Hesperian Health Guides

Palabras a la familia de un niño sordo

En este capítulo:

Los niños sordos pueden volverse hijos e hijas cariñosos y serviciales como cualquier otro niño. Trate de dejar que su niño madure. Dele los mismos derechos y responsabilidades que tienen los otros niños de su misma edad.

Si su hijo tiene la oportunidad de ir a una escuela para sordos, y usted está de acuerdo, trate de dejarlo que vaya. Los niños sordos aprenden de maneras diferentes que los otros niños. La escuela especial podría presentarle mayores oportunidades a su hijo. Pero, si su niño va bien en la escuela del pueblo, tiene un maestro que lo entiende y le ayuda, y tiene muchos amigos, quizás le vaya mejor allí. Ayúdele a entender sus opciones y tenga en cuenta su opinión. Asegúrese de que él sepa que tiene una familia que lo quiere mucho y un hogar al cual regresar.

Después de terminar la escuela, los niños sordos pueden hacer muchos diferentes trabajos. Hay personas sordas que se han vuelto contadores, maestros, abogados, campesinos, promotores de salud, tenderos, artesanos y doctores. Vale la pena asegurarse de que los niños y los adultos sordos reciban entrenamiento y consigan trabajo.

Asegúrese de no seguir tratando a un joven sordo como si fuera un niño. Puede que parezca menor de lo que es. Pero la mejor manera de ayudarle a madurar es contando con que lo haga.

Cuando los niños sordos maduran lo suficiente para casarse, muchas veces deciden casarse con otra persona sorda, pues dos personas sordas se pueden comprender mejor entre sí. Pueden tener hijos y criarlos bien. Generalmente los hijos de una pareja sorda oyen bien. Es difícil ser sordo. Usted puede ayudar a las personas sordas déjandolas que se comuniquen en la forma que les parezca más fácil y tratando de aprender usted a comunicarse con ellas.


Esta página se actualizó el 20 nov 2019