Hesperian Health Guides

Problemas de salud frecuentes

En este capítulo:

Infecciones de la vejiga

una mujer embarazada con discapacidad empuja su bajo vientre para orinar.
Si normalmente se empuja el vientre para sacarse la orina, está bien que siga haciendo eso cuando esté embarazada. No lastimará al bebé.

Todas las mujeres corren un mayor riesgo de tener infecciones de la vejiga durante el embarazo. A medida que la matriz se agranda, empuja contra la vejiga y a veces impide que se vacíe por completo. Los microbios se pueden multiplicar en la orina que queda en la vejiga y pueden causar una infección.

Las infecciones de la vejiga y de los riñones, junto con la dificultad para controlar la salida de la orina, son más frecuentes entre las mujeres que tienen músculos espásticos o parálisis o falta de sensibilidad en la parte inferior del cuerpo. Los problemas de la vejiga son una causa frecuente de disreflexia.
A veces, las mujeres que usan una sonda permanente notan que la orina deja de salir. Eso puede suceder si la matriz oprime la sonda e impide que fluya la orina.

Si tiene una infección de la vejiga, es importante que la trate de inmediato para prevenir problemas más graves, como por ejemplo, una infección de los riñones o un parto adelantado. Esté muy pendiente de los signos de una infección y, si es necesario, consulte a un trabajador de salud.

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Para prevenir infecciones de la vejiga o los riñones durante el embarazo:

  • tome bastante agua o jugos de fruta —por lo menos 8 vasos todos los días.
  • manténga limpios sus genitales.
  • orine o evacue la vejiga después de tener relaciones sexuales.
  • lávese las manos sin falta antes de usar una sonda.
  • limpie su sonda con más frecuencia.


Una forma de saber si está tomando suficiente líquido es fijarse en el color de su orina. Si es de color amarillo oscuro, probablemente necesita beber más líquido. La orina debe ser de color amarillo claro, casi como agua. No sirve que beba mucho té o café, porque esas bebidas contienen cafeína, y la cafeína apura la eliminación de líquidos del cuerpo sin que el cuerpo pueda aprovechar el líquido que necesite.

Vea mayor información sobre las infecciones de la vejiga y los riñones.

Convulsiones (ataques, epilepsia)

Es difícil saber si una mujer con epilepsia tendrá menos o más convulsiones que de costumbre cuando esté embarazada. Si usted sufre convulsiones, sabrá mejor que nadie qué tan fuertes y frecuentes son. Algunas medicinas anticonvulsivas, en particular la fenitoína (difenilhidantoína, Epamín, Dilantin), aumentan el riesgo de que el bebé tenga malformaciones congénitas si la madre las toma durante el
una mujer embarazada se ha caído al piso y está convulsionando.
embarazo. Sin embargo, no debe dejar de tomar medicinas anticonvulsivas cuando está embarazada. Podría tener peores convulsiones o incluso podría morir. Hable con un doctor u otro trabajador de salud que entienda la epilepsia y que pueda ayudarle a decidir cuál medicina le convendría más. El fenobarbital (fenobarbitona, Luminal) probablemente es la medicina anticonvulsiva que presenta menos riesgos para el embarazo.

Preeclampsia (toxemia del embarazo)

Es normal que las piernas y los tobillos se hinchen un poco durante el embarazo. Pero la hinchazón de las manos y la cara pueden ser signos de preeclampsia (también llamada toxemia del embarazo), sobre todo si además tiene dolor de cabeza, vista borrosa o dolor en el vientre. El aumento de peso repentino, la
una mujer con audífono tiene las manos y la cara muy hinchadas.
presión arterial alta y exceso de proteína en la orina también son signos de preeclampsia. La preeclampsia puede provocar convulsiones (ataques) y puede ser mortal, tanto para la madre como para el bebé. Las convulsiones no son iguales que los ataques causados por la epilepsia.

Tal vez sea vulnerable a la toxemia si usted, su madre o sus hermanas han tenido ese problema o si éste es su primer embarazo o el primer embarazo con una nueva pareja. La toxemia también es más frecuente entre las mujeres mayores de 35 años, las que están esperando más de un bebé y las que sufren presión alta, diabetes, problemas de los riñones o dolores de cabeza muy fuertes.

Si tiene algún signo de preeclampsia, consulte a una partera o a un trabajador de salud que puede hacerle pruebas para averiguar si está en peligro.

Qué hacer:
  • Manténgase tranquila y descanse en cama. Coma alimentos nutritivos, sobre todo alimentos ricos en proteína, pero use poca sal. Evite los alimentos salados.
  • Si no se mejora pronto o si tiene la vista muy borrosa, la cara se le hincha más o sufre una convulsión, consiga ayuda médica de inmediato. Su vida está en peligro.

Úlceras por presión

Las mujeres que pasan la mayor parte del tiempo sentadas o acostadas deben moverse o cambiar de posición con frecuencia. De lo contrario, les pueden salir úlceras por presión fácilmente. Las mujeres que están paralizadas y que no pueden sentir dolor son particularmente susceptibles a este problema. Durante el embarazo, el peso adicional aumenta la presión sobre las zonas donde generalmente aparecen las úlceras.

Qué hacer:

Trate de moverse o cambiar de posición con más frecuencia que de costumbre —por lo menos una vez cada hora. Revísese la piel de las zonas susceptibles más seguido que antes de que se embarazara. Además, vea más información sobre cómo prevenir las úlceras por presión.