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Capítulo 4: Examen y evaluación del niño con discapacidad
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Para decidir qué clase de ayuda puede necesitar un niño con discapacidad (si es que necesita ayuda), primero necesitamos saber todo lo posible acerca de ese niño. Aunque quizás nos preocupen más sus dificultades, siempre debemos tratar de observar a todo el niño. Recuerde que:
Las capacidades de un niño son más importantes que sus discapacidades.
La meta de la rehabilitación es ayudar al niño a funcionar mejor en su hogar y en la comunidad. Por eso, cuando usted examine a un niño, trate de relacionar sus observaciones con lo que el niño puede hacer, no puede hacer y podría hacer.
Lo que un niño es y hace depende en parte de otras personas. Así es que debemos observar sus habilidades y dificultades en relación con su hogar, su familia y su pueblo o su vecindario.
Para evaluar las necesidades de un niño, trate de responder a estas preguntas:
- ¿Qué es lo que el niño puede y no puede hacer? ¿Cómo se compara esto con lo que hacen los otros niños de su misma edad en el pueblo?
- ¿Qué problemas tiene el niño? ¿Cómo y cuándo empezaron? ¿Están mejorando, empeorando o siguen iguales?
- ¿De qué modo han sido afectados el cuerpo, la mente, los sentidos o el comportamient o del niño? ¿Cómo afecta cada uno de los problemas lo que el niño hace?
- ¿Qué problemas secundarios se están desarrollando (problemas que aparecen después y a causa del problema original)?
- ¿Cuál es la situación en el hogar? ¿Cuáles son los recursos y limitaciones dentro de la familia y la comunidad que podrían aumentar o detener las posibilidades del niño?
- ¿En qué forma se ha adaptado el niño a su discapacidad o ha aprendido a arreglársela?
Para encontrar las respuestas a estas preguntas, un promotor de salud o de rehabilitación necesita hacer 3 cosas:
- Observar al niño cuidadosamente—incluyendo su relación con la familia y otras personas
- Tomar la ‘historia’ del niño; pedirles a los padres y al niño (si él puede contestar) toda la información que tengan y si es posible, conseguir expedientes médicos.
- Examinar al niño para saber qué tan bien y de qué manera trabajan diferentes partes de su cuerpo y su mente, qué tan desarrolladas están estas partes, y qué tanto afectan sus capacidades, debilidades o problemas.
OBSERVE A TODO EL NIÑO—NO SOLO LA DISCAPACIDAD.
Un buen promotor de salud o de rehabilitación empieza a observar a un niño desde el primer momento en que se encuentra con él y su familia. Puede empezar a observarlo en la sala de espera del centro de rehabilitación, en la casa del niño o en la calle; y debe continuar observándolo a lo largo de la entrevista, el examen y todas las visitas. Por eso, no hablamos sobre la ‘observación’ por separado, sino que la incluimos en todas estas actividades.
Usualmente es mejor hacer preguntas ANTES de comenzar a examinar al niño—para así tener una mejor idea de lo que buscamos. Por lo tanto hablaremos primero de la entrevista y luego del examen. Pero antes que nada, unas palabras sobre cómo llevar apuntes sobre el niño.