Hesperian Health Guides
Capítulo 9: Prevenir las muertes causadas por abortos inseguros
WikiSalud > Guía práctica para promover la salud de las mujeres > Capítulo 9: Prevenir las muertes causadas por abortos inseguros
Ninguna mujer en el mundo debería perder la vida por no querer llevar adelante un embarazo.
Las y los trabajadores de salud a menudo son testigos de las dificultades y la desesperación que sufre una mujer que se embaraza sin querer. Muchas mujeres en esta situación deciden interrumpir el embarazo. Cuando una mujer intencionalmente hace algo para interrumpir el embarazo o para que le regrese la regla, se le llama aborto provocado.
Los embarazos también pueden terminar de forma natural, por enfermedades graves u otras causas. Cuando esto ocurre, se le llama pérdida o aborto espontáneo. Las señas de peligro después de un aborto provocado o espontáneo son las mismas.
Hoy en día, hay mujeres en todos los países del mundo, de todas las edades, casadas y solteras, con y sin hijos, que buscan y se hacen abortos aun cuando viven en países donde el aborto está penalizado por la ley.
Cuando el aborto se practica de manera segura y en el embarazo temprano, no existe riesgo. Pero en los países donde está penalizado acceder al aborto seguro, puede ser costoso y riesgoso. La doctora Aruna Uprety, quien nos ayudó a escribir este capítulo, ha trabajado la mayor parte de su vida para prevenir los abortos inseguros en Nepal. Ésta es parte de su historia:
La muerte de una madre
Al inicio de mi carrera médica trabajé en un hospital de maternidad en Nepal. Un día, revisé a una mujer que llegó muy enferma. Ella y su esposo habían caminado 3 horas desde su pueblo para llegar al hospital. Su pulso estaba débil y estaba muy pálida. Yo estaba segura de que la iba a salvar, pero ella murió frente a mí. Con enorme tristeza escuché a su esposo contar su historia:
Ellos ya tenían 5 hijos y ninguno de los dos quería tener más. Cuando ella se volvió a embarazar, fueron a ver a un curandero en un pueblo cercano. Les habían dicho que él podía interrumpir el embarazo a muy bajo costo. El curandero le metió hierbas en la vagina con un palo y al día siguiente ella perdió el embarazo. Pero ella siguió sangrando y sangrando y le dio fiebre. Después de 3 días así, ella estaba muy mal y se desmayó. Es por eso que su esposo la había traído al hospital.
Mis estudios no me habían preparado para esto. Abortar estaba prohibido por la ley en Nepal y las mujeres que abortaban podían ir a la cárcel. Yo no podía dejar de pensar en la historia de esta mujer y hablé con una de las doctoras del hospital con mucha experiencia. Ella me dijo, “Aruna, esto es común. Cada mes vemos 3 ó 4 casos parecidos”. Me explicó que la mayoría de las mujeres con infecciones causadas por abortos inseguros pueden recuperarse muy bien en el hospital, pero que “en otros casos, no hay mucho que podamos hacer. A veces las mujeres fallecen en menos de 1 hora de llegar al hospital y a veces llegan muertas”.
Yo no podía creer que esto se viera como algo normal y me propuse una meta: “¡Debe de haber algo que yo pueda hacer para que esto no siga sucediendo!”
Para leer el resto de la historia de Aruna, vea La larga lucha por el aborto legal y seguro en Nepal.
Después de ver sufrir y fallecer a tantas mujeres por los abortos inseguros, muchas trabajadoras y trabajadores de salud como Aruna se han unido a la lucha por el acceso al aborto legal y seguro.
El acceso a los anticonceptivos previene los abortos inseguros
Si todas las mujeres tuvieran acceso a los métodos de planificación familiar que les funcionan bien, incluidos los anticonceptivos de emergencia, habrían menos embarazos no planeados y menos abortos inseguros. Habrían menos abortos si:
- los anticonceptivos estuvieran al alcance de quienes los quieran y necesiten.
- cada mujer pudiera elegir el método de su preferencia.
- tanto los hombres como las mujeres se responsabilizaran de usar anticonceptivos.
Las adolescentes y jóvenes solteras tienen mayor riesgo de tener embarazos no planeados y abortos inseguros. Puede ser más difícil que tengan acceso a los anticonceptivos o que les dé vergüenza pedirlos. A lo mejor no tienen suficiente poder de exigir que sus parejas usen condón. Si se embarazan, a veces esperan demasiado tiempo para buscar ayuda porque tienen miedo de decirle a alguien o porque no saben reconocer las señas de embarazo.
Para mayor información sobre cómo enfrentar estos problemas y lograr que la planificación familiar esté al alcance de todas, vea el Capítulo 4: La sexualidad y la salud sexual, y el Capítulo 7: La planificación familiar protege la salud.
