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Molestias del embarazo
WikiSalud > Un manual de salud para mujeres con discapacidad > Capítulo 10: El embarazo > Molestias del embarazo
Además puede ser difícil que una mujer con discapacidad sepa si algunos problemas —como por ejemplo, el cansancio y el dolor de espalda— se deben a su embarazo o a su discapacidad. Fíjese en lo que es normal para su cuerpo, para que pueda notar la diferencia.
Algunos problemas propios de ciertas discapacidades, como por ejemplo, infecciones urinarias debidas a una lesión de la médula espinal, a veces recurren durante el embarazo, pero con más frecuencia. Esos problemas pueden surgir en cualquier momento del embarazo, dependiendo del cuerpo de la mujer y del desarrollo del bebé.
Todas las mujeres hacen ajustes en su vida para adaptarse al embarazo.
En las páginas que siguen describimos algunas molestias y problemas que podrían afectar a mujeres con ciertas discapacidades durante el embarazo; además damos sugerencias para adaptarse a esas molestias o problemas.
Sumario
- 1 Sueño y cansancio
- 2 Dificultades para dormir
- 3 Piernas y pies hinchados
- 4 Movimiento y equilibrio
- 5 Pierna amputada
- 6 Calambres musculares
- 7 Espasmos musculares
- 8 Dolor de espalda
- 9 Dificultad para respirar
- 10 Dolor de coyunturas
- 11 Salida de orina
- 12 Estreñimiento (dificultad para defecar)
- 13 Hemorroides (almorranas)
Sueño y cansancio
La mayoría de las mujeres tienen sueño y cansancio los primeros 3 ó 4 meses del embarazo. Para más información sobre otras posibles causas, vean estas páginas:
- anemia (en Donde no hay doctor para mujeres).
- no comer suficientes alimentos adecuados (desnutrición) (en Donde no hay doctor para mujeres).
- problemas emocionales (en Donde no hay doctor para mujeres).
Dificultades para dormir
A muchas mujeres les cuesta trabajo dormir toda la noche las últimas semanas del embarazo. A veces tienen que orinar de noche, sufren calambres en las piernas o despiertan porque el bebé se mueve y las patea. Tal vez a usted le cueste trabajo encontrar una posición cómoda para dormir. Si es posible, trate de descansar de día para recuperar el sueño perdido.
Es importante que encuentre una posición cómoda para dormir o descansar, pero no debería dormir boca abajo. Cuando se acuesta boca abajo, la matriz puede oprimir los vasos sanguíneos del vientre y así causar problemas con la circulación de la sangre. A veces, esa posición también causa dolor de espalda y problemas con la digestión y la respiración.
Qué hacer:
- Tome un poco de leche tibia o caldo caliente antes de que se acueste.
- Duerma medio sentada o con la cabeza y los hombros apoyados, y póngase rollos de tela o de papel periódico debajo de las rodillas.
- Duerma de lado. Si es posible, acuéstese sobre el lado izquierdo porque ésa es la mejor posición para la circulación de la sangre. Póngase algo cómodo entre ambas rodillas y ambos tobillos, como por ejemplo, rollos de tela o de papel periódico.
- Coma alimentos nutritivos y suficientes proteínas. No le ponga mucha sal a la comida (pero un poco de sal hace bien).
Piernas y pies hinchados
A muchas mujeres se les hinchan las piernas y los pies durante el embarazo, sobre todo por la tarde o cuando hace calor. La hinchazón de los pies generalmente no es peligrosa. Pero si tiene los pies muy hinchados cuando se levanta por la mañana, o si en cualquier momento se le hinchan las manos o la cara, podría tener preeclampsia (toxemia del embarazo).
Para bajar la hinchazón de las piernas y los pies, trate de acostarse de lado 30 minutos, 2 ó 3 veces al día. No importa de qué lado se acueste. No basta con que se siente con los pies en alto. Es mejor que se acueste de lado.
Para ayudar a prevenir la preeclampsia, coma suficientes proteínas y alimentos nutritivos, beba bastante agua y no le ponga mucha sal a la comida (pero un poco de sal hace bien).
Movimiento y equilibrio
La forma de su cuerpo cambiará tanto a lo largo de los 9 meses del embarazo que probablemente afectará su forma de moverse y de caminar. Eso les sucede a casi todas las mujeres embarazadas, tengan o no tengan una discapacidad. Quizás usted empiece a notar que pierde el equilibrio y se cae fácilmente. O que le cuesta trabajo agacharse y recoger las cosas. Por eso, cuando empiezan a notar esos cambios, muchas de las mujeres con discapacidad que tienen movilidad reducida usan aparatos que les ayudan a caminar o a movilizarse hasta que nazca el bebé.
Pierna amputada
Si tiene amputada una pierna, o parte de una pierna, y usa una prótesis, quizás un día note que la prótesis ya no le queda bien porque usted pesa más y porque se hincha la piel arriba de la prótesis. Si es posible, hable con la persona que le hizo la prótesis para ver si la puede ajustar. Si no, tal vez tenga que usar muletas, un andador o una silla de ruedas durante el embarazo.
Qué hacer:
Se puede hacer un andador de caña, junco, carrizo, bambú o madera. Amarre los empalmes con cuerda, mecate o listón fuerte, o con tiras de llanta o cámara de llanta de auto o bicicleta.
Depende en el terreno, pero es más fácil mover un andador con 2 ruedas delanteras que un andador sin ruedas, y es más estable que un andador con 4 ruedas.
Se puede hacer una muleta o un bastón con plantas del bosque. |
Movilizarse en las últimas semanas del embarazo
Hasta las mujeres sin discapacidad tienen problemas de equilibrio y se mueven con torpeza las últimas semanas del embarazo. Esas dificultades son aun mayores para las mujeres que no pueden controlar bien los músculos o que tienen movilidad reducida o parálisis. Además, su vientre grande estorba las actividades diarias, como bañarse, vestirse o moverse de un lugar a otro.
Qué hacer:
Será más fácil que se pare después de estar acostada si se mueve así:
Primero se acuesta de lado... | ...luego se arrodilla... | ...y luego se para. |
Hay unos aparatos sencillos que les sirven a muchas mujeres con movilidad reducida durante las últimas semanas del embarazo, cuando tienen mayor dificultad para moverse.
se convierte en
excusado
con cinta elástica, cierres
de velcro o cintas que se
amarran por delante.
recoge la orina o el
excremento. Hay que
vaciar el recipiente
después de cada uso.
lazada que jala
cuando se quiera
sentar
en casa, de la
misma altura
que la silla
de ruedas
Calambres musculares
Los calambres son contracciones fuertes y dolorosas de los músculos, principalmente de la pantorrilla. Son más frecuentes de noche. Si se toca el músculo acalambrado, tal vez sienta un bulto duro. Los calambres de las piernas a veces se deben a la falta de calcio en la dieta.
Qué hacer:
- No ponga los pies de punta —ni para estirarlos.
- Haga ejercicios de estiramiento con regularidad.
- Coma más alimentos ricos en calcio, como por ejemplo, leche, queso, yogur, semillas de ajonjolí (sésamo), verduras de hojas verdes y también plátanos.
- Duerma de lado, con las piernas un poco dobladas y con algo blando entre las rodillas, como por ejemplo, un rollo de tela o de papel periódico.
- No se tape con mantas o colchas pesadas cuando se acueste y deje un poco suelta la ropa de cama.
Si le da un calambre en la pierna o en el pie:
apunte los dedos del pie hacia arriba, |
no hacia abajo, |
y luego sóbese la pierna. |
A veces también sirve remojar sus piernas en agua tibia o ponerse un paño remojado en agua tibia en la zona del calambre.
Espasmos musculares
Un espasmo sucede cuando uno o varios músculos se aprietan e impiden que la persona controle sus movimientos. Los espasmos musculares afectan principalmente a las personas con parálisis cerebral o lesión de la médula espinal. Las mujeres con esos problemas a veces tienen espasmos musculares durante el parto.
Qué hacer:
- No jale ni empuje directamente los músculos apretados; sólo se apretarán más.
- Sostenga y apoye cuidadosamente la parte del cuerpo afectado, hasta que se relaje el músculo.
Si la mujer tiene espasmos musculares en la espalda o en todo el cuerpo, póngale algo debajo de los hombros y la cabeza que los doble un poco hacia delante. Eso ayudará a que se le quite la tirantez por todo el cuerpo.
- Póngase compresas calientitas en los músculos apretados o, si es posible, siéntese o acuéstese en una tina de agua tibia. Tenga cuidado de no quemarse la piel ni de calentarse demasiado el cuerpo, sobre todo si no siente calor o frío en la piel. Demasiado calor podría dañar al bebé en el vientre.
- Haga ejercicios de estiramiento suaves 2 ó 3 veces para prevenir los espasmos musculares.
- Los ejercicios que requieren que soporte su propio peso —como por ejemplo, pararse o caminar— también sirven para fortalecer los músculos y para suavizar la tirantez muscular.
Dolor de espalda
La mayoría de las mujeres embarazadas —con y sin discapacidad— sufren dolor de espalda, sobre todo en las últimas semanas del embarazo, cuando el vientre está muy grande y muy pesado. Generalmente, el dolor se debe a que los músculos del vientre se estiran y se debilitan durante el embarazo y, por eso, los músculos de la espalda se sobrecargan con el peso adicional.
Al parecer, a las mujeres embarazadas con ciertas discapacidades físicas les da dolor de espalda antes que a otras mujeres, y el dolor es más fuerte. A veces, incluso las mujeres sin sensibilidad en la parte inferior del cuerpo notan dolor de espalda cuando están embarazadas.
Qué hacer:
- Haga ejercicio antes, durante y después del embarazo para estirar y fortalecer los músculos de la parte baja de la espalda y para mantener fuertes los músculos del vientre. La natación es una buena forma de aliviar el dolor de espalda y de mantenerse fuerte.
- Siéntese en una silla de respaldo recto.
- Descanse, ponga compresas calientes en la zona adolorida y pida a alguien que le
sobe la espalda.
Para que el vientre no cargue tanto los músculos de la espalda, a veces sirve apoyarlo con una faja de tela.
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Dificultad para respirar
A medida que crece el bebé, la matriz empuja contra los pulmones de la madre y le quita espacio en el pecho para respirar. Es normal que eso suceda con el embarazo. Pero a diferencia de otras mujeres, a las mujeres con ciertas discapacidades, como enanismo o parálisis de los músculos del pecho, a veces les empieza a faltar el aliento más pronto. El bebé recibe oxígeno de los pulmones de la madre, por eso ella debe cuidar la salud de sus pulmones y tratar de mantenerlos despejados. Así, el bebé en la matriz recibirá todo el oxígeno que necesita.
Qué hacer:
- Duerma medio sentada con las piernas dobladas. Estará más cómoda si pone algo debajo de las rodillas para que las apoye.
- Beba mucha agua, por lo menos 8 vasos todos los días. Si hay moco en los pulmones, el agua ayuda a soltarlo para que se pueda expulsar con la tos. El moco en los pulmones puede causar una infección.
- Haga ejercicio con regularidad.
- Si empieza a expulsar flema (moco con pus) cuando tose, consulte a un trabajador de salud. Tal vez necesite tomar una medicina, como por ejemplo, un antibiótico. El trabajador de salud podrá ayudarle a decidir cuál antibiótico o cuál otra medicina puede tomar sin riesgo durante el embarazo.
Dolor de coyunturas
El cuerpo de la mujer embarazada se vuelve más blando y suelto para que el bebé pueda crecer y para que ella pueda dar a luz. A veces las coyunturas, sobre todo las caderas, también se aflojan y causan molestias. Generalmente, eso sucede las últimas semanas del embarazo. No es peligroso y se mejorará después del parto.
Qué hacer:
- Deje de usar las coyunturas adoloridas para que descansen. Muévalas un poco de vez en cuando para que no se pongan tiesas, pero haga sólo movimientos suaves.
- Ponga compresas frías o calientes en las coyunturas adoloridas. Las compresas frías generalmente sirven mejor para las coyunturas calientes e hinchadas, y las compresas calientes son mejores para las coyunturas tiesas y adoloridas. Experimente para que aprenda cuál le alivia más el dolor. Si no puede sentir las cosas calientes o frías en la piel, tenga cuidado de no quemarse o congelarse.
Para las compresas frías: Use hielo envuelto en un paño o una toalla, de 10 a 15 minutos.
Para las compresas calientes: Remoje un paño grueso en agua caliente y limpia, exprímalo y luego enrólleselo en la coyuntura adolorida. Cubra el paño con un pedazo delgado de plástico y luego envuelva todo con una toalla o un paño grueso y seco, para retener el calor. Cuando el paño se empiece a enfriar, vuelva a remojarlo en agua caliente y póngaselo otra vez.
O llene una bolsa de agua o una botella con agua caliente, ajústele bien la tapa, envuélvala en un paño y póngasela en la zona adolorida.
- Tome paracetamol (acetaminofeno) para el dolor: 500 mg cada 3 ó 4 horas. No tome más de 8 pastillas (4000 mg) en 24 horas.
Salida de orina
A muchas mujeres les cuesta más trabajo controlar la salida de la orina a medida que se les agranda el vientre. Durante el embarazo, las mujeres con ciertas discapacidades, como parálisis, músculos espásticos o falta de sensibilidad en la parte inferior del cuerpo, tienen más dificultad para controlar la salida de la orina que otras mujeres.
Por lo general, a medida que el bebé crece, la matriz empuja contra la vejiga de la madre y quita espacio para la orina. Por eso, a veces, la madre no puede impedir que se le salga un poco de orina, sobre todo cuando tose o estornuda. A veces, la orina sale tan repentinamente que es difícil saber si es orina o si se rompió la bolsa de aguas. Si huele a orina, no hay ningún peligro. Pero si no tiene olor, o si no está segura que sólo le salió orina, esté pendiente de otros signos del parto y pídale consejo a un trabajador de salud o a una partera.
Si normalmente usa una sonda cada vez que necesita orinar, siga usándola si no le causa ningún problema. Pero si le hace difícil ponerse una sonda cada vez más seguido, tal vez le convenga usar paños gruesos para absorber la orina. Hay que cambiar los paños con frecuencia, lavarlos y secarlos para que la piel alrededor de los genitales no se irrite ni se infecte (vea mayor información sobre el flujo vaginal). Asegúrese de que los paños estén limpios y secos antes de que los vuelva a usar.
Algunas mujeres cambian su sonda intermitente por una que se deja puesta todo el tiempo (sonda permanente o sonda Foley). Pero trate de evitar ese cambio, porque será más difícil que vuelva a usar una sonda intermitente después de que nazca el bebé. Los músculos que controlan la vejiga “olvidarán” cómo retener la orina por falta de uso. Además, si usa una sonda Foley, correrá un mayor riesgo de contraer una infección de la vejiga.
Si le sale orina por la noche, use paños o tenga a la mano algún recipiente en que pueda orinar. Una silla de ruedas que se convierte en escusado también podría ser una buena solución.
Si puede usar los músculos del bajo vientre, trate de hacer el ejercicio de apretamiento, que a veces ayuda a fortalecer los músculos alrededor de la vejiga. Lea más información sobre los problemas urinarios.
Estreñimiento (dificultad para defecar)
A muchas mujeres embarazadas les cuesta defecar con regularidad y se estriñen. Eso generalmente sucede porque los intestinos trabajan más lentamente durante el embarazo. Para más información, vea cómo aliviar y prevenir el estreñimiento.
A veces, las mujeres que siguen un programa de evacuación intestinal necesitan sacarse los excrementos más seguido cuando están embarazadas. Los excrementos duros que permanecen en el cuerpo pueden causar un problema muy peligroso, llamado disreflexia.
¡ADVERTENCIA! Las mujeres embarazadas no deben usar laxantes o purgantes para aliviar el estreñimiento. Esos productos causan contracciones de los intestinos y sus efectos pueden además adelantar el parto. Las mujeres embarazadas tampoco deben hacerse lavativas (lavarse los intestinos con agua) por la misma razón.
Algunos productos laxantes también pueden dañar al bebé.
Hemorroides (almorranas)
Las hemorroides son venas hinchadas en la zona del ano. Muchas veces dan comezón, arden o sangran, y pueden ser muy dolorosas. A veces se ven como vesículas de sangre grandes. Empeoran si la persona puja para defecar porque está estreñida y, al parecer, también empeoran si la persona pasa mucho tiempo sentada o de pie. A muchas mujeres, con y sin discapacidad, les salen hemorroides cuando están embarazadas.
Qué hacer:
- Siga los consejos para prevenir el estreñimiento.
- Para aliviar el dolor y la comezón, remoje un paño limpio en el jugo de una planta astringente, como por ejemplo, hamamelis, y póngase el paño en la zona adolorida.
- Siéntese sobre un cojín para reducir la presión contra las nalgas.
- Cámbiese de posición o párese y muévase por lo menos una vez cada hora.
- Si puede, arrodillese con las nalgas elevadas. Esto puede ayudar a aliviar el dolor.
- Si pasa todo el tiempo acostada, trate de acostarse de lado y pídale a alguien que le ayude a cambiar de posición frecuentemente.
Si usted ha oído de otros remedios, pregúntele a un trabajador de salud que tenga experiencia si no hacen daño. Algunos remedios son peligrosos para las mujeres embarazadas y pueden hacerle daño al bebé.