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¿Escuela normal o especial?
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Hoy en día, los expertos en rehabilitación generalmente opinan que los niños con discapacidad deben ir a las mismas escuelas que los otros niños, siempre que sea posible.
Para los niños con una discapacidad leve esto probablemente no será un problema, si los padres, el director de la escuela y los maestros cooperan. En algunas comunidades, sobre todo en las áreas rurales, los padres quizás ni siquiera piensen en mandar a su niño con discapacidad a la escuela. Pueden tener miedo de que se burlen de su hijo o que lo traten mal. Y en algunas partes, los directores de las escuelas o los maestros se niegan a aceptar a un niño con discapacidad, aunque sea listo. La distancia y otros problemas para llegar a la escuela también aumentan las dificultades.
Siempre que sea posible, trate de resolver estos problemas. Los promotores de rehabilitación rural pueden hablar con los maestros, los padres y los otros niños para tratar de llegar a un acuerdo. Quizás los padres tengan que organizarse y presionar a las escuelas para que cambien sus normas y reglas. En algunos países hay leyes que obligan a las escuelas de gobierno a aceptar y tomar medidas especiales para los niños con discapacidad. Los promotores de rehabilitación y los padres pueden informarse acerca de esas leyes y tratar de lograr que se cumplan. O pueden tratar de que se establezcan si todavía no existen.
Hay que hacer todo esfuerzo por facilitarle la educación escolar al niño con discapacidad y por hacerla más divertida. En el Capítulo 47 (NIÑO-a-niño) hablamos sobre algunas posibilidades que incluyen a otros niños de la escuela.
A los niños con discapacidades graves muchas veces les será imposible ir a una escuela normal. Pero si usted habla con los maestros y los otros niños, quizás ellos comprendan mejor la situación y hagan arreglos especiales.
Por ejemplo, conocemos a un niño con espina bífida que no tiene control para obrar. Nunca había ido a la escuela, hasta que sus padres platicaron con el maestro y los niños de la clase y llegaron a un arreglo. Ahora el niño va a la escuela. Cuando tiene un accidente, calladito se levanta y se va a su casa a bañarse y cambiarse. (Por suerte vive cerca de la escuela.)
En los casos en que los niños con discapacidad no pueden ir a la escuela, quizás haya otras alternativas. En algunas ciudades hay escuelas de ‘educación especial’ para los niños con ciertas discapacidades. Pero si estas escuelas son privadas, suelen ser muy caras, y si son públicas, muchas veces están muy llenas o tienen largas listas de espera.
En las áreas rurales, salvo raras excepciones, no hay programas de educación especial. Pero los padres de los niños con discapacidad pueden organizarse y formar sus propias ‘escuelas especiales’. En estas escuelas, cada niño puede aprender a su propia velocidad y de su propia manera. Un ejemplo es la escuela de ‘Los Pargos’ en Mazatlán, México, que describimos brevemente. También, en Paquistán, el Centro para el Desarrollo de la Rehabilitación Comunitaria ha ayudado a organizar muchos programas de educación especial dirigidos por las familias, en diferentes pueblos.
Si un niño no tiene la oportunidad de ir a la escuela (normal o especial)—o aun si la tiene— quizás pueda estudiar en casa. Algunos niños de la escuela, ya sea que tienen discapacidad o no, quizás puedan ir a la casa de un niño con discapacidad grave para ‘darle clases’. Un programa de rehabilitación rural también puede incluir un programa de estudio para los niños y jóvenes con discapacidad. El Proyecto PROJIMO tiene arreglos con la escuela local para que estudien allí algunos niños con discapacidad que han tenido dificultades en otras escuelas. Además, los promotores de rehabilitación con discapacidad ayudan a los niños que necesitan asistencia especial después de clases.
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Este libro no describe los detalles ni los métodos de la educación especial. Es importante que los métodos que se usen estén adaptados a las costumbres locales—y que no sólo sean una copia de los métodos europeos o estadounidenses, como pasa muchas veces. Para el programa en Paquistán, Christine Miles ha elaborado un libro excelente, llamado Educación especial para alumnos con deficiencia mental, que contiene muchas ideas de cómo adaptar la educación especial a la cultura local.