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Cómo decidir que aparatos y atencion necesita un niño
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Paso 1: Hable con el niño y su familia. Al hacerlo, fíjese cómo se mueve el niño. Observe con cuidado qué partes de su cuerpo parecen fuertes y cuáles parecen débiles. Busque diferencias entre un lado del cuerpo y el otro—como diferencias en el grosor o el largo de las piernas. ¿Ve usted alguna deformidad o nota que algunas coyunturas no parecen enderezarse bien? Si el niño camina, ¿cojea? ¿Se inclina hacia adelante o hacia un lado? ¿Se detiene una pierna con la mano? ¿Tiene una cadera más baja que la otra? ¿O un hombro? ¿Tiene joroba en la espalda, o la cintura hundida o una curva hacia un lado?
Todas estas observaciones iniciales le ayudarán a saber qué partes del cuerpo debe revisar más, probando su fuerza y movimiento. De hecho, muchas veces con observar al niño puede usted darse una buena idea de la clase de equipo o asistencia que le servirá. Por ejemplo:
Paso 2: El examen físico. Generalmente debe incluir:
- Pruebas del movimiento, todo donde sospeche que haya contracturas. (Vea “Examen físico” y “Contracturas”.)
- pruebas de los músculos, sobre todo de los que crea que están débiles. También revise los músculos que necesitan estar fuertes para compensar por los débiles (como los del brazo y el hombro que deben estar fuertes para el uso de muletas).
- Revisión de deformidades: contracturas; dislocaciones (de cadera, rodilla, pie, hombro, codo); diferencia en el largo de las piernas; inclinación de las caderas; curva o forma anormal de la espina dorsal.
Paso 3: Después del examen físico, vuelva a fijarse cómo se mueve o camina el niño. Trate de relacionar el modo en que se mueve y camina con lo que usted observó en el examen físico (como la debilidad de ciertos músculos, las contracturas o el largo de las piernas.)
Paso 4: Basándose en sus observaciones y pruebas, trate de decidir qué clase de ejercicios, aparatos o asistencia le serviría más al niño. Considere las ventajas de las diferentes posibilidades: su beneficio, costo, comodidad, apariencia, la disponibilidad de materiales y si el niño usaría los aparatos que le hiciera. Pídale al niño y a los padres su opinión y sus sugerencias.
Paso 5: Antes de hacer un aparato definitivo para un niño, si es posible pruebe un aparato provisional o un aparato viejo de otro niño para ver cómo funciona. Por ejemplo;
Si el tobillo de un niño tiende a doblarse así hacia afuera... | ... una suela que sea más alta del lado de afuera como esta podría ayudar al pie a estar más derecho. |
Pero antes de fijar la nueva suela con clavos y pegamento, haga una sencilla con cartón u otra cosa y amárrela con mecate o cinta al calzado del niño. Haga que el niño camine y vea el cambio. |
cinta
|
Nota: Este tipo de suela les servirá a unos cuantos niños, pero no a la mayoría.
Pídale al niño su opinión.
Paso 6: Cuando el niño, sus padres y usted hayan decidido qué clase de aparato probablemente funcionará mejor, tome las medidas necesarias y hágalo. A medida que lo vaya haciendo, es bueno, otra vez, que se lo pruebe al niño y que haga cualquier cambio antes de pegar, clavar o remachar el aparato definitivo.
Mari y Chelo hacen un aparato. |
Paso 7: Pídale al niño que use el aparato por unos días para que se acostumbre a él y para ver cómo le funciona. Pregúntele al niño y a sus padres si: ¿Le causa dolor al niño? ¿Hay algún problema? ¿Cómo podría mejorarlo? Haga todos los ajustes necesarios. Pero recuerde, no hay aparato ortopédico que satisfaga perfectamente las necesidades de un niño. Haga lo que pueda.
En la historia que sigue, los trabajadores de un programa rural de rehabilitación resolvieron qué clase de aparato necesitaba un niño. ¿Cuántos de los pasos que acabamos de describir se siguieron? ¿Fue importante cada paso?
UNA HISTORIA: UN APARATO PARA SAUL
Un día, llegó una señora de otro pueblo con su hijo Saúl, de 6 años de edad, al centro de rehabilitación. Mari y Chelo, 2 de los trabajadores, los recibieron amablemente. AI enterarse que Saúl había tenido polio, Mari y Chelo le pidieron que caminara—y que corriera—mientras lo observaban con cuidado. Saúl cojeaba mucho y una pierna se le veía más delgada y corta. A cada paso, la rodilla se le doblaba hacia atrás.
—La verdad es que camina bastante bien —dijo Mari—. Pero tiene que trabar hacia atrás la rodilla para ponerle peso. La rodilla se le va a seguir estirando hacia atrás hasta que un día se le zafe.
—Un aparato largo le protegería la rodilla — sugirió Chelo.
—¡Uuuy noo, por favor! —dijo la mamá—. Hace un año lo llevamos a la ciudad y los doctores le mandaron a hacer un aparato grande de fierro. ¡Nos costó tanto que todavía no lo hemos acabado de pagar! ¡Saúl lo odiaba! Siempre se lo quitaba y lo escondía. Mucho tratamos de que lo usara, pero él se rehusó.
—Así pasa —dijo Mari—. Muchas veces si un niño camina más o menos bien sin aparato, no quiere usar uno—aunque camine mejor con él. Pero le podríamos hacer un aparato de plástico. Sería más liviano. ¿Tú qué dices Saúl? Saúl se puso a llorar.
—Ya, ya, no llores —le pidió Mari—. A lo mejor podemos hacer otra cosa. Pero primero vamos a examinarte Saúl, ¿sí? Saúl asintió.
Al revisarle a Saúl los músculos, se dieron cuenta que le faltaba fuerza para enderezar la rodilla, pero que sí tenía fuerza para doblarla hacia atrás Es lo más alto que la puedo
subir. |
y para doblar la cadera hacia adelante
¡Te toqué! |
y hacia atrás.
—Con la fuerza que tiene en la cadera y en el muslo, debería poder pararse en esa pierna sin doblar la rodilla hacia atrás —dijo Mari—. A ver Saúl, quiero ver una cosa. ¡Haz de cuenta que eres una garza! Saúl pudo pararse como una garza por un momento. —jMuy bien! —dijo Mari—. Párate así todos los días y ve qué tanto puedes durar sin que se te doble la rodilla. ¡Cada día trata de durar más! ¿Sí?
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1, 2, 3, 4, 5!
—Bueno —dijo Saúl—. ¡Suena divertido! |
—El ejercicio puede ayudar, —dijo Chelo—. Pero, yo todavía pienso que necesita un aparato; por lo menos al principio.
Un aparato largo podría debilitar los músculos que Saúl necesita fortalecer.
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—Vamos a pensar en las ventajas y desventajas — dijo Mari—. Un aparato a lo largo de toda la pierna le mantendría la rodilla derecha. Pero podría debilitarle los músculos que más necesita fortalecer. Como el aparato no dejaría que la pierna se doblara hacia atrás, Saúl no tendría que usar sus músculos para hacerlo. |
—Por otro lado, podríamos ver qué tal funciona un aparato corto que le detenga el pie casi en ángulo recto—continuó Mari—. Para poder pisar plano con el aparato tendría que mantener la rodilla casi derecha. Esto le ayudaría a fortalecer los músculos de atrás del muslo... ¡Hay que probarlo!
Todos aceptaron, menos Saúl.
aparato corto de plástico
|
Chelo trajo un aparato corto ya usado y se lo enseñó a Saúl. —Fíjate cómo se amolda a la pierna—dijo Chelo—. Además no tiene bisagras y casi no pesa. ¡Levántalo! ¿Que dices? ¿Te lo quieres probar?
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Cuando el aparato estuvo listo, Saúl se lo probó y dijo que le gustaba. Al principio, cuando él hacía un esfuerzo, podía caminar sin doblar la rodilla hacia atrás. Pero después de unos días, su mamá se quejó que caminaba y se paraba con la rodilla doblada hacia atrás y con el pie levantado así.
"PENSAMOS QUE FUNCIONARIA ASÍ..." | "PERO RESULTO ASÍ." |
—Tengo una idea —dijo Chelo—. ¿Por qué no alargamos la suela hacia atrás? Así, cuando pise, su peso se vendrá hacia adelante. Eso ayudará a bajarle el pie y a empujarle la rodilla hacia adelante.
Lo probaron, y casi todo el tiempo (sobre todo cuando le decían) Saúl caminaba sin dejar que la rodilla se le fuera mucho para atrás.
ESTO FUNCIONO MEJOR | ||
La suela extendida hacia atrás ayuda a mantener la rodilla hacia adelante. | El frente de la suela está redondeada para no empujar la rodilla hacia atrás al final de cada paso. |
En casa, la mamá de Saúl lo animó a hacer sus ejercicios ‘de garza’. A medida que se le fueron fortaleciendo los músculos, Saúl caminó más y más sin dejar que la rodilla se le doblara hacia atrás—aún cuando jugaba! |
propia marca!
“¿LLEGARA A CAMINAR MI HIJO ALGÚN DÍA?”
Muchas veces, esto es lo primero que preguntan los padres de un niño con discapacidad. Es una pregunta importante. Pero hay que ayudarles a ver que otras cosas en la vida pueden ser más importantes que caminar.
Para que un niño con las piernas muy paralizadas por polio pueda caminar, generalmente necesitará por lo menos 2 cosas:
-
hombros y brazos suficientemente fuertes para usar muletas
- piernas más o menos derechas (caderas, rodillas y pies). (Es importante corregir las contracturas hasta que las piernas estén derechas o casi derechas antes de tratar de darle al niño aparatos para caminar.)
Para evaluar las posibilidades de que un niño camine, una de las primeras cosas que hay que hacer es probar la fuerza de los brazos y hombros:
Pídale que trate de levantar su peso con los brazos así.
Si puede levantarse varias veces fácilmente, hay una BUENA posibilidad de que pueda caminar con muletas. Si tiene los brazos y los hombros tan débiles que no puede ni comenzar a levantarse, hay POCAS posibilidades de que camine con muletas. |
Si el niño levanta su peso deteniéndose de una barra así, se le fortalecerán las manos y las muñecas. Esto también le servirá para usar muletas.
Si tiene una fuerza MEDIANA en los brazos y hombros, y puede casi levantarse, un ejercicio diario levantando su peso así podría aumentarle la fuerza lo suficiente para que pueda caminar con muletas. |
Una buena manera de fortalecer los hombros, brazos y manos es empujándose en una silla de ruedas o una tabla con ruedas. |
Si el niño no se puede levantar por la debilidad de los codos, entablíllele los brazos para ver si así se puede levantar. | Si puede levantarse con las tablillas, quizás pueda usar muletas que le apoyen los codos. |
Si el niño está gordo, debe bajar de peso. Así le será más fácil caminar. |
No, no puedes comer más dulces.
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Además, hay que revisar qué tanto se le enderezan las piernas al niño. (Vea las pruebas del movimiento.)
Si las caderas, las rodillas y los pies se le enderezan bastante, hay una buena posibilidad de que el niño camine pronto con muletas (si tiene fuertes los brazos). | Pero si el niño tiene muchas contracturas en los pies, las caderas o las rodillas, habrá que corregírselas antes de que pueda caminar. | |
Vea cómo corregir contracturas en los Capítulo 8 y 59. |
A veces, si el niño sólo tiene contracturas severas en una pierna, puede aprender a caminar sobre la pierna buena con muletas. Pero, siempre que sea posible, es mejor usar ambas piernas. |
Después de revisar la fuerza de los brazos y la derechura de las piernas, es necesario revisar la fuerza de los tobillos, las rodillas y las caderas. Esto le ayudará a decidir si el niño necesita aparatos ortopédicos y de qué tipo.
A un niño con un pie que le cuelga (pie caído) o que se le va hacia un lado le puede servir un aparato de plástico o de metal (desde el pie hasta la base de la rodilla).
Pie caído: no puede levantar el pie. | El pie se va de lado. |
PLÁSTICO | METAL |
Para un pie caído, puede usted hacer un aparato con un resorte o una banda de hule que levante el pie.
resorte
bisagra
cámara de llanta
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El tipo de aparato que usted escoja dependerá de varios factores, incluyendo su costo, el conocimiento y los materiales que tenga a su disposición, y de lo que parezca servirle más al niño. Hablamos de las ventajas y desventajas de diferentes clases de aparatos y de la manera de hacerlos en el Capítulo 58.
Un niño con una rodilla débil puede necesitar un aparato largo de plástico o metal.
no puede levantarla
no puede levantarla
músculos débiles del muslo y de la pantorrilla |
plástico |
metal |
Un aparato largo puede hacerse con o sin bisagras que mantengan el aparato derecho cuando el niño camine, y que permitan que se doble cuando él se siente. Hablamos de diferentes modelos en el Capítulo 58. |
Nota: No todos los niños que no tienen fuerza para enderezar la rodilla necesitan aparatos para las piernas. Un niño que tiene fuertes los músculos de las nalgas muchas veces puede caminar sin un aparato.
músculos fuertes de la nalga | Los músculos FUERTES de la nalga jalan el muslo hacia atrás y no dejan que se doble la rodilla. | |
Un niño que tiene derecha la rodilla y fuerza MEDIANA en la nalga podría sólo necesitar un aparato en la parte baja de la pierna que le empuje hacia atrás la rodilla. | El aparato empuja la rodilla hacia atrás. Como el aparato está inclinado un poco hacia abajo, empuja la rodilla hacia atrás cuando el niño Un niño con apoya su peso. |
Un niño con muy poca fuerza en los músculos de la nalga puede caminar empujándose el muslo débil con la mano. | O puede caminar trabando la rodilla hacia atrás para poder ponerle peso. |
Si un niño tiene una contractura y no puede enderezar la rodilla al caminar, usted podría ayudarle a caminar mejor, corrigiéndole la contractura hasta que la rodilla se le doble un poquito hacia atrás.
A un niño con los músculos de la cadera muy débiles le puede quedar muy suelta la pierna o se le puede torcer mucho de lado a lado con un aparato largo.
Si los músculos están débiles aquí. | el niño no puede levantar la pierna así. | ||
Si no puede voltear la pierna hacia adentro y hacia afuera así. | ésta le puede quedar muy suelta y torcerse con un aparato así. |
Es posible que necesite un aparato con un cinto en la cadera que le afirme la pierna a la altura de la cadera.
Un cinto que pasa sobre las nalgas muchas veces hace que el niño tenga una mejor postura que un cinto más alto. bisagra que permite sentarse (con un seguro si es necesario) Un cinto de plástico es menos firme pero más flexible y ayuda a algunos niños a caminar mejor. |
Un cinto puesto arriba de las nalgas muchas veces permite que las nalgas se salgan y que se hunda la cintura. | |
MEJOR | PEOR |
Un niño que tiene débiles los músculos del cuerpo y la espalda y que no se puede sostener bien, puede necesitar aparatos largos para las piernas con un chaleco ortopédico o corsé.
Si tiene dificultades para detenerse así.
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quizás necesite un aparato que le apoye el cuerpo.
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Nota: Muchas veces, un niño puede necesitar un cinto en la cadera o un corsé que le ayude a estabilizarse cuando camine. Pero quizás después de unas cuantas semanas o meses ya no lo necesite. Si deja de usar el cinto o corsé es posible que gane más fuerza y control. Es importante evaluar periódicamente la necesidad del niño de usar un aparato.
Tenga cuidado de no usar más aparatos de los necesarios.
Si se está formando una curva en la espina dorsal, puede necesitar un corsé (o en casos avanzados, una operación). Si es necesario, puede unir el corsé con los aparatos para las piernas, como se muestra arriba. |
En el Capítulo 20 hay más información sobre las curvas de la espina. En el Capítulo 58 explicamos cómo hacer chalecos y corsés.