Hesperian Health Guides

Cómo revisar si un niño tiene lepra

En este capítulo:

En las áreas donde la lepra es común, los trabajadores de salud y de rehabilitación deben trabajar con los padres de familia y maestros de escuela para revisar si los niños tienen las primeras señas de la lepra. Pero más importantes aún son los exámenes regulares de los niños que viven con personas que tienen lepra. Tales revisiones deben hacerse de cada 6 a 12 meses y continuarse por lo menos durante 3 años.

PRIMERAS SEÑAS

Una mancha en la piel que crece lentamente y no duele ni da comezón. Puede ser de un color diferente al de la piel que la rodea. (Las manchas de la lepra nunca son completamente blancas, y no son escamosas, excepto durante una reacción.)

Nota: En las manchas iniciales, muchas veces la sensibilidad es normal o casi normal. Si la sensibilidad se reduce notablemente dentro de la mancha, es casi seguro que la persona tiene lepra.


QUE HAY QUE BUSCAR

Examine todo el cuerpo en busca de manchas en la piel, sobre todo en la cara, los brazos, la espalda, las nalgas y las piernas.

Un brazo con un parche redondo pálido en él
Si encuentra una mancha un poco pálida sin los bordes bien marcados, vigílela. A menos que se reduzca la sensibilidad donde está la mancha, busque otras señas antes de decidir que es lepra. (Muchos niños tienen manchas como ésas en la cara y los brazos que no son lepra.)
El pecho de un hombre con dos tipos diferentes de parches de piel redondos.
rueditas o manchas como tiña con o sin los bordes levantados


SEÑAS MAS AVANZADAS

1. Hormigueo, entumecimiento o algo de pérdida de sensibilidad en las manos y los pies. O pérdida definitiva de la sensibilidad en las manchas de la piel.

VEA SI HA DISMINUIDO LA SENSIBILIDAD DENTRO DE LAS MANCHAS.

Con la punta de una pluma o un hilo, toque ligeramente la piel dentro y fuera de la mancha, y pídale al niño que le diga (sin ver) dónde siente que lo toca.
Se está probando la mitad de un parche de piel con un hilo y otro parche con una aguja
Si el niño no siente el hilo, píquelo suavemente con una aguja estéril.

De la misma manera, revise si las manos o los pies han perdido la sensibilidad o están entumidos.
Un niño cierra los ojos mientras le ponen un paño en el parche de piel
Lo siento aquí.

¡ADVERTENCIA! Esterilice la aguja con fuego antes de usarla con otro niño.

2. Algo de debilidad o deformidad en manos y pies.
Un pie caído con los dedos doblados hacia adentro
pie caído (el niño no lo puede levantar)
dedos débiles o engarrotados
Pídale al niño que estire los dedos. Si no puede, es posible que tenga la parálisis causada por la lepra. También pídale al niño que se toque la base del dedo meñique con el dedo gordo.
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La debilidad muscular aquí dificulta este movimiento y puede ser una seña.
dorso de la mano con dedos ligeramente curvados
Mano con la palma hacia arriba con los dedos no rectos
¡PRECAUCIÓN! Estas debilidades también pueden ser causadas por polio, distrofia muscular u otros problemas.
3. Engrosamiento de ciertos nervios, con o sin dolor. Los nervios afectados se sienten como un cordón grueso bajo la piel. Cuando están muy gruesos, es fácil verlos.
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Revise si hay nervios muy gruesos en estos lugares.
Un niño de pie con flechas apuntando a lugares en los que se puede comprobar si hay nervios grandes
También vea si hay nervios gruesos en o cerca de las manchas.
nervio grueso bajo la oreja (de A Manual of Leprosy).



Esta página se actualizó el 01 feb 2021