Hesperian Health Guides

Proteger la salud de los niños

En este capítulo:

En los niños las enfermedades muchas veces se agravan rápidamente. Ciertas enfermedades, que se tardan días o semanas en dañar gravemente o matar a un adulto, pueden matar a un niño pequeño en cuestión de horas. Por eso, es importante que note los primeros signos de enfermedad y que los trate de inmediato.

La diarrea es más frecuente y más peligrosa en los bebés y en los niños pequeños que en los adultos. Si le da diarrea a su bebé o a su niño, ocúpese del problema sin demora:

  • siga dándole leche materna —con frecuencia.
  • siga dándole comida.
  • déle muchos líquidos para beber.

2 formas de preparar un suero de rehidratación casero

  1. Con azúcar y sal (puede usarse rubia o melaza).
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    En 1 litro de AGUA pura ponga media cucharadita rasa de SAL y 8 cucharaditas rasas de AZÚCAR.
    PRECAUCIÓN: Antes de agregar el azúcar, pruebe el líquido y asegúrese de que esté menos salado que una lágrima.

  2. Con cereal en polvo y sal (Lo mejor es el arroz en polvo. O puede usar maíz finamente molido, harina de trigo, sorgo, o papas cocidas y molidas.)
    En 1 litro de AGUA ponga media cucharadita rasa de SAL y 8 cucharaditas colmadas (o 2 puñados) de CEREAL en polvo.
    PRECAUCIÓN: Pruebe la bebida cada vez, antes de darla al enfermo, para asegurarse de que no se haya echado a perder. Las bebidas de cereal se descomponen rápidamente cuando hace calor.
    A cualquiera de los 2 sueros, añádale media taza de jugo de fruta, agua de coco, o plátano maduro molido. Esto le dará potasio al niño y quizás le ayude a aceptar más de comer y beber.
¡IMPORTANTE! Adapte el suero según las costumbres de su región. Si no hay botes de un litro ni cucharitas en muchos hogares, ajuste las cantidades a las formas locales de medir. Donde tradicionalmente se dan atoles de cereal a los niños, se pueden seguir usando—sólo hay que hacerlos más aguados. Busque métodos fáciles y sencillos.


Hay 3 formas importantes de proteger a los niños contra muchas enfermedades y de ayudarles a que crezcan y sean sanos:

  • Alimentos nutritivos
  • Aseo
  • Vacunas
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Alimentos nutritivos

Es importante que los niños coman los alimentos más nutritivos que se puedan conseguir, para que crezcan bien y no se enfermen. Lo más importante de todo es que los niños coman lo suficiente —varias veces al día.

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Aseo

Es más probable que los niños estén sanos si alguien cuida su aseo y el aseo de su casa. Aquí tiene algunos consejos:

  • Bañe a los niños y cámbieles la ropa con frecuencia.
  • Enséñeles a lavarse las manos cuando se levanten por la mañana, después de que defequen, y antes de que coman o toquen alimentos.
  • Enséñeles cómo usar la letrina o el excusado.
  • En los lugares donde hay anquilostomas (un tipo de lombrices), no permita que los niños anden descalzos. Siempre deben usar sandalias o zapatos.
  • Enséñeles a los niños a cepillarse los dientes todos los días y no les dé muchos dulces ni refrescos (bebidas gaseosas).
  • Córteles las uñas al ras.
  • Si un niño está enfermo o tiene llagas, sarna, piojos o tiña, no permita que duerma con otros niños ni que use las mismas toallas o ropa que los demás.
  • Trate lo antes posible a los niños que tengan sarna, tiña, lombrices intestinales y otras infecciones que se transmiten fácilmente.
  • No permita que los niños se metan cosas sucias en la boca y no deje que los perros, gatos u otros animales les laman la cara.
  • No deje que los puercos, perros y gallinas entren a la casa.
  • Use solamente agua potable, hervida o filtrada para beber. Esa precaución es particularmente importante para los bebés.
  • Para proteger a los bebés y los niños contra el paludismo, si es posible, asegúrese de que duerman debajo de mosquiteros tratados con insecticida.

Vacunas—la protección más sencilla y segura

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Las vacunas (o inmunizaciones) dan protección contra muchas enfermedades peligrosas. Cada país tiene su propio calendario de vacunación. Generalmente las vacunas son gratis. Si los trabajadores de la salud no vacunan en su pueblo, lleve a sus hijos al centro de salud más cercano para que los vacunen. Es mejor llevarlos a vacunar cuando están sanos que llevarlos a que los curen cuando estén enfermos o muriéndose. Las vacunas más importantes para los niños son:

  1. DPT (‘triple’), contra difteria, tos ferina (pertussis) y tétano. El niño necesita 4 ó 5 inyecciones. Generalmente se pone una inyección a los 2 meses, 4 meses, 6 meses, y 18 meses de edad. A veces se pone una inyección más entre los 4 y 6 años de edad.
  2. POLIO, contra la parálisis infantil. El niño necesita gotas en la boca 4 ó 5 veces. En algunos países se da la primera vacuna al nacer y las otras 3 vacunas con las inyecciones de DPT. En otros países, se dan las primeras 3 vacunas junto con las de DPT, la cuarta entre los 12 y 18 meses de edad, y una quinta a los 4 años de edad.
  3. BCG, contra tuberculosis. Esta vacuna se pone una sola vez en 1 inyección debajo de la piel del brazo izquierdo. Se puede vacunar a los niños al nacer o a cualquier edad. Si hay personas con tuberculosis en la casa, es importante vacunar a los niños en las primeras semanas o meses de vida. La vacuna causa una llaga y deja una cicatriz.
  4. SARAMPIÓN. El niño necesita 1 inyección después de cumplir 9 meses de edad. A veces se pone una segunda inyección después de 15 meses. Pero en muchos países se pone una vacuna ‘3 en 1’ que protege contra sarampión, paperas y rubéola (SPR). Se pone 1 inyección de SPR entre los 12 y 15 meses y se repite a la edad de 4 a 6 años.
  5. HB, contra Hepatitis B. Esta vacuna se pone en una serie de 3 inyecciones con un espacio de por lo menos 4 semanas entre cada una. Generalmente se ponen juntas con las inyecciones de DPT. En algunos países se pone la primera inyección al nacer, la segunda a los 2 meses de edad, y la tercera a los 6 meses de edad.
  6. Hib, contra Haemophilus influenzae tipo b, un microbio que puede causar meningitis y pulmonía en niños pequeños. Generalmente se pone una serie de 3 inyecciones junto con las inyecciones de DPT.
  7. dT ó TT, contra el tétano en los adultos y los niños mayores de 12 años. Todo el mundo debe vacunarse contra el tétano con 1 inyección cada 10 años. En algunos países se pone el dT a los 9 a 11 años (5 años después de la última vacuna de DPT) y después, cada 10 años. Las mujeres embarazadas deben vacunarse durante cada embarazo para proteger a sus bebés contra el tetano.


Hay que guardar las vacunas contra el sarampión y la polio, y la BCG, congeladas o muy frías (bajo 8° C). Las vacunas contra la hepatitis B y el tétano, y la DPT, deben ser guardadas muy frías (bajo 8° C) pero nunca congeladas. Si después de preparar una vacuna ésta no se usa, hay que botarla. La DPT está buena y se puede usar si está todavía turbia una hora después de agitarla. Para ideas de cómo guardar frías las vacunas, vea Aprendiendo a promover la salud, Capítulo 16.

Vacune a sus hijos a tiempo y sin falta.
Asegúrese de que reciban todas las vacunas que necesitan.