Hesperian Health Guides

Capítulo 57: Un ‘taller de aparatos’ dirigido por campesinos con discapacidad

WikiSalud > El niño campesino deshabilitado > Capítulo 57: Un ‘taller de aparatos’ dirigido por campesinos con discapacidad

En este capítulo:

En la PARTE 2 de este libro hablamos sobre las ventajas de los centros de rehabilitación comunitarios operados por personas con discapacidad del pueblo.

Un área importante de un centro de rehabilitación es un taller sencillo, pero bien equipado, donde se puedan fabricar aparatos de rehabilitación y equipo ortopédico básico a bajo costo. Un taller da la oportunidad a las personas con discapacidad de aprender trabajos útiles, ganar algún dinero—y a la vez—servir de ejemplo a los niños con discapacidad y a sus familias.

No hay reglas que determinen el tamaño de un taller, ni el equipo que debe tener. Generalmente es mejor empezar con algo chico, dejando lugar para crecer después.

Niños con discapacidades en sillas de ruedas y con apoyos están trabajando.
Campesinos con discapacidad trabajando en el taller— PROJIMO, México.

Un ‘taller de rehabilitación’ puede incluir algunas o todas las siguientes actividades y el equipo correspondiente:

  • uso de yesos para corregir las contracturas y los pies zambos
  • fabricación de aparatos (de metal, plástico o las dos cosas)
  • carpintería—para hacer muletas, andaderas, tablas para acostarse o pararse, asientos especiales, sillas de ruedas de madera
  • soldadura y trabajos de metal para hacer y reparar sillas de ruedas y otros aparatos de metal
  • talabartería para hacer los cintos de los aparatos, rodilleras y adaptaciones para zapatos y sandalias
  • costura (a máquina si es posible) para hacer los asientos de las sillas de ruedas, fajas, ropa especial y otros artículos
  • fabricación de miembros artificiales—prótesis sencillas de bambú o de cuero, y quizás otras más complicadas de madera, aluminio o resina
  • fabricación de juguetes (o esto se puede hacer aparte en un ‘taller de niños’. Vea el Capítulo 49).

Actividades para producir ingresos

Las destrezas y las herramientas para la soldadura, carpintería, costura y talabartería se prestan para fabricar varios artículos—no sólo los que se necesitan para la rehabilitación. Por eso, el taller del pueblo puede producir y vender ciertas cosas para ayudar a pagar los costos del programa.

Por ejemplo, los trabajadores del taller de PROJIMO, en México, fabrican sillas con armazón de metal y tejido de plástico, sandalias con suelas de llanta y bolsas, delantales, camisetas y otros artículos decorados con serigrafía. También ofrecen servicios de soldadura y reparación de arados, bicicletas, maquinaria, zapatos y muchas otras cosas. La venta de estos artículos y los saldos modestos por los servicios de reparaciones contribuyen a la autosuficiencia del programa. En el taller, también se entrenan algunos jóvenes con discapacidad, con la esperanza de más tarde trabajar por su cuenta.

Pero hay que tener cuidado de no hacer demasiadas cosas al mismo tiempo en un solo taller— sobre todo si el lugar no es muy grande. Se podría desordenar todo fácilmente.
Personas construyendo en edificio de un piso.
Construcción de un piso.
Voluntarios construyendo el taller de PROJIMO. El taller terminado—junto al parque de juegos.

El edificio

Quizás tenga que empezar con una casa o cualquier lugar que consiga. Si tiene suficientes fondos o el pueblo coopera lo suficiente (o ambas cosas) tal vez pueda construir un taller. Sin embargo, generalmente es mejor empezar en un lugar prestado o alquilado y no construir su propio taller, sino hasta tener más experiencia y una mejor idea de lo que se necesita.

Tres cosas son muy importantes:

Modelo de una construcción de un piso.
desván amplio para almacenar
techo de lámina (papel alquitranado— caluroso pero barato)
puerta ancha de tela de alambre
rampa de cemento
tela de alambre en las paredes de los dos lados
paredes de ladrillo hecho en la región
vaciado de cemento (segundo piso)
Al principio, PROJIMO abrió su taller en el portal de atrás de una casa vieja. Un año más tarde, se diseñó y se construyó un nuevo taller con la ayuda de la comunidad y donaciones de fuera. Mide 8 x 12 metros, 2 de sus paredes son de tela de alambre (de los lados donde es menos probable que entre la lluvia). Un gran desván sirve para guardar materiales y mantener más fresco el taller que queda abajo. ¡Ya el nuevo taller es demasiado chico!
  1. Por conveniencia, es mejor que el taller esté cerca del centro de rehabilitación, pero no tan cerca que el ruido del trabajo interrumpa las consultas o la terapia.
  2. Sobre todo en los lugares donde hace calor, el taller debe estar bien ventilado (para que el aire circule). Un techo con una o más paredes abiertas (con rejas o tela de alambre) dan buen resultado.
  3. Asegúrese de tener mucho lugar para guardar cosas. Esto es muy importante si piensa juntar aparatos viejos, sillas de ruedas, bicicletas y todo tipo de equipo usado, para aprovechar sus piezas y así ahorrar dinero.
Diseño de taller de rehabilitación que demuestra gente diferente con diferentes discapacidades trabajando en diferentes areas.

Cómo organizar el área de trabajo

Cada programa debe planear su propio uso del espacio. Sin embargo, hay que tener en cuenta varios factores si algunos de los trabajadores usan sillas de ruedas:

Hombre en silla de ruedas trabajando en una llanta.
Foto: Richard Parker, PROJIMO
  • En todas partes debe haber suficiente espacio para que puedan pasar 2 sillas de ruedas.
  • Por lo menos, algunas de las mesas de trabajo deben estar suficientemente bajas para poder trabajar en ellas desde un banco o una silla de ruedas. Hay que poder acercarles o ‘meterles’ debajo fácilmente una silla de ruedas.
  • Los materiales, herramientas, enchufes y apagadores deben estar al alcance de las personas en sillas de ruedas.

The el dibujo muestra el plano del taller de PROJIMO. Lo incluimos aquí solo como ejemplo, no como modelo.

Herramientas y equipo

Lo que se necesite en el taller dependerá de sus actividades, de lo simple o complicada que sea la tecnología correspondiente, y de la disponibilidad de electricidad y herramientas eléctricas. Casi todos los aparatos se pueden hacer con materiales locales y herramientas de mano. Hasta las sillas de ruedas, si son de madera, se pueden fabricar con unas cuantas herramientas. Las pocas cosas que necesitan soldarse (por ejemplo, los ejes), quizás se las pueda encargar a un taller local de soldadura o mecánica. Sin embargo, ciertas herramientas que ahorran tiempo y esfuerzo pueden hacer que el trabajo sea más fácil, rápido y divertido: una máquina de coser, un esmeril (manual o eléctrico) y una estufa eléctrica o de gas (para calentar el plástico de los aparatos). El equipo de soldadura o la fragua y el fuelle de un herrero hacen posible la producción de muchas cosas.


Hablamos sobre las herramientas y el equipo básico más detalladamente en los capítulos de esta sección (PARTE 3) que describen cómo se hacen distintos aparatos.

Capacitación para trabajar en un taller

En el Capítulo 54, hablamos sobre distintas formas de aprender los diferentes trabajos del taller. Aquí sólo repetimos que una de las mejores formas de capacitarse es siendo un ‘aprendiz’, o sea aprendiendo mediante la práctica, con la ayuda de alguien con más experiencia. Quizás los artesanos, carpinteros, soldadores y zapateros del pueblo estén dispuestos a enseñarles su oficio a los miembros del equipo del taller. Si hay una o dos personas en el grupo que tengan algo de experiencia en un oficio, podrían compartirla con los demás. Para hacer aparatos y prótesis, sería bueno que uno de los miembros del equipo de rehabilitación visitara y aprendiera las destrezas necesarias en un taller que se especializa en eso. O tal vez un fabricante de aparatos y piernas artificiales pudiera pasarse unas cuantas semanas ayudando a organizar un taller, consiguiendo los materiales básicos y dando clases al equipo local.

Los miembros del equipo pueden volverse bastante hábiles en poco tiempo, si aprenden ayudando con los trabajos que se presentan día a día. Por otro lado, si el grupo está formado, al menos en parte, por jóvenes con discapacidad que nunca han trabajado en equipo, puede que al principio el aprendizaje y el trabajo avancen más despacio.

Administración y reparto de tareas

Las decisiones sobre cómo y quién debe organizar el trabajo en el taller necesitan tomarse en grupo, después de una cuidadosa discusión. Algunos programas tienen un ‘mayordomo’ o ‘capataz’ que le indica a cada persona su trabajo. Este sistema puede ser bastante eficiente. Otros programas le dan mayor importancia a la participación de sus miembros. Escogen un sistema ‘colectivo’ que permite que todos tomen parte en las decisiones básicas. Estos programas pueden elegir un coordinador (o distintos coordinadores para diferentes actividades). El coordinador no da órdenes—las recibe del grupo. Por lo general, este método es menos eficiente y más confuso, pero también más agradable. Por lo regular, los trabajadores muestran más interés, iniciativa y responsabilidad (y de repente se toman más descansos) que los que trabajan bajo las órdenes de un patrón.

El equipo también necesita decidir cómo dividir el trabajo y quién debe hacer qué. Algunos talleres que emplean a personas con discapacidad usan el método de ‘producción en cadena’. Cada persona repite un solo mismo trabajo todo el día, como por ejemplo, cortar pedazos de tubo o enrayar ruedas. La ventaja de este método es que la capacitación de cada trabajador es mínima. Muchas veces, los trabajadores con retraso mental que aprenden repitiendo la misma acción, trabajan bien con este método.

Sin embargo, la mayoría de la gente trabaja mejor y con más ganas cuando pueden crear algo desde el principio hasta el fin. Solo así pueden compartir la satisfacción de un niño y su familia cuando una silla de ruedas, un aparato o un juguete hecho por ellos se ve y sirve bien. En PROJIMO, siempre que es posible, los trabajadores (individualmente o en pares) son responsables de la fabricación total de un aparato (o equipo). Empiezan por evaluar las necesidades del niño y terminan revisando qué tan bien satisface esas necesidades el equipo que fabricaron. De este modo, cada trabajador capta el valor que la persona le da al aparato o silla que le hicieron. Puede que este método sea menos eficiente, pero rinde una mayor satisfacción. El equipo está más pendiente de los resultados que del reloj, y trabaja más para beneficiar a la gente, que por dinero. Este método personalizado es de gran importancia en un programa diseñado para servir a los más necesitados.

Niños felices con diferentes discapacidades.


La Parte 3 de este libro contiene información sobre 2 áreas principales: (1) tratamientos ortopédicos sin cirugía (enderezamiento de contracturas y pies zambos con yesos) y, (2) producción de aparatos de rehabilitación a bajo costo. Todas estas cosas se pueden hacer en un pequeño taller comunitario. Pero también la familia de un niño con discapacidad puede hacer muchas de ellas en casa.

Para animar a la familia a que participe en la fabricación de los aparatos—y más tarde en su reparación—se puede invitar a los padres, madres, hermanos o hermanas a que visiten el taller y ayuden a fabricar los aparatos ortopédicos de su niño. O los mismos niños con discapacidad pueden ayudar a hacer sus propios aparatos. Algunos de los mejores trabajadores que están ahora en el taller de PROJIMO empezaron de jovencitos con el fin de ayudar a hacer sus propias muletas o sillas de ruedas—y se quedaron para seguir fabricando equipo ortopédico para otras personas.

Lo ideal es que cada quien haga lo que pueda, y que todos aprendan unos de otros: una gran familia humana trabajando junta y disfrutando su convivencia.

Personas calentando algo sobre un horno de barro.
En Peshauar, Paquistán, el Programa de Desarrollo de Rehabilitación Comunitaria fabrica aparatos para piernas, usando ventanas de plástico de autobuses. Aquí vemos a un trabajador calentando el plástico en un horno de barro, al aire libre.
Dos trabajadores haciendo una pierna de plástico.
Cuando el plástico está caliente y suave, los trabajadores lo estiran sobre el molde de yeso de la pierna. Luego lo envuelven firmemente con tiras de cámara de llanta hasta que endurece. (Vea la Cómo hacer los aparatos de plástico.)


Esta página se actualizó el 05 ene 2024