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Actividades para desarrollar la comunicación y el lenguaje
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La habilidad para comunicarse de un niño normal se desarrolla a través de estas etapas:
El niño expresa sus necesidades por medio de los movimientos del cuerpo, las muecas y el llanto. | Hace ‘ruidos alegres’—gorjea. |
¡Guaa! ¡Guaa! |
¡Guu! ¡Guu!
|
0-1 meses | 1-2 meses |
Balbucea—escucha sonidos y trata de imitarlos. | Dice unas cuantas palabras. |
Ba-ba
Ga-ga |
Mamá. |
4-8 meses | 8-12 meses |
Empieza a juntar palabras (e ideas). | |
Mira, Papá. ¡Una vaca! | |
12 meses-3 años |
Una de las primeras etapas del desarrollo del lenguaje en el niño es el darse cuenta de diferentes sonidos y responder a ellos. Un niño retrasado puede necesitar más ayuda y estímulos.
Haga ruido con sonajas, campanas, cascabeles y tambores, primero directamente frente al niño y después por un lado para que se voltee. | ¡TIN TIN!
Oye los cascabeles. |
Si no voltea la cabeza, vuelva a poner el objeto enfrente de él para que lo vea, y muévalo otra vez. O voltéele la cabeza suavemente para que vea lo que está haciendo ruido. Ayúdele cada vez menos— hasta que voltee solo. |
Repita el balbuceo del niño: ‘hable’ con él en su lenguaje. Pero cuando empiece a decir palabras, repítaselas en forma clara y correcta—no en lenguaje de bebé. |
Ga-Ga Ga-Ga
Ga-Ga Ga-Ga |
Para que el niño se acostumbre al lenguaje, explíquele todo lo que usted haga. Use palabras claras y sencillas—y siempre las mismas. Nombre juguetes, objetos y partes del cuerpo. Repita las palabras a menudo. | Ahora nos lavamos las manos. |
La comprensión del lenguaje consiste no sólo en escuchar los sonidos, sino también en observar los labios y las expresiones de quien esté hablando. Así que háblele al niño a su altura. | Un niño entiende palabras antes de poder decirlas. Juegue a hacerle preguntas para que escuche y aprenda. El puede responder señalando con el dedo o moviendo la cabeza. |
Párate derecho. ¡Muy bien!
Párate.
ASI
NO ASI |
Repita las palabras. Hágale preguntas fáciles. Premie al niño por sus éxitos.
Cual es el conejo?
¡Ese es! ¡Muy bien! |
El ritmo es importante en el desarrollo del lenguaje. Cante, toque música y haga que el niño imite sus movimientos: aplauda, tóquese los dedos de los pies o toque un tambor. | Imite los sonidos del bebé y haga que él repita los mismos sonidos cuando usted los haga. Luego diga palabras parecidas a esos sonidos. Imite también el uso de la boca: ábrala mucho, ciérrela bien, saque la lengua, sople. |
Yo me casé con una de tupé. |
|
Paago
Paago
¡Sí, es un 'pájaro!' ¿Donde está el pájaro? |
¡PRECAUCIÓN! Anime al niño a hacer gestos y señas, pero no tanto que el niño no sienta la necesidad de usar palabras. |
PROBLEMAS ESPECIALES EN EL DESARROLLO DEL HABLA
¡PRECAUCIÓN! Si el niño siempre tiene la boca abierta y babea, ¡no le diga todo el tiempo que la cierre! Esto no le ayudará, sino que hará que se frustre. |
Una boca que siempre está abierta o babea es una boca pasiva (inactiva). Esta dificulta el desarrollo del habla. A menudo los niños con síndrome de Down o parálisis cerebral de tipo flácido (aguado) tienen este problema.
Aquí tiene algunas sugerencias para ayudar al niño a no babear, y para fortalecerle la boca, los labios y la lengua para que pueda aprender a comer y hablar.
Frótele al niño el labio de arriba o dele golpecitos, o empújele un poco el labio de abajo varias veces. | O estírele suavemente los músculos de los labios. Quizás esto le ayude a cerrar la boca. |
Para fortalecerle la lengua y los labios, póngale miel o algo dulce y pegajoso en los labios. Pídale al niño que lama el dulce. |
Lámelo.
¡Muy bien! |
También puede ponerle dulce pegajoso atrás de los dientes y en el cielo de la boca. Al lamerlo, la lengua se prepara para pronunciar las letras T, D, N y L. |
También pídale al niño que lama algo pegajoso de una cuchara y que lama o chupe paletas y otros dulces. | Al alimentar al niño, póngale la comida en un lado de la boca y atrás de los dientes para que ejercite la lengua. También procure que use los labios para quitar la comida de una cuchara. Empiece a darle al bebé alimentos que tenga que masticar en cuanto pueda tomarlos (después de los 4 meses). Eso ayudará a desarrollarle la boca y la quijada. |
¡PRECAUCIÓN!
|
Anime al niño a que juegue:
chupando y haciendo burbujas con un popote (pajuela, sorbete, bombilla) | haciendo burbujas de jabón | soplando | tocando silbatos. |
¡PRECAUCIÓN! A los niños con parálisis cerebral, estos ejercicios les pueden aumentar la rigidez involuntaria de los músculos o las muecas de la boca. Si esto sucede, NO LOS HAGA. |
Anime al niño a meterse juguetes limpios en la boca y a morderlos (pero no a chuparse el dedo).
Muévale al niño los labios hacia arriba y abajo con el dedo para que aprenda a hacer diferentes sonidos, | BBBB |
o apriétele los labios mientras él hace ruidos. | Mmmm |
Puede ayudarle a un niño con parálisis cerebral a controlar la boca para comer y hablar sosteniéndole el cuerpo en una posición firme. Escoja la posición en que él esté más relajado (menos espástico). Usualmente esta posición se logra doblándole hacia adelante la cabeza, los hombros y la cadera. Por eso a veces se dice:
““PARA BIEN HABLAR, LA CADERA HAY QUE CONTROLAR” | Usted puede ayudarle al niño a hacer diferentes sonidos empujándole y dándole golpecitos en el pecho. Imite los sonidos que haga y anímelo a que los haga él solo. |
Si el niño no puede controlar bien la quijada cuando trata de hablar, trate usted de controlársela con los dedos así. | Cuando el niño no pueda pronunciar bien las palabras, no lo corrija. Mejor repita las palabras claramente, mostrándole que usted le entiende. |
Ababa,
Bababa Ababa, Bababa |
Dam aba.
Te doy agua. |
RECUERDE: El niño necesita muchos estímulos para aprender a hablar. Juegue con él, háblele y cántele a menudo. Hágale preguntas y dele tiempo para contestarlas. No trate de ‘obligarlo a aprender’, sino que dele muchas oportunidades de aprender. Hágale preguntas que tenga que contestar con unas cuantas palabras, no sólo con ‘sí’ o ‘no’.
¿Está sordo su niño? Si su niño se tarda en hablar, revise qué tan bien oye. Aunque escuche algunos sonidos, quizás no oiga lo suficiente para entender lo que se le dice.
Además, algunos niños que oyen bien pueden nunca llegar a hablar. Por ejemplo, ciertos niños con parálisis cerebral no pueden controlar la boca, la lengua o los músculos de la voz. Para estos niños, como para los niños sordos muy pequeños, debemos encontrar otras formas de comunicación.