencias y los desafíos de ser un asistente. Aun cuando las personas se conocen bien, esas conversaciones se vuelven más fáciles con la práctica.

Para algunas personas es más fácil hablar en un grupo que lo es para otras. Pero no necesariamente hay que hablar para expresar lo que se piensa o se siente. Hay diferentes actividades que su grupo puede probar para que todos participen a gusto, como por ejemplo, cantar canciones, crear poemas o relatar historias. Además, es posible que algunas personas prefieran hacer dibujos, porque así es como se expresan mejor.

un hombre y una mujer conversan.
¿Por qué tenemos que contar nuestros problemas a todo el vecindario?
¿Quién mejor que nuestros amigos para ayudarnos, Omar? Todos cuidamos a alguien que tiene una discapacidad, así que seguramente tenemos algunos de los mismos problemas.


Aquí hay algunas sugerencias para ayudar a los miembros de un grupo a sentirse cómodos y en confianza:

Escuche atentamente lo que digan los demás, sin juzgarlos. Piense en cómo le gustaría que los demás le escucharan a usted y luego trate de escucharlos a ellos de esa manera.

Trate de no decirles a los demás lo que deben hacer. Usted puede ayudar a los demás a entender lo que sienten y puede compartir sus propias experiencias. Pero cada quien necesita decidir por su cuenta cuál es la mejor manera de ayudar a las personas con discapacidad.

El grupo de apoyo puede ser un lugar donde los asistentes demuestran su ira o lloran cuando están decepcionados. Si ustedes hablan sobre sus experiencias e intercambian ideas, juntos podrán encontrar maneras de cambiar las cosas que les causan esos sentimientos.

dos hombres y una mujer hablan en un grupo de siete personas.
Rosa se enoja mucho cuando tratamos de cambiar la rutina diaria. ¿Tienen algunas ideas que nos podrían ayudar?
Marcia hacía lo mismo. Pero hablamos con ella y es más fácil ahora.
¿Cómo lograron que Marcia hablara de
eso con ustedes? Tenemos el mismo problema con
nuestra hija.

Prepararse para actuar

Un grupo que trabaja unido puede solucionar muchos problemas. Cuando los miembros de su grupo estén listos para actuar, podría ser útil que sigan estos pasos:

  1. Escojan un problema que la mayoría del grupo considere importante. Aunque es probable que se necesiten muchos cambios, su grupo quizás tenga más éxito si trata de solucionar un solo problema a la vez. Al principio, escojan un problema que el grupo probablemente pueda solucionar pronto. Después, en la medida que los miembros del grupo aprendan a trabajar juntos, podrán dedicarse a solucionar problemas más complicados.
    una mujer y dos hombres hablan en un grupo de cinco personas.
    Ahora, mi mamá cuida a mi hija, pero ella no está muy bien de su salud.
    Yo tengo un nuevo trabajo en la ciudad. No me alcanza el tiempo para hacer todo lo que hay que hacer en la casa y cuidar a mi esposa también.
    Yo necesito que alguien cuide a mi esposa los días que voy a vender al mercado.


  2. Decidan cómo quieren solucionar el problema. Hagan una lista de muchas soluciones diferentes y luego escojan la solución que mejor aprovecha los recursos y las fortalezas de su grupo.
    dos mujeres y un hombre hablan en el mismo grupo de cinco.
    Pienso que a todos nos serviría ese tipo de ayuda. ¿Por qué no juntamos nuestro dinero y contratamos a alguien?
    Cómo quisiera que alguien pudiera ayudarme a acarrear agua y leña, y cocinar de vez en cuando. Así yo tendría más tiempo para ayudar a mi madre, que tiene una discapacidad.
    Manisha está buscando trabajo.


  3. Hagan un plan. Los miembros del grupo tendrán que encargarse de diferentes tareas para cumplir con el plan. Traten de fijar un plazo para el cumplimiento de cada una de las tareas.
    una mujer y un hombre hablan en el mismo grupo de cinco.
    Yo voy a averiguar cuánto tendríamos que pagarle a alguien.
    Yo le voy a preguntar a Manisha si le interesa el trabajo.
  4. Cuando se vuelvan a reunir, hablen de cómo va la tarea de cada quien. Si se presentan dificultades, cambien el plan según sea necesario.
    una mujer, un hombre y otra mujer hablan en el mismo grupo de cinco.
    ¿Manisha ha podido preparar un almuerzo para todos?
    No, todavía no. Le toma mucho tiempo acarrear suficiente leña, así que no ha tenido tiempo de cocinar.


    De cualquier forma, es una gran ayuda no tener que preocuparnos de conseguir agua y leña.



una mujer hablando.
He aprendido mucho de las mujeres con discapacidad que he cuidado. Me inspira su valentía. Me han enseñado con el ejemplo que todos podemos vencer los obstáculos que enfrentamos y llegar a tener una vida plena.