Hesperian Health Guides

Medicinas para prevenir los ataques

En este capítulo:

No hay ninguna medicina que ‘cure’ la epilepsia. Pero hay medicinas que pueden prevenir los ataques en la mayoría de los niños—siempre y cuando ellos tomen la medicina regularmente. Mientras que el niño tenga epilepsia—que puede ser por años o toda la vida—debe seguir tomando medicinas contra los ataques.

A veces, si los ataques se previenen por mucho tiempo, la epilepsia desaparece para siempre. Por eso, si un niño ha tenido muchos ataques en el pasado, es bueno que siga tomando la medicina durante un año después del último ataque. Sólo hasta entonces debe usted ir bajando la dosis hasta ya no dar el medicina, para ver si el niño aún lo necesita.

¡PRECAUCIÓN! Hay que tener mucho cuidado en escoger las medicinas que MAS ayuden a un niño y que le hagan menos daño. Trate de no darle al niño tanta medicina que se maree, le dé sueño o pierda el interés en las cosas. Es mejor que el niño tenga unos cuantos ataques en vez de tomar demasiada medicina—la cual podría llegar a envenenarlo.

Cómo escoger una medicina

La mejor medicina (o medicinas) para un niño con ataques es:

  • efectiva (previene los ataques)
  • segura (pocos efectos secundarios)
  • barata (ya que se debe tomar por años)
  • fácil de tomar (de larga duración, menos dosis al día)
  • fácil de conseguir

¡ADVERTENCIA!

Cuando a un niño le dé un ataque, no le ponga los pies en el fuego. No lo revivirá con el susto, pero sí lo quemará gravemente.
Una mujer poniendo los pies de un niño en el fuego.

Hay diferentes medicinas para la epilepsia. Algunos tipos de ataques se controlan mejor con una medicina y otros con otra, o con una combinación de medicinas. En algunos niños los ataques se controlan fácilmente. En otros es muy difícil. Puede ser necesario probar varias medicinas y combinaciones antes de encontrar la que sirva mejor. Para algunos niños no habrá medicina que controle completamente los ataques.

La medicina que conviene probar primero para casi todos los tipos de ataques es el fenobarbital. Es, por lo general, muy efectivo, tiene pocos riesgos, y es barato y fácil de tomar. Normalmente, se toma 2 veces al día, pero para algunas personas es suficiente tomarlo 1 vez al día antes de dormir.

Para ataques ‘grandes’ después del fenobarbital conviene probar la fenitoína (Epamin). Tampoco es muy peligroso, es barato y usualmente sólo hay que tomarlo una vez al día. (Aunque para ciertas clases de epilepsia, la fenitoína puede empeorar los ataques.)

Para la mayoría de las epilepsias, el fenobarbital y la fenitoína son las mejores medicinas. Primero pruebe cada uno solo, y si no dan resultado, combínelos. Casi todas las demás drogas por lo general son menos efectivas, menos seguras y más caras.

Por desgracia, muchos médicos recetan medicinas más caras y peligrosas, y a menudo menos efectivas, antes de probar el fenobarbital o la fenitoína. Esto se debe en parte a los anuncios engañosos de los laboratorios farmacéuticos que promueven sus productos más caros. En algunos países, es muy difícil conseguir el fenobarbital—sobre todo en pastillas. Por eso, muchos niños acaban tomando drogas muy caras, que causan graves efectos secundarios y no controlan bien los ataques. Los trabajadores de rehabilitación deben darse cuenta de esto y tratar de proveer la medicina más efectiva, segura y barata que controle los ataques de cada niño que atiendan.

¡PRECAUCIÓN! Para que el niño no se ahogue, no le dé medicinas cuando esté acostado de espaldas o si tiene la cabeza echada hacia atrás. Siempre asegúrese de que tenga la cabeza levantada hacia adelante. Nunca le dé medicinas por la boca durante un ataque o si está dormido o inconsciente.

Casi siempre es mejor empezar con una sola medicina contra los ataques—por lo general con fenobarbital, si se consigue. Empiece con una dosis baja o mediana, y una semana después, si la medicina no ha controlado los ataques y si no hay muchos efectos secundarios, aumente la dosis. Si algunos días después de eso, los ataques todavía no se controlan, agregue una segunda medicina—generalmente fenitoína para los ataques ‘grandes’. Otra vez, empiece con una dosis baja o mediana y poco a poco auméntela según sea necesario.

¡PRECAUCIÓN! Cuando le cambie o deje de darle una medicina a un niño, hágalo poco a poco. Un cambio repentino puede empeorar los ataques. Además, la nueva medicina se puede tardar varios días en hacer todo su efecto.
Una calavera con huesos cruzados.

¡ADVERTENCIA! Toda medicina contra los ataques puede ser venenosa si el niño toma demasiada. Tenga cuidado de dar la dosis correcta y de tener la medicina donde no la puedan agarrar los niños.


INFORMACION SOBRE DOSIS Y PRECAUCIONES PARA LAS MEDICINAS CONTRA LOS ATAQUES
Fenobarbital (Luminal)
Para todo tipo de ataques. Generalmente viene en:
tabletas de 15 mg tabletas de 39 mg (Es más barato comprar las tabletas de 100 mg y cortarlas en pedazos.)
tabletas de 60 mg tabletas de 100 mg
Dosis: Como el tamaño de las pastillas varía, damos la dosis en miligramos (mg).
La dosis usual es de 3 a 8 mg por cada kilo de peso al día (3 a 8 mg/kg/día)—por lo general dada en 2 partes (mañana y tarde):

Dé 2 dosis al día. En cada dosis dé:
niños mayores de 12 años 50 a 150 mg
niños de 7 a 12 años 25 a 50 mg
niños menores de 7 años 10 a 25 mg
Algunos niños reaccionan mejor con una dosis al día en vez de 2. Déle el doble de la cantidad que aparece aquí a la hora de acostarse. Sin embargo, si los episodios regresan o el niño tiene problemas para dormir o despertar, regrese a 2 dosis diarias de la cantidad normal.
COMPLICACIONES Y EFECTOS SECUNDARIOS
  • Demasiado fenobarbital puede causar sueño o disminuir la respiración.
  • Algunos niños muy activos se vuelven demasiado activos o se portan mal.
  • Entre los efectos secundarios menos comunes están el mareo ligero, los ojos que ‘brincan’ y el salpullido.
  • Puede haber problemas en el crecimiento de los huesos—sobre todo en niños retrasados. Puede ser de ayuda el dar vitamina D extra.
  • Sabor amargo. Puede moler la pastilla y dársela al niño con miel o mermelada.
  • Envicia un poco.
¡PRECAUCIÓN! Si se usan tabletas de 100 mg, asegúrese de que la familia entienda que hay que partir la pastilla. Muéstreles cómo hacerlo y pídales que lo hagan.
A whole tablet and a tablet broken into four pieces
Puede envenenar al niño si le da una tableta entera en vez de un pedazo chico.
skull and cross bones
Fenitoína (Difenilhidantoína, Epamin)
Para todo tipo de ataques, excepto para los ataques breves que tumban al niño de repente (‘ataques relámpago’) o los ‘ataques menores’ con la vista fija o parpadeo de ojos. (La fenitoína puede empeorar estos ataques.)
Por lo general viene en: cápsulas o tabletas de 25 mg, 50 mg, y 100 mg jarabe de 30 mg en cada 5 ml (una cucharadita)
Dosis: dé 5 a 10 mg/kg/día en 2 dosis, pero no dé más de 300 mg por día.
Empiece con la siguiente dosis una vez al día:
niños mayores de 12 años 100 a 300 mg
niños de 7 a 12 años 100 mg
niños menores de 7 años 50 mg
Si en 2 semanas la medicina no ha prevenido los ataques completamente, puede ir aumentando esta dosis pero no a más del doble. Si al niño no le dan ataques por varias semanas, trate de ir bajando la dosis muy despacio hasta que encuentre la menor cantidad que controle los ataques.
EFECTOS SECUNDARIOS Y COMPLICACIONES

¡ADVERTENCIA! Fíjese si el niño se marea, ve doble, tiene mucho sueño o si le brincan los ojos. Si ve cualquiera de estas señas, baje la dosis. Son las primeras señas de envenenamiento, que podría dañar el cerebro permanentemente.

  • Muchas veces, con el tiempo, las encías se hinchan o crecen mucho. Esto se puede prevenir, en parte, limpiándose bien la boca. Asegúrese de que el niño se cepille bien los dientes y las encías después de cada comida. Si no lo puede hacer por sí mismo, ayúdele, o aún mejor, enséñele cómo hacerlo. Si el problema de las encías es grave, quizás convenga cambiar de medicina. (Vea Donde no hay dentista.)
  • Efectos secundarios poco comunes: aumento de vello, salpullido, pérdida del apetito, vómito.
  • Una dosis alta puede dañar el hígado.
  • A veces no crecen normalmente los huesos—sobre todo en niños con retraso mental. Un aumento de vitamina D puede solucionar el problema.
encías muy hinchadas y dolorosas que casi cubren los dientes— causadas por no limpiarse bien los dientes cuando se está tomando fenitoína
encías superiores hinchadas

¡ADVERTENCIA! Si deja de darle fenitoína al niño de repente, puede causarle un ataque muy largo. Por lo tanto, cuando vaya a cambiarle o dejar de darle la medicina, baje la dosis poco a poco.

Carbamazepina (Tegretol)
Sirve para casi todo tipo de ataques como segunda alternativa o en combinación. Es útil sobre todo para los ataques ‘sicomotores’. La desventaja es que es muy cara. (Por desgracia, muchos doctores recetan la carbamazepina desde el principio, en vez de probar primero el fenobarbital o la fenitoína, que pueden dar el mismo o hasta mejor resultado.)


Por lo general viene en: tabletas de 100 mg ó 200 mg

Dosis: 10 a 25 mg/kg/día dividida en 2 a 4 dosis. Empiece con estas dosis 4 veces al día:
niños de 10 a 15 años 200 mg
niños de 5 a 10 años 150 mg
niños de 1 a 5 años 100 mg
niños menores de 1 año 50 mg
Es mejor tomarla con las comidas. Hay que ajustar la dosis de carbamazepina para cada niño. Dependiendo de qué tan bien controle los ataques, puede usted subir la dosis a 30 mg/kg/ día (pero no más) o bajarla a 10 mg/kg/día. Trate de dar la menor cantidad de medicina que pueda para detener los ataques.
EFECTOS SECUNDARIOS Y COMPLICACIONES
  • Raras veces daña el hígado o reduce la capacidad de la sangre para cuajar (coagular).

Otras medicinas que a veces se usan para la epilepsia

  • Primidona (Mysoline) Para todos los ataques. Empiece con dosis bajas y aumente poco a poco hasta 10 a 25 mg/kg/día. Divida la dosis para darla entre 2 y 4 veces al día. Puede causar sueño, mareo, vómito o salpullido.
  • Etosuximida (Zarontin) Es la mejor alternativa para los ‘ataques menores’ con mirada fija, parpadeo y quizás movimientos extraños—sobre todo si ocurren en grupos por la mañana y por la tarde. Dé de 10 a 25 mg/kg/día en una o dos dosis, con comida para evitar el dolor de estómago. Raras veces daña el hígado.
  • Acido valproico (Depakene) Se usa solo o con otras drogas contra ataques (pero nunca con carbamezipina); para ‘ataques menores’ con la mirada vacía (‘ausencias’), sobre todo cuando se presentan en grupos. Para los niños entre 1 y 12 años. La dosis inicial para un niño que pesa hasta 20 kg es 20 mg/kg/día en 2 a 3 dosis divididas. (Por ejemplo, un niño que pesa 10 kg tomaría 200 mg al día, y un niño que pesa 20 kg tomaría 400 mg al día.) Los niños de más de 20 kg pueden comenzar con 400 mg al día en dosis divididas, y la dosis se puede aumentar hasta que los episodios se controlen (generalmente hasta 30 mg/kg/día). Nunca administre más de 60 mg/kg/día. Pocos efectos secundarios. Puede causar daños en el hígado, así que se debe monitorear la función hepática durante los primeros 6 meses, especialmente para los niños menores de 3 años de edad.
  • Corticosteroides A veces se usan para los ‘espasmos de bebé’ o los ‘‘ataques relámpago’ que no se controlan con otras medicinas. Pero el uso prolongado de estas medicinas siempre causa efectos secundarios serios y quizás peligrosos. Sólo deben usarse bajo la vigilancia de un médico muy hábil y cuando todas las otras medicinas posibles hayan fallado.
  • Diacepam (Valium) Se usa a veces para los ataques del o recién nacido’ o ‘espasmos de bebé’, pero pruebe otras medicinas primero. Puede causar sueño o mareos. Es un poco enviciante. Dé alrededor de 0.2 mg por cada kilo de peso al día, en varias dosis.
¡PRECAUCIÓN! DURANTE EL EMBARAZO: Muchas de las drogas contra los ataques, sobre todo la fenitoína, pueden aumentar el riesgo de los defectos de nacimiento si las toman las mujeres embarazadas. Además, algunas de las medicinas llegan a la leche del pecho. Por lo tanto, las mujeres embarazadas sólo deben usar estas drogas si tienen ataques muy frecuentes o fuertes sin ellas. Las madres que las usen no deben amamantar a sus bebés si los pueden alimentar bien de otra manera. El fenobarbital probablemente es la medicina contra los ataques que presenta menos riesgos durante el embarazo.

Tratamiento para un ataque de larga duración

Cuando un ataque ha durado más de 15 minutos:

  • Si alguien sabe cómo hacerlo, inyecte diacepam I.V. (Valium) o fenobarbital en la vena.
¡PRECAUCIÓN! Tanto el diacepam como el fenobarbital, ambos, deben ser inyectados muy despacito. Para dar diacepam a niños, tómese por lo menos 3 minutos para inyectar la dosis. Para dar fenobarbital a niños, inyecte a un paso de 30 mg por minuto o más despacio, y en adultos no inyecte más rapido que 100 mg por minuto.
Botella de diacepam
Dosis de diacepam inyectable:
Adultos 5 a 10 mg
Niños de 7 a 12 años 3 a 5 mg
Niños menores de 7 años 1 mg por cada 5 kg de peso


Botella de fenobarbital
Dosis de fenobarbital inyectable:
Adultos 200 mg
Niños de 7 a 12 años 150 mg
Niños de 2 a 6 años 100 mg
Niños menores de 2 años 50 mg
  • o meta un ‘supositorio’ de diacepam o fenobarbital por el ano (cola).

Nota:

Estas medicinas no trabajan tan bien ni tan rápido s¡ se les inyecta en el músculo. Si usted sólo tiene medicina líquida o inyectable, métala por el ano con una jeringa de plástico sin aguja. O muela una pastilla de diacepam o fenobarbital, mézclela con agua y métala por el ano.
Un niño a quien se le inyecta por el ano mientras lo sostienen
El diacepam actúa más rápido si se mete por el ano que si se inyecta en el músculo.


Si el ataque no se detiene en 15 minutos después de haber puesto la medicina, repita la dosis. No la repita más de una vez.



Esta página se actualizó el 01 feb 2021