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Capítulo 34: Desarrollo del niño y retraso del desarrollo
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En el Capítulo 32 hablamos sobre algunas de las causas principales del ‘retraso mental’. Hablamos sobre todo de las discapacidades que tienen su origen dentro de la cabeza del niño—ya sea porque el cerebro ha sido dañado, esté muy chico o porque por otra razón no puede funcionar tan rápido como el cerebro de otros niños.
En este capítulo veremos cómo el desarrollo inicial de un niño también depende de factores que están fuera de su cabeza—de las oportunidades que el niño tiene de usar los sentidos, el cuerpo y la mente para aprender algo sobre las cosas y las personas que lo rodean. Veremos las etapas o pasos del desarrollo normal de un niño y las maneras en que podemos ‘estimular’ al niño para que aprenda y haga diferentes cosas más pronto. Nuestro objetivo no es sólo ayudar a los niños con retraso mental, sino también a los que por cualquier razón se han retrasado en su desarrollo.
Usualmente los niños que son lentos en su desarrollo mental también se tardan en aprender a usar el cuerpo. Se tardan más que otros niños en empezar a levantar la cabeza, voltearse, sentarse, usar las manos, pararse, caminar y hacer otras cosas. TSe atrasan físicamente debido al retraso de su desarrollo mental.
A otros niños les sucede lo contrario. Tienen la mente básicamente completa, pero ciertas discapacidades físicas les dificultan y retrasan el desarrollo y el uso de la mente.
Por ejemplo, un niño que nazca sordo, aunque tenga el cerebro normal, tendrá dificultades para entender lo que la gente dice y para aprender a hablar. Como resultado, no podrá intercambiar ideas e información. Como el lenguaje es tan importante para el desarrollo complete de la mente, en cierta forma podrá parecer que el niño está mentalmente retrasado para su edad. Pero si al niño se le enseña a comunicarse con señas a la edad en que los otros niños empiezan a hablar, su poder de pensamiento (inteligencia) probablemente se desarrollará normalmente. (Vea el Capítulo 31).
El relato verdadero de la siguiente página muestra cómo una discapacidad física severa le puede retrasar el desarrollo mental a un niño, y cómo su familia puede ayudarle a desarrollarse mejor.
LA HISTORIA DE ENRIQUE
La mamá de Enrique tuvo un parto difícil. Enrique nació azul y aguado. No respiró como por 3 minutos y por eso le dio una grave parálisis cerebral. El cuerpo se le entiesó. Además, se le movía de formas raras que él no podía controlar. La cabeza se le torcía hacia un lado y eso le dificultaba tragar.
Su mamá lo quería mucho y lo cuidaba lo mejor que podía. Pero a medida que fueron pasando los años, Enrique no llegó a controlar mejor el cuerpo. Su mamá lo tenía en un rincón para que no se fuera a lastimar. Así se pasó la mayor parte de su niñez, acostado de espaldas con las piernas tiesas y cruzadas como tijeras, viendo el techo o los ladrillos de la pared. A los 3 años podía decir unas cuantas palabras, pero con mucha dificultad. A los 6 años hablaba sólo un poco más. Lloraba mucho, hacia berrinches y no avisaba cuando tenía que orinar u obrar. Era todavía como un bebé. Una enfermera que un día fue a verlo dijo que estaba ‘retrasado’. Tirado solo en la esquina, Enrique se fue volviendo cada día más reservado. A los 7 anos—si es que su mamá le entendió bien—le pidió una pistola para matarse.
Poco después de eso, su mamá y su hermana mayor lo llevaron a un centro de rehabilitación rural cercano. Allí, los promotores se dieron cuenta que Enrique probablemente nunca iba a poder controlar bien las manos y las piernas. Pero era preciso que se comunicara más con la gente y que se diera cuenta de lo que pasaba a su alrededor para poder ser parte de la vida de su familia y de su pueblo. Pero, ¿cómo lo iba a lograr estando siempre acostado? Su mamá muchas veces había tratado de sentarlo en una silla, pero el cuerpo se le entiesaba y Enrique se caía y se ponía a llorar.
Los promotores de rehabilitación le ayudaron a la familia de Enrique a hacer una silla especial con un cojín y un cinturón para ayudarle a sentarse en una buena posición. Le enseñaron a la mamá y a la hermana de Enrique cómo sentarlo para que el cuerpo no se le entiesara tanto.
cojín especial | ||
Mas tarde le añadieron ruedas a la silla. |
Con su nueva silla, Enrique podía estar sentado y ver todo lo que pasaba a su alrededor. Estaba muy emocionado y empezó a interesarse más por las cosas. Además podía sentarse junto a la mesa para comer con toda su familia (aunque su mamá todavía tenía que darle de comer). Todos platicaban con él y pronto él empezó a hablar más. Aunque era difícil entender lo que decía, Enrique seguía haciendo la lucha. Con el tiempo llegó a hablar un poco mejor. También empezó a avisar cuando tenía que ir al baño. Descubrió que ya no era un bebé y no quería que lo trataran así.
Todos los días, el hermano y la hermana de Enrique iban a la escuela. Un día Enrique les rogó que lo llevaran a él también, así que lo empujaron en su silla hasta la escuela. Pronto comenzó a ir todos los días y empezó a aprender a leer. Enrique ya controlaba mejor la cabeza. Los promotores del centro de rehabilitación le adaptaron un sostén para libros a su silla y le hicieron una correa para la cabeza con un alambre para darle vuelta a las hojas.
Enrique había comenzado una vida más feliz y plena.
La hermana de Enrique le ayuda a acomodarse en su nueva silla. |
La historia de Enrique demuestra cómo el desarrollo del cuerpo, la mente y los sentidos están relacionados. La mente de Enrique se desarrollaba lentamente porque él no hacía nada mas que estar acostado en un rincón. Su mente no recibía los ‘estímulos’ (actividades, ejercicios y emociones) que necesitaba para volverse fuerte. Enrique no podía controlar los movimientos de su cuerpo. Pero podía ver y oír bien. Cuando al fin se le acomodó de manera que pudiera ver el mundo que lo rodeaba y relacionarse más con la demás gente, su mente se desarrolló rápidamente. Con un poco de ayuda, aprendió a hacer muchas cosas que ni él ni su familia soñaron que podría hacer.
Nosotros vimos cómo la discapacidad física de Enrique atrasó su desarrollo mental. De una manera parecida, un niño mentalmente lento se atrasa físicamente. El desarrollo del cuerpo y de la mente están estrechamente relacionados. Después de todo, la mente dirige al cuerpo, pero su conocimiento de la gente y las cosas depende de los 5 sentidos del cuerpo (vista, oído, tacto, gusto y olfato). Por lo tanto:
causar
causar
Claro que cada niño tiene sus propias necesidades. Los padres y los promotores de rehabilitación pueden tratar de descubrir y satisfacer esas necesidades. (Un ejemplo es la necesidad de Enrique de estar en una posición que le permitiera ver y hacer mejor las cosas.)
Pero todos los niños tienen las mismas necesidades básicas. Necesitan cariño, buenos alimentos y abrigo. Y necesitan la oportunidad de explorar su propio cuerpo y su mundo de la mejor manera que puedan.
Estimulación temprana
‘Estimular’ quiere decir darle a un niño una variedad de oportunidades para que explore, experimente y juegue con las cosas a su alrededor. La estimulación incluye el movimiento del cuerpo y el uso de todos los sentidos—sobre todo la vista, el oído y el tacto.
La estimulación temprana es necesaria para el crecimiento saludable del cuerpo y la mente de todos los niños. Un niño que no tiene discapacidad por lo general recibe estímulos de un modo simple y natural, a través de su relación con otras personas y con las cosas. Para un niño con discapacidad, muchas veces es más difícil explorar y experimentar con sus alrededores. Para que su cuerpo y su mente se desarrollen lo más pronto y completamente que sea posible, el niño con discapacidad necesitará más atención y actividades especiales que le ayuden a aprender de una manera fácil y divertida.
Entre más chico esté el niño cuando se inicie un ‘programa de estimulación’, menos ‘retrasado’ estará cuando sea mayor.