Hesperian Health Guides

Metodo de conducta para ayudar al niño a desarrollarse y adquirir nuevas habilidades

En este capítulo:

En este capítulo, más que nada hemos hablado sobre como corregir la mala conducta. Pero el método del que hemos hablado también sirve para ayudarle al niño a adquirir habilidades básicas y a la vez desarrollarse. Muchas veces, el sistema les sirve a los niños que son de desarrollo lento—ya sea por razones físicas o mentales.

En el Capítulo 34 sobre el desarrollo del niño, presentamos los puntos clave del método para mejorar la conducta: (1) dar mensajes claros, (2) premiar siempre al niño por lo que aprende, y (3) ir avanzando hacia nuevas habilidades a pasos pequeños. Usted también encontrará aspectos de este método en las secciones sobre alimentación, vestido y entrenamiento para ‘ir al baño’. Aquí nos gustaría repasar las maneras de aplicar este método al aprendizaje y al desarrollo básico del niño.

Observe a todo el niño para decidir por dónde empezar

Cuando piense en cómo ayudar al niño a desarrollarse, empiece por observar lo que él puede y no puede hacer. En cuanto a la conducta, podemos organizar lo que notemos en 4 grupos:

Alguien hablando con un niño.
¡Que niño tan bueno!
  • Conducta positiva: habilidades y características que el niño ya tiene—sobre todo las que le pueden ayudar a aprender algo nuevo. Por ejemplo, al niño le gusta que lo feliciten.)
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  • Conducta negativa: Cosas que el niño hace que son peligrosas, molestas o que detienen su progreso. (Ejemplos: quebrar cosas, pegarle a la gente, gritar a la hora del baño, aventar los juguetes en vez de jugar con ellos.)
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  • Conducta intermedia: Acciones en parte positivas y en parte negativas. Hay que trabajar con el niño para hacerlas completamente positivas. (Por ejemplo, si una niña come sola pero se embarra la comida en la cara, hay que animarla a que coma sola (que es positivo) pero a que no se embarre la comida (que es negativo). Hasta puede ser positivo que un niño grite o llore para expresar una necesidad, si el niño tiene muchas dificultades para comunicarse. (Necesitamos ayudarle a comunicarse mejor.)
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  • ‘Necesidades clave’: Problemas de conducta que hay que resolver para que el niño pueda progresar. Varían según el nivel de desarrollo. (Por ejemplo, para que un niño pueda aprender algo de su mamá, necesita responder a su nombre, mirar a su mamá cuando ella le habla, y estarse quieto y prestar atención por algunos segundos. Estas ‘necesidades clave’ indican los primeras pasos necesarios para aprender a hablar, jugar o desarrollar diferentes habilidades.)

Puede ser útil hacer una lista de estas diferentes conductas. Aquí tiene usted una lista que hizo la mamá de una niñita con la ayuda de un promotor de salud que había leído este libro.

Niña: Celia
Edad: 4 años
CONDUCTA POSITIVA
—que ya tiene y que puede servir de base
CONDUCTA INTERMEDIA
—tiene puntos buenos y malos
CONDUCTA NEGATIVA
—acciones que detienen su progreso o angustian a la familia
Celia grita mientras sostiene una botella y patea a alguien.
¡NO!
  • Sonríe cuando la felicitan.
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  • Juega sólo un ratito con sus juguetes y Iuego los avienta.
  • Patea a la gente cuando se enoja.
  • Come sola con los dedos.
  • Dice ‘pipí” y luego se orina en la ropa.
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  • Todo el tiempo carga un biberón y grita si se lo quitan.
  • Le escupe comida a la gente.
  • Puede ponerle 3 anillos a un postecito.
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  • Se quita la ropa sola.
  • Le gustan los juegos bruscos.
  • Le gusta que la bañen.
  • Dice: mamá, papá, dulces, biberón, pipí y ¡NO!
  • No se está quieta, mas que para comer.
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NECESIDADES BASICAS (para que desarrolle nuevas habilidades y formas de portarse)
  • que se siente y preste atención más tiempo
  • que deje el biberón para que tenga libres las manos para hacer otras cosas

Dónde empezar

Después de apuntar cómo se porta Celia y de considerar sus necesidades básicas, el promotor de salud le ayudó a su mamá a planear por dónde empezar. El promotor le explicó que, como no podemos cambiar todo de una vez, necesitamos decidir qué es lo que hay que hacer primero (establecer prioridades). Así que escogemos la conducta que más queremos que el niño tenga o cambie.

  • Si estamos tratando de introducir una nueva conducta (o habilidad), necesitamos pensar en todas las diferentes partes de esa conducta. Luego debemos planear los pasos pequeños que hay que seguir para llegar a la conducta deseada. Finalmente, necesitamos animar al niño a avanzar paso a paso, poniendo en claro qué es lo que esperamos de cada paso, siempre felicitándolo y dándole pequeños premios.
  • Para mejorar una ‘conducta intermedia’, podemos comenzar por trabajar con una habilidad que el niño haya desarrollado un poco. Primero necesitamos pensar en las diferentes partes de su conducta que nos preocupan. Así podremos decidir qué partes nos pueden ser de ayuda y cuáles no. Luego necesitamos premiar la buena conducta e ignorar la mala. A medida que el niño va progresando, podemos exigir más de su parte antes de premiarlo, hasta que su conducta haya mejorado por completo.
  • Si estamos tratando de deshacernos de cierta conducta, necesitamos hacer 2 cosas. Primero, notar cuándo y dónde el niño se porta del modo indeseable y qué pasa antes, después y mientras el niño se porta así. Necesitamos observar con cuidado lo que el niño hace, y lo que hacemos nosotros. Y después, debemos tratar de descubrir qué es lo que gana el niño con portarse mal. Luego podemos cambiar las cosas de modo que valga más la pena portarse bien que portarse mal. Para lograrlo, hay que premiar la buena conducta e ignorar la mala.


Al pensar en la conducta de Celia, su mamá se dió cuenta de que ya había empezado a desarrollar muchas habilidades valiosas. Usaba bien las manos y estaba empezando a comer y a vestirse sola. También decía algunas palabras—aunque sería bueno que pudiera decir ‘sí’ y no sólo ‘no’.

Celia's mother speaking to her.
¡Que buena
nina!

Es una gran ventaja que a Celia le gusten las felicitaciones, los abrazos, los juegos bruscos y la hora del baño. Esto quiere decir que probablemente ella aprenderá fácilmente a portarse mejor con un método basado en premios.

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Sin embargo, parece que ciertas cosas están impidiendo que Celia desarrolle sus habilidades plenamente. No puede estarse quieta y prestar atención, por lo que le es difícil aprender de otra gente, o disfrutar sus propios juguetes (siempre termina aventándolos). También su biberón es un estorbo. Ella no lo necesita, pero su madre tiene miedo de quitárselo porque Celia se pone a gritar. La mamá le llena el biberón con refrescos (que ya empezaron a picarle los dientes). Pero el problema más grande es que por no soltar el biberón, Celia siempre tiene las manos ocupadas y no las puede usar para hacer otras cosas—como jugar con sus juguetes o bajarse el calzón para orinar. Por estas razones, la mamá de Celia decidió que las ‘necesidades básicas’ que había que satisfacer para poder avanzar en otras áreas eran:

  • ayudar a Celia a aprender a estarse quieta y prestar atención
  • ayudarle a dejar el biberón


El promotor de salud habló con la mamá sobre lo que podía hacer. Para ayudar a Celia a aprender a estarse quieta y prestar atención a las cosas, su mamá decidió empezar en los ratos en que Celia de por sí estaba más o menos quieta—es decir, a la hora de comer y a la hora de bañarse. Por ejemplo:

Después de darle a Celia su comida, pero antes del postre, su mamá o su hermano mayor, Oscar, juegan tranquilamente con ella por unos 5 minutos, felicitándola cada vez que presta atención. Su mamá también aprovecha la hora del baño para ayudarle a concentrarse en los juguetes y prestarle atención a las palabras y los sonidos.
Celia y su hermano hablan mientras juegan con un muñeco.
Pi-pi.
Sí. El muñeco tiene que hacer pi-pí. Ayúdale a bajarse los pantalones.
¡Muy bien!
Dile al muñeco que es un buen niño.
La madre de Celia habla con ella mientras está sentada en una bañera.
El barco hace Brrrr.
BRRRRR
¡Muy bien!
Ahora dale cuerda
¡Muy bien, Celia!
Mira como arranca.


La madre de Celia habla mientras Celia grita y la patea.
No, no te voy a llenar el biberón. Pero si te callas, te voy a dar una limonada.
Si me vuelves a patear, te vas a tener que parar afuera otros 5 minutos.

La mamá de Celia decidió ayudarle a dejar el biberón poco a poco. Para empezar se lo llenó con agua sola. Y después de unos días se negó a llenárselo.

Al principio Celia lloraba y pateaba. Pero su mamá hizo lo más que pudo por no hacerle caso cuando se portaba así. Pero tan pronto como Celia se calmaba, le daba un vaso con algo rico de tomar u otro premio.

A veces Celia se enojaba y aventaba el biberón vacío. Pero después de un tiempo, empezó a dejarlo en el suelo. Y poco a poco, lo fue dejando más para poder agarrar sus juguetes y otros objetos. Al final, su mamá simplemente escondió el biberón.

Una vez que Celia se había olvidado de su biberón, empezó a usar más las manos. Cuando necesitaba hacer pipí, empezaba a bajarse las pantaletas ella sola; en unas cuantas semanas ya sabía usar el excusado (poceta). También empezó a jugar más con sus juguetes, en vez de sólo aventarlos. A medida que fue aprendiendo a prestarle atención a las cosas por más tiempo, descubrió muchas que la divertían. Muchos de sus problemas de conducta empezaron a desaparecer; dejó de gritar, de escupir su comida y de patear. Su mamá, su papá y su hermano pasaban más tiempo jugando y hablando con ella. La felicitaban cuando se portaba bien y cuando se portaba mal, trataban de no hacerle caso.

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Cuando le parecía necesario, su mamá usaba el método de premios para ayudarle a desarrollar nuevas habilidades. Así Celia aprendió a vestirse, a comer sola y a hablar. Para mejorar su lenguaje, ella y su mamá se ponían a ver libros de dibujos y a oír canciones.

Como resultado del esfuerzo de su familia, Celia ha madurado mucho y se ha vuelto una niñita más feliz y capaz. Al pensar en la manera en que Celia ha cambiado, su mamá comentó —Yo creo que mi conducta ha cambiado tanto como la de Celia. Todavía la trataba yo como bebé—¡con biberón y todo! Ahora que le exijo más y le muestro mi aprecio por sus esfuerzos, ella se ha desarrollado más rápidamente. Es más fácil estar con ella. ¡Las dos hemos progresado mucho!

Hay ejemplos de cómo ayudar a un niño a desarrollar habilidades básicas usando el método para mejorar la conducta en otros capítulos: Alimentación, Capítulo 36; Vestido, Capítulo 37; Cómo entrenar al niño a ir al baño, Capítulo 38. También le sugerimos que lea de nuevo el capítulo sobre el desarrollo del niño Capítulo 34, y considere cómo puede ser útil el método del que hemos hablado para ayudar al niño en las etapas difíciles del desarrollo.


Esta página se actualizó el 01 feb 2021