Hesperian Health Guides

Capítulo 10: Bosques

En este capítulo:

Un hombre levanta un niño en sus hombros para escoger fruta de un árbol mientras una niña junta ramas y una mujer cocina afuera de una casa.

Los bosques proporcionan recursos esenciales tales como alimentos, leña, materiales de construcción, alimento para el ganado y medicinas. Los árboles y los bosques también sostienen un medio ambiente sano: hacen que el aire y el agua se mantengan limpios, evitan la erosión y las inundaciones, enriquecen el suelo, dan cobijo a las aves, los animales y las plantas, dan sombra y embellecen nuestras comunidades. Así sirven para estabilizar el clima y reducir el cambio climático.

Para que los bosques continúen proporcionando recursos y sosteniendo un ambiente sano es necesario cuidarlos bien, manejarlos de una manera justa y utilizarlos sabiamente. Pero como los recursos de los bosques se necesitan en las comunidades dentro y fuera de los bosques y también son codiciados por la industria, y como la tierra de los bosques se desea para otros usos, los bosques de todo el mundo están siendo explotados con tanta rapidez que no tienen el tiempo necesario para renovarse. A veces las empresas madereras y otras industrias que cortan árboles, como la industria de la construcción, ofrecen a la gente una fuente de ingreso que necesitan desesperadamente, pero es sólo de corto plazo.

Se debe encontrar un equilibrio entre la necesidad de utilizar la tierra y sus recursos, y la necesidad de proteger estos recursos para el futuro. Si un recurso se utiliza en exceso se produce un daño amplio y de larga duración. Muchas comunidades que han vivido del bosque por generaciones saben el perjuicio que se sufre por una explotación desmedida o la excesiva tala de árboles del bosque.

El Movimiento del Cinturón Verde
Wangari Maathai, una mujer del África occidental, de Kenia, dice que el monte Kenia solía ser una montaña tímida, siempre escondida entre las nubes. Esta montaña es sagrada para su gente porque muchos ríos fluyen de los bosques que una vez cubrieron sus laderas. Ahora el monte Kenia ya no es tímido. Las nubes que lo rodeaban han desaparecido y también ha desaparecido el bosque. Y con la pérdida de los bosques y las nubes, los ríos también han comenzado a secarse.


Cuando Wangari crecía pudo observar cómo la deforestación hizo que el suelo se erosionara, que los recursos de agua desaparecieran y que la leña escaseara. Comenzó a comprender que la deforestación causaba pobreza y sequía. Así que Wangari comenzó a sembrar árboles.

Wangari organizó un grupo de mujeres para sembrar árboles cerca de sus casas y terrenos en hileras o “cinturones”, y por esto su movimiento empezó a conocerse con el nombre de Movimiento del Cinturón Verde (¨Green Belt Movement¨). Las mujeres de este movimiento comenzaron a enseñar a otras personas a sembrar árboles y a explicarles cómo la deforestación afectaba sus vidas. Les trajeron árboles frutales a los agricultores y los sembraron en las laderas de los cerros para evitar la erosión. Sembraron árboles en las ciudades y los pueblos para crear espacios verdes, dar sombra y abastecer de leña, y así demostraron que a través de la siembra de árboles se podían resolver muchos problemas. El Movimiento del Cinturón Verde también cultivó huertos, construyó pequeñas represas para captar el agua de lluvia y realizó talleres para ayudar a la gente a comprender la necesidad de tener bosques sanos.

En asumir las responsabilidades por su medio ambiente, el Movimiento del Cinturón Verde se dio cuenta de que necesitaba el apoyo del gobierno para cuidar el medio ambiente como un bien común de todos los kenianos. Sembrar árboles se convirtió en una consigna del movimiento por la paz y la democracia en Kenia. Cuando surgieron conflictos entre diferentes comunidades, los “árboles de la paz” ayudaron a unir a las partes en conflicto.

Como la mujer que siembra árboles, Wangari se convirtió en héroe de su país. Pero también se enfrentó a muchos problemas, como el abandono de su marido, quien fue incapaz de vivir con una mujer tan fuerte. El gobierno, por su parte, la detuvo por estar organizando a los pobres. No obstante, gracias a su coraje y al trabajo de miles de kenianos, el Movimiento del Cinturón Verde pudo sembrar millones de árboles.

Una hilera de arboles alrededor de una casa.

En el 2004, a Wangari Maathai le otorgaron el Premio Nóbel de la Paz, uno de los reconocimientos más respetados del mundo. Ella fue galardonada por promover la paz mediante un desarrollo sostenible que incluya la democracia, los derechos humanos y la igualdad para las mujeres. ¡Y todo comenzó sembrando árboles!