Hesperian Health Guides

Problemas de salud mental comunes en las mujeres

En este capítulo:

Aunque hay muchos tipos de problemas de salud mental, los más comunes son la ansiedad, la depresión, y el abuso de las drogas y del alcohol. En la mayoría de las comunidades, las mujeres padecen de depresión y ansiedad más que los hombres. Por otro lado, los hombres son más propensos que las mujeres a tener problemas con las drogas y el alcohol.

Para determinar si una persona padece de un problema mental, recuerde lo siguiente:

  • No existe una división clara entre las reacciones normales a los eventos de la vida y los problemas de salud mental.
  • La mayoría de las personas sufren de algunas de las señas enumeradas más adelante en diferentes momentos en su vida, porque tarde o temprano, toda la gente tiene que afrontar problemas.
  • Las señas de los problemas de salud mental pueden variar de una comunidad a otra. El comportamiento que puede parecer extraño a una persona de fuera, puede ser una parte normal de las costumbres o de las tradiciones de una comunidad.

Algunas personas describen la depresión como ‘un peso en el corazón’ o como ‘una gran pérdida del ánimo’.

La depresión (sentirse sumamente triste o no sentir nada)

Es natural que una persona se sienta deprimida al sufrir de una pérdida o de la muerte de un ser querido. Pero es posible que ella padezca de un problema de salud mental si las siguientes señas le duran por mucho tiempo:

una mujer mayor triste sosteniendo un pañuelo.
Señas:
  • sentirse triste casi todo el tiempo
  • tener dificultades para dormir, o dormir demasiado
  • tener dificultades para pensar con claridad
  • perder el interés en las actividades agradables, en la comida o en las relaciones sexuales
  • tener problemas físicos, como dolores de cabeza o problemas intestinales, que no se deben a una enfermedad
  • hablar y moverse lentamente
  • no tener energía para las actividades diarias
  • pensar sobre la muerte o el suicidio


La ansiedad (sentirse muy nerviosa o preocupada)

Otros nombres comunes para describir la ansiedad son ‘los nervios’, ‘ataques nerviosos’ y ‘angustia en el corazón’.

una mujer temblando y sudando

Todas las personas se sienten nerviosas o preocupadas de vez en cuando. Cuando estos sentimientos tienen que ver con una situación específica, generalmente desaparecen en poco tiempo. Sin embargo, si la ansiedad continúa o se vuelve más fuerte, o si se presenta sin ninguna razón aparente, entonces podría ser un problema de salud mental.

Señas:
  • sentirse tensa o nerviosa sin razón
  • tener las manos temblorosas
  • sudar
  • sentir latidos fuertes del corazón (cuando no se padece de una enfermedad del corazón)
  • tener dificultades para pensar con claridad
  • padecer de problemas físicos frecuentes que no se deben a enfermedades físicas y que aumentan cuando la mujer está alterada

Cuando la mujer padece de dolores fuertes en el pecho o de dificultad para respirar, ella debe recibir atención médica. Éstas pueden ser señas de una enfermedad física grave.

Los ataques de pánico son una forma severa de ansiedad. Suceden repentinamente y pueden durar desde varios minutos hasta varias horas. Además de las señas indicadas arriba, la persona siente terror o pavor, y teme desmayarse o morir. También puede padecer de dolores en el pecho, de dificultades para respirar y de la sensación de que algo terrible está a punto de suceder.

Las reacciones a los traumas

Después de que una persona ha sufrido un trauma, puede tener muchas reacciones diferentes, tales como las siguientes:

una mujer acostada en cama pensando sobre ser atacada por soldados.
  • Volver a experimentar el trauma una y otra vez en la mente. Mientras está despierta, puede estar recordando constantemente las cosas terribles que sucedieron. Durante la noche, quizás sueñe acerca de ellas o tal vez no pueda dormir por estar pensando en ellas.
  • Sentirse pasmada o sentir las emociones menos intensamente que antes. Es posible que ella evite a las personas o los lugares que le recuerden el trauma.
una mujer ansiosa.
  • Volverse muy precavida. Si ella está siempre pendiente de posibles peligros, quizás tenga dificultades para relajarse y para dormir. Es posible que se sobresalte demasiado cuando algo la sorprenda.
  • Sentirse muy enojada o avergonzada por lo que sucedió. Si la persona ha sobrevivido a un trauma en el que otras personas murieron o quedaron gravemente heridas, tal vez ella se sienta culpable de que las otras personas hayan sufrido más que ella.
  • Sentirse apartada y distante de las otras personas.
  • Tener arranques de comportamiento extraño o violento, durante los cuales no esté segura de dónde se encuentra.

Puede que las personas que estén sufriendo de reacciones a un trauma, también se sientan ansiosas o deprimidas, o que abusen del alcohol o de las drogas.


Muchas de estas señas son reacciones normales a una situación difícil. Por ejemplo, es normal sentir ira de que algo terrible haya sucedido, o tomar precauciones si la situación aún es peligrosa. Sin embargo, si las señas son tan severas que la persona no puede llevar a cabo sus actividades diarias, o si comienzan varios meses después de que el trauma haya ocurrido, es posible que la persona esté padeciendo de un problema de salud mental.