Hesperian Health Guides

Crear comunidades sostenibles

En este capítulo:

Para ser sostenible, una institución, recurso, proceso de desarrollo o comunidad debe satisfacer las necesidades diarias de la gente ahora, a la misma vez que planea poder satisfacer las necesidades de las generaciones futuras. En nuestras vidas y en este libro podemos ver ejemplos de sistemas sostenibles y también de los que no son sostenibles, ya sean instituciones comunitarias, como una clínica de salud o un programa de reciclaje, o recursos naturales como lo son los bosques, campos o arroyos.

Uno de los grandes retos actuales para todos nosotros es tratar de satisfacer nuestras necesidades diarias sin perjudicar el medio ambiente que nos alimenta, nos cobija y nos viste, nos da agua, energía y medicamentos, y que es la fuente misma de nuestra supervivencia.

Es común que los políticos y las empresas grandes digan que están comprometidos a un desarrollo ‘sostenible’. Pero en la mayoría de casos, solamente usan la palabra ‘sostenibilidad’ para lograr aumentar sus ganancias y poder político. Terminan acabando con los alimentos saludables, el aire y el agua limpia y los medios de vida seguros, mientras que nos regalan más contaminación, deforestación y enfermedades.

En las siguientes páginas hay información y métodos con los cuales varias comunidades están tratando de ser más sostenibles. Es nuestra esperanza que esta información les ayude a organizar proyectos sostenibles en sus propias comunidades.

Pobladores en un junta miran mientras una mujer escribe un pizarrón, "Los principios de una vida sostenible: Respetar el tejido de la vida; trabajar con a naturaleza; evitar la contaminación."


Respetar el tejido de la vida

El mundo natural se compone de una gran variedad de organismos vivos. La diversidad de personas, plantas, animales e insectos que pueblan la tierra se conoce científicamente como biodiversidad. Mucho antes de que los científicos le dieran este nombre a la variedad de organismos vivos, la gente educaba a sus hijos sobre el tejido de la vida. Del mismo modo que la telaraña se refuerza gracias a la multitud de hilos conectados entre sí que la componen, la biodiversidad depende del tejido de la vida que conecta a todos los seres vivos.

Por ejemplo: las personas recogen frutos comestibles que contienen nutrientes, y estos nutrientes los mantienen saludables. Dichos frutos crecen en árboles y arbustos polinizados por los insectos. Sin la polinización, los frutos no crecerían. Las aves comen insectos, y a su vez los zorros cazan a las aves. Para que se mantenga el equilibrio del tejido de la vida es necesario que haya la cantidad justa de flores, insectos, aves y zorros necesarios para que todos vivan en la zona. Si los humanos dan muerte a demasiados zorros, quizá porque están comiéndose sus gallinas, podría aumentar mucho el número de aves haciendo que éstas consuman demasiados insectos. Lo anterior significa que si matamos demasiados zorros podríamos terminar con menos frutos.

Un agricultor escarba en un jardín lleno de animales, plantas, e insectos.
Un aspecto importante para proteger la salud humana, ahora y en el futuro, consiste en proteger el tejido de la vida.

Desgraciadamente, el mundo se enfrenta a una gran pérdida de la biodiversidad: cada año desaparecen muchas plantas y animales. La biodiversidad no sólo es valiosa por sí misma, sino también por las diversas maneras en que el tejido de la vida protege la salud humana.

Los daños al tejido de la vida causan nuevas enfermedades

La pérdida de la biodiversidad causa una disminución en la variedad de plantas y animales, haciendo que se rompa el equilibrio natural entre plantas, animales y personas. Esto puede ocasionar nuevas enfermedades. Veamos estos dos ejemplos de cómo la pérdida de la biodiversidad por la deforestación dio origen a nuevas enfermedades:

  • En algunos áreas de África donde se ha cortado el bosque tropical para la agricultura y para establecer poblados se produjeron brotes de leishmaniasis, tripanosomiasis y fiebre amarilla. Son enfermedades propagadas por los insectos y parásitos, cuyos números aumentaron mucho porque el agua se había estancado al no ser absorbida por la tierra y porque los animales que se comen a los insectos habían perdido sus refugios en el bosque.
  • Cuando se derribaron muchos árboles en América del Norte, creció el número de ratones de patas blancas gracias al aumento en su suministro de alimentos y a la disminución en el número de animales que los cazaban. Estos ratones portaban la llamada enfermedad de Lyme, que luego se propagó a las personas.
Un hombre y dos mujeres juntan plantas en un bosque.
Con frecuencia las personas que utilizan las plantas medicinales también las cultivan y las cuidan, protegiendo así la biodiversidad y las tradiciones.

La medicina natural depende de la biodiversidad

La mayor parte de las medicinas se elaboran a partir de plantas. Cuando se cortan los bosques, y los ríos y las tierras húmedas se secan, perdemos muchas de estas plantas. También perdemos el conocimiento tradicional de cómo usar estas plantas en la curación. Si protegemos la biodiversidad y el tejido de la vida estamos también protegiendo a nuestras culturas y a nuestra medicina tradicional.

Una dieta saludable depende de la biodiversidad

Para mantenernos en buen estado de salud debemos consumir diversos alimentos tales como frutas, verduras, granos y alimentos silvestres como fresas, pescado y animales de caza. Cuando perdemos la biodiversidad, perdemos muchos de los alimentos en los que dependemos para consumir una dieta saludable. Debido a esto, comunidades enteras se enfrentan a problemas de salud causados por la mala nutrición.

Sembrar una variedad de cultivos promueve la biodiversidad como una dieta saludable.
Diferentes frutas, vegetales, y nueces.

Gloria, la promotora de salud de Salud para el Pueblo, entendía el funcionamiento del tejido de la vida; las abejas necesitaban de las flores para producir la miel, y a su vez los árboles con flores necesitaban de las abejas para poder dar frutos. Por esto, sembrar árboles y criar abejas contribuyó para que la comunidad pudiera al mismo tiempo producir alimentos y reparar el tejido de la vida.

La biodiversidad mejora el rendimiento de las cosechas

A lo largo de miles de años, todos los cultivos alimenticios incluidos el arroz, el maíz y el trigo se cultivaron a partir de plantas silvestres. Estos cultivos aún dependen de los insectos y de otros organismos animales para crecer adecuadamente.

La agricultura industrial utiliza maquinaria agrícola pesada y productos químicos tóxicos, y promete cultivos de mayor rendimiento. Sin embargo, estos productos químicos destruyen las plantas e insectos útiles y hacen daño a la tierra. Si la producción aumenta, generalmente es sólo la de un cultivo, y sólo por poco tiempo. Después de algunos años, habrá menor cantidad y menos variedad de los alimentos necesarios para mantener un buen estado de salud.

Una mujer riega su jardín al lado de un chivo y una casa de gallinas.
La agricultura sostenible depende de la biodiversidad y la protege.



Si las granjas aplican métodos sostenibles, pueden producir más cultivos y sufrir menos problemas de plagas. Estos métodos favorecen la vida saludable de insectos y animales, enriquecen la tierra con fertilizantes naturales y la protegen con árboles y plantas. La diversidad de cultivos hace posible una nutrición superior y una mejor salud para todos.

La biodiversidad protege a los recursos de agua

Tanto la deforestación como la agricultura industrial ocasionan la pérdida de la humedad del suelo, haciendo que éste se seque durante la estación seca. Los fertilizantes químicos y los plaguicidas se filtran fuera de las granjas y contaminan los ríos y lagos.

La biodiversidad protege a las comunidades

Son muchas las vidas que dependen de los recursos naturales. Cuando estos recursos desaparecen, aumenta la pobreza. En áreas agrícolas, la agricultura industrial incrementa la deuda de algunos y a muchos otros les quita sus tierras.

Reparar el tejido de la vida

En el tejido de la vida, la muerte de un ser vivo afecta a muchos otros, incluidos los humanos. En el relato del Capítulo 1, cuando los habitantes de Manglaralto perdieron el bosque perdieron también una fuente de alimentos e ingresos. Más adelante, cuando se desató la tormenta, perdieron también sus hogares. Pero cuando comenzaron a sembrar árboles, los habitantes entendieron que además de evitar la erosión y producir miel, estaban también renovando la tierra. Su trabajo de rehabilitación de los terrenos a un estado saludable hizo que volvieran a surgir muchas plantas y animales importantes para la salud de sus comunidades.


ilustración de lo siguiente: flechas apuntan a una mazorca de maíz , un chivo comiendo, un chivo haciendo estiércol, a un agricultor, a una mata de maíz, de regreso a la mazorca de maíz haciendo un círculo.
El suelo sirve para que
los cultivos crezcan
Los cultivos se convierten en alimento
El fertilizante alimenta el suelo
Los agricultores que siembran en forma sostenible se valen del ciclo de nutrientes para mantener la fertilidad del suelo.
El estiércol se puede convertir en fertilizante (abono)
El alimento se convierte en estiércol

Trabajar con la naturaleza

En la naturaleza no se pierde nada: todo se utiliza o tiene un propósito. El funcionamiento circular o cíclico es una de las maneras en que la naturaleza reutiliza sus recursos sin perder nada.

Desgraciadamente, los seres humanos y la industria han interrumpido los ciclos naturales, y esto ha dado lugar a serios problemas de salud ambiental. Un ejemplo de lo que ocurre cuando los ciclos naturales son interrumpidos es el cambio climático.

ilustración de lo anterior:Flechas muestran el camino de lluvia a y de un paisaje montañoso en terrazas.
Las nubes producen la lluvia, envían agua a la tierra...El agua se evapora para formar nubes...

Cómo podemos imitar los ciclos naturales

una mujer habla.
Lo que viene de la tierra debe volver a ella.

Los promotores de salud ambiental de las Filipinas tienen un dicho:

Si entendemos la importancia de devolver a la tierra lo que viene de ella, podemos imitar a la naturaleza y proteger nuestros recursos naturales y nuestra salud. Los procesos cíclicos que establecemos en nuestros hogares, comunidades y fábricas son pequeños pasos que damos para mejorar la salud ambiental. La composta o la reutilización o reciclaje de las botellas de vidrio o latas, por ejemplo, son posibilidades para imitar el ejemplo de la naturaleza ya que con ellas creamos un ciclo en vez de un basurero.

Cómo la industria puede imitar los ciclos naturales

Los promotores de la salud ambiental en Filipinas tienen otro dicho:

un hombre habla.

Lo que viene de la fábrica debe volver a ella.

La industria es el mayor productor de contaminantes tóxicos. A pesar de esto, incluso la industria podría aprender de los ciclos naturales a reutilizar la energía y los materiales aplicando un proceso conocido como producción limpia. Como primer paso, la industria tendría que hacerse cargo de todos los desechos que produce. Si los desechos, por ejemplo los productos tóxicos, no pueden ser reciclados, la industria debe deshacerse de ellos sin peligro y con el tiempo suprimir su uso. Para que la industria pueda tener cabida en un futuro sostenible, debe basar sus métodos en la prevención, la precaución y el derecho a la salud para todas y todos, y no en el derecho a beneficiarse a costa del vertimiento de desechos y de exponer a los demás al peligro y las enfermedades.

Flechas apuntan de un fábrica, a latas de soda, a latas de soda trituradas, y de regreso a la fábrica.
Si la industria utilizara menos recursos y reciclara y reutilizara los que ya usa, podría reducir el daño a la salud ambiental.

La contaminación ataca al tejido de la vida

La contaminación es el daño a las personas y al medio ambiente causado por un exceso de substancias tóxicas provenientes de las actividades humanas, más que todo los desechos industriales, el transporte y la agricultura. La contaminación tóxica se propaga a través del medio ambiente en el aire, el agua y el suelo.

La mayor parte de la contaminación proviene de las cosas que usamos o a que nos exponemos cada día. Las maneras más comunes de exposición a tóxicos son:

  • El humo de lo que quemamos, especialmente la quema de plásticos. Respiramos el humo, y las cenizas contaminan el agua de beber y las tierras agrícolas.
  • El humo de las fábricas que contamina el aire, el agua y la tierra.
  • Los productos químicos utilizados en las fábricas, la minería y las perforaciones y extracciones petroleras, que son echados en las fuentes de agua y contaminan además el aire y la tierra.
  • Las plaguicidas que se usan o manipulan cerca de los alimentos, las fuentes de agua y en el hogar. Cuando se rocían, el aire los esparce lejos y ocasionan mucho daño.
  • Los productos químicos ingredientes de las baterías y pilas, pinturas, tintes y los provenientes de la producción de aparatos electrónicos, que hacen daño a los trabajadores de dicha industria.
  • El humo de escape de los motores que contamina el aire, el agua y la tierra.

La contaminación tóxica causa graves daños a las personas, las plantas y los animales, no sólo en el sitio donde se emite sino lejos de la fuente. Un aspecto importante para garantizar la sostenibilidad consiste en protegerse del daño causado por la contaminación y las sustancias tóxicas (vea “La lucha por el cambio,” “Productos tóxicos en el hogar,” “Desechos tóxicos ,” “Cómo descartar los desechos químicos sin peligro,” y Capítulo 14, Capítulo 16, Capítulo 20, Capítulo 21, Capítulo 22 y Capítulo 23).

El principio de precaución

En su búsqueda de nuevos productos y mayores ganancias, las empresas han creado miles de productos químicos que nunca habían existido en la naturaleza. La mayoría de estos productos químicos no han sido puestos a prueba para determinar si son seguros. Sin embargo, son utilizados en los productos que nos venden a diario. Incluso cuando la gente cree que algunos de estos productos químicos pueden ser dañinos, si no pueden comprobar con certeza que en efecto lo son, no podrán sacarlos del mercado ni de nuestros cuerpos.

"Mas vale prevenir que lamentar."

Algunos líderes comunitarios y científicos aplican el llamado principio de precaución para guiar sus decisiones. Según el principio de precaución, si existe alguna razón para creer que algo puede causar daño, incluso si no lo sabemos con seguridad, es mejor evitarlo que correr el riesgo de causar daño.

En la actualidad, este principio se opone a la manera de proceder de la mayoría de los gobiernos. Hoy en día, para poder detener el uso de un producto o actividad es necesario demostrar primero que es dañino, una situación que nosotros hemos llamado el “principio del conteo de cadáveres”.

Cambios en el clima

En todo el mundo se están observando drásticos cambios al clima que están provocando un mayor número de desastres naturales y problemas de salud para las personas. En algunas partes ahora hay más lluvia, más inundaciones y tormentas graves y, en otras, ya casi no llueve y ahora hay más sequías.

Este problema, llamado cambio climático, es realmente un conjunto de problemas ambientales, incluyendo la deforestación, la contaminación del agua y aire y la pérdida de la vida silvestre, que están causando cambios permanentes al clima del planeta. El cambio climático (a veces llamado calentamiento global) se refiere a las pequeñas variaciones en la temperatura del planeta que, aunque no muy visibles, han causado importantes cambios en el clima.

Son estos cambios que están causando los desastres que han afectado a muchas personas en el mundo—el fenómeno del niño y las tormentas fuertes e inundaciones que destruyen casas y cosechas; la sequía y hambruna; y la propagación de enfermedades por el desplazamiento de insectos y animales portadores.

Causas del cambio climático

El medio ambiente tiene la habilidad natural de absorber cierta cantidad de contaminación. Lamentablemente, no puede absorber toda la que estamos produciendo. Desde que empezamos a extraer y quemar grandes cantidades de combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón en los últimos 2 siglos, la cantidad de contaminación liberada en el medio ambiente ha aumentando rápidamente. A la misma vez, otros productos químicos inventados para los procesos de fabricación están contaminando el aire y no pueden ser absorbidos por el medio ambiente, contribuyendo también al cambio climático.

Humo negro sale de chimeneas de una fábrica.

A su raíz, el cambio climático, como casi todos los problemas de salud ambiental, es el producto de la utilización injusta, desigual e insostenible de los recursos naturales. Los países que ahora son los ricos, como Estados Unidos y los países europeos, llegaron a su presente nivel de vida a través de la contaminación y el uso de los recursos de todo el mundo, así iniciando los cambios en el clima. Cuando los países que ahora son pobres comenzaron a seguir los mismos pasos de sobreconsumo y contaminación para aumentar el nivel de vida en sus países, se volvió muy claro que este tipo de desarrollo sólo conduce hacia un desastre ambiental global.

Pero abandonar este tipo de desarrollo no significa que los países pobres no puedan seguir luchando para mejorar el nivel de vida en sus comunidades. No sólo es posible, sino necesario para detener el cambio climático, que construyamos un desarrollo basado en la igualdad y en la salud y bienestar de la mayoría, no sólo de los ricos, y que dejemos de depender en los combustibles fósiles y los químicos tóxicos, desarrollando otras fuentes de energía y producción limpia (vea Capítulo 20 y Capítulo 23). Todos debemos participar en cambiar nuestras sociedades, y los que tienen más recursos deben contribuir más al proceso.