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Capítulo 48: Teatro popular
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Escenarios sencillos para el teatro al aire libre |
Para montar una obra, no se necesita un escenario especial, pero por lo general sirve mejor un área un poco elevada, con una pared lisa o una cortina de fondo. Una obra de teatro también se puede montar con éxito en plena calle, en la plaza del pueblo o en el mercado.
El Monstruo del Sarampión del teatro popular en Nicaragua. La cabeza del monstruo es una máscara pintada, hecha de cartón cubierto con papel. |
El Monstruo del Sarampión atrapa entre sus enormes garras a uno de los artistas que no ha sido vacunado (que tiene puesta una máscara blanca, ‘de felicidad’). | Bajo las garras del monstruo, el niño rápidamente se cambia de máscara. Cuando el monstruo lo destapa, tiene puesta una máscara ‘de tristeza’, salpicada de puntos rojos. El niño casi se muere. |
El anunciador de la obra les pregunta a todos los niños por qué el monstruo atacó a ese niño. Todos gritan: “Porque no estaba vacunado.” Al final, después de que todos los niños han sido vacunados, el anunciador vuelve a preguntar: “¿Por qué ahora los niños vencerán al monstruo?” Los niños contestan: “Porque ya estamos vacunados.”
A continuación aparecen las fotos de 2 representaciones teatrales organizadas por PROJIMO, el proyecto de rehabilitación de Ajoya, México. Esperamos que le den más ideas de lo que se puede hacer a través del teatro popular.
PROJIMO monta ‘obritas’ de teatro para aumentar la participación de la comunidad en sus actividades, y para ayudar a la gente a entender mejor el programa. El equipo montó las dos siguientes obras poco después de que los niños de la escuela construyeron el parque de rehabilitación. Las obras cuentan la historia de cómo empezó PROJIMO, y de cómo se construyó y se usa el parque. En ellas actuaron niños de la escuela del pueblo, trabajadores con discapacidad de PROJIMO y promotores de salud de comunidades vecinas, que estaban en Ajoya tomando un curso de repaso. A los promotores, las obras les dieron la oportunidad de trabajar con personas con discapacidad y también ideas de actividades de rehabilitación sencillas, que podrían llevar a cabo en sus propias comunidades.
—la historia de cómo empezó el Proyecto PROJIMO y cómo los niños de la escuela del pueblo construyeron un parque para todos los niños, con discapacidad y no. | |
Un joven con discapacidad (interpretado por Marcelo) llega a Ajoya y pregunta cómo llegar al centro de salud del pueblo (Proyecto Piaxtla). | |
Al examinarlo, los promotores encuentran que la polio que tuvo de niño le ha causado una discapacidad. Creen que necesitará aparatos ortopédicos, pero no saben cómo hacerlos. Por eso, lo envían de regreso a su casa sin ayudarle. | |
Los trabajadores de salud están preocupados: — Muchos niños con discapacidad vienen a vernos, —dicen—. La mayoría no necesita una operación ni ir al hospital, sino aparatos sencillos o ejercicios especiales. Pero nosotros todavía no sabemos cómo dar esos servicios. ¿Por qué no tratamos de capacitarnos y abrimos un centro de rehabilitación? Podríamos dedicarnos sobre todo a lo que los padres pueden hacer en casa con sus niños. | |
Los promotores de salud se reúnen con la gente del pueblo para hablar sobre su idea. Todos responden con entusiasmo. Los hombres se ofrecen a arreglar una casita para que pueda servir de centro de rehabilitación. Las mujeres ofrecen hospedar a los niños y a sus familias cuando lleguen de fuera. Los niños se comprometen a construir un parque de rehabilitación—con la condición de que ellos también puedan jugar en él. | |
Los niños—que ya habían construido el verdadero ‘parque para todos los niños’—rápidamente lo reconstruyen en el escenario. | |
Como ya tenían hechos los agujeros para los postes, y habían practicado mucho, en menos de 3 minutos lo acaban de armar. | |
Así la gente del pueblo puede ver el equipo que se usa en el parque—como esta ‘tabla mecedora’ para niños con problemas de equilibrio, y el asiento que ayuda a los niños con espasticidad a mantener las piernas separadas mientras se divierten con juguetes educativos hechos en casa. |
La segunda obra es una continuación de la primera.
Este es Tristín, el niño con discapacidad. | |
Inés, uno de los trabajadores con discapacidad, interpreta a Tristín. En realidad, su historia se parece mucho a la obra. Al igual que Tristín, Inés, un huérfano discapacitado por la polio, llegó a PROJIMO para conseguir aparatos ortopédicos y luego se quedó a trabajar en el programa de rehabilitación. | |
Marcelo, otro promotor de rehabilitación, encuentra a Tristín en una choza del pueblo. El muchacho es infeliz porque no puede caminar y no tiene amigos. Marcelo lo invita a PROJIMO. | |
Llegan a PROJIMO y Marcelo le muestra el parque a Tristín. | |
Tristín (y todo el público) puede ver cómo el equipo del parque se usa para enseñar a los niños con discapacidad a caminar y hacer otras cosas. | |
Ve cómo se usan las sillas especiales y los juegos hechos en casa, y también cómo un niño que no se puede sentar se acuesta sobre una rampa para poder levantar la cabeza y usar las manos. | |
5 días después. | |
Los trabajadores de rehabilitación le han hecho un aparato ortopédico a Tristín y se lo ponen. | |
Ya con el aparato puesto le enseñan a caminar usando las barras paralelas. | |
Tristín aprende rápido y pronto empieza a caminar con muletas. | |
Llega el día en que PROJIMO ha hecho todo lo posible por Tristín en cuanto a su rehabilitación física. ¿A dónde irás cuando salgas de aquí? —le preguntan. —No sé, —contesta— No tengo familia. Nunca he ido a la escuela. Y es difícil conseguir trabajo, hasta para las personas que no tienen discapacidad. —¿Por qué no te quedas con nosotros y ayudas en el programa de rehabilitación? Puedes aprender algunas destrezas y ayudar a otros como tú. | |
Tristín decide quedarse y empieza su capacitación. De pronto llega una señora con un niño. Tristín se encarga de él (¡es su primer cargo!) y se vuelve su ‘ayudante’. | |
Todo el equipo examina al niño. Parece tener una parálisis cerebral que le afecta sobre todo las piernas. Pero el equipo cree que probablemente aprenderá a caminar. | |
Tristín le muestra a la mamá cómo ayudarle a su niño a caminar con las barras paralelas. | |
Por fin, el niño aprende a caminar. Pero lo más importante es que tiene una nueva esperanza, nuevos amigos y más confianza en sí mismo. Ahora conoce a otras personas con discapacidad como él, que no sólo llevan una vida plena, sino que se dedican a servir a otros con sus mismas necesidades. Cuando la obra termina, Tristín se sube a su amiguito sobre los hombros y levanta sus muletas en señal de victoria. |
El final de la obra impresionó mucho a la gente del pueblo, porque ellos habían visto a Inés (Tristín) cuando había llegado a Ajoya por primera vez. Sabían que su transformación de un joven deprimido y muy discapacitado a uno vigoroso y competente no había sido tan sólo una actuación, sino una realidad.
Y porque PROJIMO es un programa de la comunidad, todos se sintieron orgullosos.
En las Sociodramas and PRACTICA SIMULADA—LAS COMPRAS, mencionamos otras obras de teatro.